Manejar tranquilos y seguros | El Nuevo Siglo
Miércoles, 21 de Diciembre de 2022

Alerta por aumento de la siniestralidad vial

* Las carreteras no son un ‘campo de batalla’

 

Este fin de semana comienza la llamada temporada alta en materia de festividades navideñas y de cambio de año. Luego de las tragedias en los últimos meses, las autoridades han lanzado múltiples llamados para que todos los actores viales transiten con la máxima precaución por la red de carreteras y lleguen seguros a sus destinos.

La alerta es mayor debido a que este año los índices de siniestralidad se han incrementado. Las estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial señalan que, con corte a octubre, un total de 6.577 personas perdieron la vida en accidentes en las carreteras. Esto representa un incremento del 14% con respecto al mismo lapso del año anterior. Ese décimo mes del año fue particularmente trágico, pues murieron casi 690 conductores, pasajeros, motociclistas, peatones y ciclistas, un 27,5% más que en el mismo lapso de 2021.

Lamentablemente el cierre del año ha estado marcado por muchos accidentes en las carreteras. Prueba de ello es que, según el reporte del Ministerio de Defensa, entre enero y noviembre la cifra de fatalidades en las vías ya iba en 6.735, en tanto que la cantidad de personas heridas superaba las 43 mil.

A ello debe sumarse que diciembre comenzó muy mal en esta materia, sobre todo por siniestros tan graves como el ocurrido en Pueblo Rico (Risaralda), en donde 34 personas fallecieron luego de que un deslizamiento arrastrara un bus y varios vehículos, convirtiéndose así en la mayor tragedia del año.

Pese a las múltiples campañas de prevención y de retenes en las vías, los  motociclistas continúan siendo los que mayor número de personas muertas y heridas aportan dentro de la accidentalidad en las carreteras. De hecho, constituyeron el 60% de las víctimas fatales entre enero y octubre, seguidos de los peatones, con el 21%. Esta situación se agrava en la medida en que las personas jóvenes son las más afectadas por la siniestralidad vial. Prueba de ello es que el 38% de los fallecidos tenía entre 20 y 35 años.

Como lo hemos reiterado en estas páginas, combatir las tragedias en las carreteras es una tarea de todos. Es imperativo que se instalen más retenes y cámaras de fotomultas y control de velocidad, tanto en las áreas urbanas como en las vías troncales. No menos urgente es que, por encima del beneficio que acaba de activarse, se implementen mecanismos más eficientes para detectar e inmovilizar los vehículos y motocicletas que no tienen al día el Seguro Obligatorio de Accidentes a Terceros (SOAT). Igual ocurre con el alto nivel de evasión a la revisión técnico-mecánica. Mientras estos dos flancos no sean atacados con mayor efectividad los siniestros en las vías no disminuirán de manera sustancial.

A todo lo anterior, deben sumarse las campañas para que conductores, pasajeros, ciclistas, motociclistas y peatones sean más responsables a la hora de transitar por las vías. Ya se ha advertido en distintos debates que se requiere una revisión a fondo del funcionamiento de las escuelas de conducción así como de los requisitos para conceder las respectivas licencias. De hecho, en estos momentos está en proceso un mecanismo amplio de refrendación de pases, que debe servir como un instrumento para ese objetivo.  

Por estos días la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) presentó la campaña “Podrías ser tú”, con la cual busca concientizar a todos los actores en las carreteras de actuar con ponderación y cautela, bajo el entendido de que no respetar las normas de tránsito puede causarles la muerte o heridas graves a personas como los mismos conductores, pasajeros o peatones. La idea es aumentar la percepción de la llamada “empatía vial” y que no se consideren las vías como campos de batalla o escenarios de actos de intolerancia.

Cercanos ya a las fechas en que no menos de siete millones de vehículos se movilizarán por las vías con ocasión de las festividades, el llamado continúa siendo el mismo: asegurar el buen funcionamiento de los vehículos, tener la documentación al día, manejar tranquilos, sin tomar riesgos, tampoco ingerir alcohol y, sobre todo, con la conciencia de que de lo que se trata es de descansar y pasarla bien, no de exponerse a tragedias, dolor y muerte.