Desafíos geopolíticos | El Nuevo Siglo
Domingo, 16 de Marzo de 2014

*El fantasma de Haushofer

*Se divide Ucrania

 

Como  están las cosas los estados mayores de los ejércitos deben estar repasando las obras de geopolítica del general Karl Haushofer, quien sostenía el inevitable conflicto entre los países débiles y las potencias, cuando los dictados de los intereses políticos y geográficos, fomentaban la hostilidad entre unos y otros, dado que los pequeños buscan sobrevivir, los medianos crecer y los más poderosos aprovechan esas contradicciones para expandirse. Ese principio geopolítico ha contribuido a hacer más interesante la película de suspenso internacional animada por cuenta de las jugadas de ajedrez de Putin en Rusia, que rechaza la pretensión del gobierno de facto de Ucrania, proclive a la alianza o el ingreso a la Unión Europea. La respuesta del Kremlin a la defenestración del gobierno títere de Kiev, por cuenta de las masas enardecidas que por meses paralizaron las actividades comerciales y oficiales de la ciudad y el apoyo que le ha dado al nuevo gobierno la UE y los Estados Unidos, precipitaron las ambiciones segregacionistas de Crimea, dado que la gran mayoría de los habitantes son de origen ruso.

Tal como sostenía Haushofer y otros famosos geopolíticos, por la situación privilegiada de Rusia sin importar la clase de gobierno ni la ideología predominante, se trate de los zares, de gobiernos comunistas o democráticos, su excepcional ubicación geográfica entre el Asia y Europa, la obligan a actuar instintivamente y con fuerza cuando unos y otros la presionan, para defenderse, lo que en términos estratégicos, quiere decir aprovechar la ocasión para ganar terreno y expandirse. El error de Occidente en el momento que fue derrocado el Presidente pro-ruso de Ucrania, fue anunciar públicamente el respaldo al nuevo gobierno anti-ruso. Eso produjo conmoción en la cúpula oficial del gobierno en Moscú, que desde ese instante dispuso la movilización de sus tropas en todo su extenso territorio para comprobar si estaban en forma. A diario en los cielos del país se divisan los aviones caza Sukhoi Su 33 considerados entre los mejores del mundo y que ya en Colombia se conocen por cuanto han cruzado nuestro espacio aéreo en vuelos desde Nicaragua a Venezuela y en sentido contrario. Lo mismo que surcan los cielos los helicópteros de combate y de transporte de tropas, mientras que por las carreteras avanzan los tanques de guerra T-90 de los más modernos y sofisticados, cuyo poder de fuego los hace temibles.

Estas maniobras de las tropas rusas les recuerdan a los memoriosos las semejanzas con las que Adolfo Hitler dispuso en la frontera con Checoslovaquia, cuando alegaba que los Sudetes, la zona checa en la que vivían numerosos alemanes y descendientes de estos, debería ser anexada a la gran Alemania. Las potencias democráticas de Occidente al enterarse de las pretensiones de Hitler que aplica la teoría de Haushofer del Liebestraum, o del  espacio vital, anuncian sanciones económicas y políticas contra Berlín, así como ponen en estado de alerta a sus tropas. Nada de eso arredra al Canciller alemán, que ensaya un discurso pacifista para apaciguar a sus contradictores en la tesis de que satisfechas sus pretensiones territoriales expansionistas se conformará con lo que obtenga y se dedicará al desarrollo económico y social de su país. El primero que cae en la trampa que desde hacía rato parecía un sonámbulo viajando de un país a otro como hipnotizado por Hitler, fue Lord Chamberlain, quien con su paraguas y su  elegante, alta, y alargada figura civil, disonante en medio de los uniformes de los jerarcas nazis, pensaba que al firmar un acuerdo con el dictador que se engullía a los checos, garantizaba la paz mundial. El tiempo le demostraría a ese caballeroso e ingenuo político británico la terrible equivocación de su análisis de la política internacional europea. En tanto un  político solitario, de carácter, elocuente, y controvertido, Winston Churchill, en vano intentaba, por ahora, despertar a los ingleses y al mundo del pacifismo suicida.

Es de esperar que en esta oportunidad las jugadas de ajedrez de Putin obedezcan a un movimiento defensivo para proteger sus intereses y que no se cumpla la predicción del general Haushofer, sobre el expansionismo inevitable de Rusia en tiempos de crisis de esa potencia por razones geopolíticas, que en caso contrario podría llevar a una catástrofe bélica. Por lo pronto, hoy se vota el plebiscito por medio del cual Crimea se segrega de Ucrania y entra a formar parte de la República Federal Rusa.