La revolución digital | El Nuevo Siglo
Jueves, 27 de Marzo de 2014

Utilizar  el acceso a Internet y todo el mundo de posibilidades que esa red virtual de tráfico de información, comunicaciones y contenidos ofrece, como fórmula para contribuir a que se vaya cerrando la brecha entre riqueza y pobreza. Ese fue el enfoque que un reportaje publicado días atrás en el prestigioso periódico norteamericano The Washington Post le dio a la revolución digital que se está registrando en Colombia y que tiene al frente al dinámico Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).

Y ya no se trata sólo de la cantidad de personas que en nuestro país tienen acceso a Internet sino a la tecnología móvil en este. Es más, poco eco se hizo días atrás de una noticia que debería ser dimensionada en su justa proporción: por primera vez en Colombia hay más suscriptores en Internet móvil que fijo. Las cifras son contundentes: al cierre del 2013 el país alcanzó un total de 4.563.644 suscripciones móviles y 4.497.678 fijas. A ello debe sumarse que hay más de 50 millones de abonados a telefonía móvil. Es decir, 106,7 líneas por cada 100 habitantes.

Pero en donde más se evidencia el alcance de la revolución digital que vive Colombia es en las conexiones a Internet de banda ancha: se pasó de 2,2 millones de conexiones en 2010 a 8,2 millones en 2013. Un crecimiento exponencial que muy pocos países en el mundo pueden presentar. La penetración de tecnologías de punta como el 4G también presenta indicadores muy positivos, pues al cierre del año pasado había 158.118 suscriptores a este servicio.

Sin embargo, todo ese avance debe ir paralelo a que los servicios que prestan los operadores privados y públicos cumplan un mínimo de requisitos de calidad, funcionabilidad, tarifas equilibradas, libre competencia y atención al usuario.

Es allí en donde resultan muy positivas las últimas disposiciones que se han dado en este campo, sobre todo desde el momento en que el Gobierno aceleró todas las medidas de rigor para mejorar la calidad en el servicio. Una política que tuvo ayer grandes noticias cuando el Ministerio de las TIC anunció que renovaba permisos para el uso del espectro a dos de las principales empresas prestadoras de telefonía e Internet  pero sujetas a mayores exigencias de calidad, conectividad a instituciones públicas y tarifas especiales sociales para los estratos 1 y 2.

Paralelo a la nueva normatividad en busca de mayor calidad, menores precios y nuevos servicios, también se decidió pasar de 3 a 10 operadores, además de avances en materia de portabilidad numérica, apertura de bandas y la eliminación de las cláusulas de permanencia que amarraban a los usuarios a determinada empresa a punta de descuentos en los equipos o las tarifas.

Otro dato clave aquí es que por el uso del espectro los operadores pagarán más de cuatro billones de pesos que serán invertidos en proyectos sociales del Plan Vive Digital como subsidios de Internet para familias de estratos 1 y 2 así como otros servicios para la población más necesitada o vulnerable.

Lo importante es que todo ese paquete de medidas, condicionamientos y compromisos anunciado ayer se cumpla a rajatabla. Tanto desde las esferas del Ejecutivo como de los entes de control se debe estar atentos, día tras día, a ello, con alertas tempranas ante el mínimo indicio de anomalía. Al igual que se hizo con los indicadores de educación, no sólo se debe trabajar en la ampliación de la cobertura sino de forma paralela en la calidad de la misma.

Colombia es ejemplo a escala internacional en materia de penetración de Internet, telefonía celular y demás tecnologías de servicios asociadas. También debe convertirse en sinónimo de exigencia y cumplimiento de estándares de calidad, funcionabilidad y costos. Vamos por buen camino y la clave está en mantener la ruta señalada.