La discusión pensional | El Nuevo Siglo
Jueves, 29 de Enero de 2015

Pocos  temas como el de una reforma pensional levantan tanta ampolla a nivel nacional. En las últimas semanas la eventualidad de un ajuste al régimen de jubilación volvió al centro de la discusión nacional por cuenta, por un lado, de la posibilidad de que un proyecto en ese sentido sea radicado por el Gobierno este año en el Congreso y, de otra parte, por las recomendaciones que la OCDE, Asofondos, centros de análisis económicos y observatorios laborales han realizado respecto a cuáles deberían ser los cambios a aplicar. Y como era apenas obvio, la polémica se atizó con las respectivas posturas de gremios, academia, dirigentes políticos, sindicatos y otros sectores del país.

Está bien que ello ocurra, pues más allá de si la reforma se presenta este año al Parlamento, algo que algunos observadores consideran poco viable dado que este tipo de ajustes no suelen discutirse en el Congreso en etapa electoral, lo cierto es que es necesario abrir un debate a fondo sobre la estructura pensional en el país, sobre todo en temas relacionados con sostenibilidad financiera a mediano y largo plazos, la ampliación de cobertura, reformas a los regímenes existentes (privado y de prima media), la progresión de la expectativa de vida frente a la edad en que una persona empieza a disfrutar de su jubilación, el monto mínimo de semanas que deben cotizarse, la cuestión de los impuestos sobre las mesadas, la controversia sobre las edades de retiro forzoso…

En fin, hay un amplio número de aspectos relacionados con el sistema pensional que deben ser analizados con objetividad, sin argumentos radicales ni satanizar las propuestas de manera gratuita. Es claro que existen unos derechos adquiridos que deben ser respetados, como también la necesidad de privilegiar el equilibrio entre la natural expectativa de todo trabajador a jubilarse y la obligación de asegurar la sostenibilidad del sistema a largo plazo. Aunque la discusión sobre las pensiones siempre suele caer, de entrada, en el eterno tema del desmonte de algunos regímenes excepcionales y el freno al pago de mesadas exorbitantes cuyo reconocimiento fue anómalo, lo cierto es que estos dos temas -que obviamente deben ser corregidos en lo pertinente- son apenas dos flancos de una problemática más amplia. Por ejemplo, el bajo número de personas que cotizan para su pensión.