En  el país ha sido subestimada la potencialidad de los ríos para el desarrollo. Hace ya tiempo se dejó a un lado el transporte fluvial y se dio prelación al de carretera, más costoso en fletes; algo similar a lo que ocurrió con los ferrocarriles.  La arteria más importante de la nación, el río Magdalena, el descuido y la indiferencia permitieron que se dejara de utilizar. En la época de la colonización fue el único medio para llegar a la Costa Atlántica con que contaban quienes necesitaban embarcarse hacia Europa o la América del Norte. Los buques de pasajeros siguieron surcando el río hasta las primeras décadas del siglo XX. Luego se abandonó el turismo fluvial hasta nuestros días.          

Noticia positiva fue la que dio cuenta de la suscripción del contrato para la recuperación de la navegabilidad en trayecto de más de novecientos kilómetros. Un propósito loable y que debe suscitar el apoyo de la empresa privada y de todos los colombianos. Según lo pactado entre los contratistas y la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena –Cormagdalena-, ahora sí se concretará la rehabilitación del río y será la oportunidad de impulsar el progreso en toda la región de su influencia y del país. Va a favorecer a importadores y exportadores la movilización de grandes volúmenes de mercancía por el río, a menores costos de lo que implica el acarreo en tractocamiones. Y según se observa la dinámica que ha tomado el proyecto, todo va viento en popa. Hoy se firma en Gamarra (Cesar) el contrato de concesión de la Terminal Fluvial de Andalucía, el nuevo puerto sobre el río Magdalena. Va a ser el primero en concesión. La inversión del nuevo puerto es cuantiosa. Se aspira a mover contenedores, graneles sólidos y líquidos, combustibles, carbón y carga común.

Es importante subrayar que con el movimiento de carga por el Magdalena se estimulará el multimodalismo, mediante tres sistemas, el vial (la Ruta del Sol), ferrocarril y el fluvial. Lo que vendrá un vez concluyan los trabajos de dragado será el incremento de carga por el río. En 2013 fueron transportados 2,4 millones de toneladas, por diez puertos.