Los retos del segundo semestre | El Nuevo Siglo
Martes, 1 de Julio de 2014

La  segunda mitad de este año, que arranca hoy, tendrá no pocos retos en distintos flancos. De entrada, es claro, están los ajustes propios de todo gobierno reelecto, en especial en lo relativo, no tanto a la agenda y los programas, pues éstos fueron expuestos suficientemente en la campaña, sino a temas más operativos como el recambio en el gabinete y otros altos cargos. Igual deberá ya aterrizarse en el país político el nuevo mapa derivado de las contiendas parlamentarias y presidencial, que se verá reflejado de forma más visible en la conformación de las mesas directivas del Senado y la Cámara de Representantes, así como en los proyectos y debates que vayan abriéndose paso en el Legislativo y aquellos que por no tener el suficiente respaldo ni eco en las mayorías  queden a medio camino. También es evidente que hay un amplio menú de reformas legales y constitucionales en el tintero pero sólo con el pasar de las semanas, y cuando se concreten los respectivos articulados, se podría ir viendo su viabilidad política y jurídica.

En el flanco económico los analistas sostienen que los principales retos están en la urgencia de apretar más las políticas macro y micro para evitar un desborde inflacionario y asegurar, como consecuencia, el repunte del PIB. También hay mucha expectativa en torno de lo que pueda pasar respecto al impacto que tenga en la economía el fenómeno climático deEl Niño, sobre todo en materia de precio de los alimentos y tarifas de los servicios de agua y energía. No menos importante será lo relativo a indicadores clave como costo de los combustibles, la hoja de ruta para fortalecer el dólar, el plan para reactivar exportaciones más allá del rubro petroquímico, el sendero de recuperación industrial, el pulso laboral que ya asoma por la resurrección de horas extras y sobrecargos por dominicales y hasta la reingeniería que asoma en varias instancias gremiales a las que la oleada de paros agrícolas dejaron mal paradas y con evidencias de desconexión y falta de vocería y credibilidad en sus respectivas bases.