Nueva apuesta mundialista | El Nuevo Siglo
Martes, 27 de Diciembre de 2022

* En marzo arrancan unas complicadas eliminatorias

* Colombia, a no confiarse en ampliación de cupos

 

 

Con el recuerdo aún fresco del espectacular partido de la final del Mundial de Fútbol de Catar, que terminó definiéndose a favor de los argentinos, es hora de empezar a pensar en el largo camino que debe recorrerse para la próxima cita orbital del balompié, que organizarán Estados Unidos, Canadá y México en 2026. De hecho, las clasificatorias comienzan ahora en marzo y se tiene previsto que en 2023 se jueguen no menos de diez fechas.

Como se sabe, este nuevo torneo global en suelo americano tendrá grandes novedades, la principal de ellas que no serán 32 las selecciones finalmente clasificadas, como acaba de ocurrir en el país árabe, sino que irán 48 conjuntos. Es decir, una de cada 4 asociaciones o federaciones de fútbol asociadas a la FIFA.

La Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) será una de las primeras en arrancar competencias eliminatorias que, en esta ocasión paradójicamente, tenderán a ser más disputadas por una circunstancia inédita: a la región, dentro del nuevo esquema ampliado de clasificados, le corresponden seis cupos directos (dos más que ahora) y podrá disputar uno más por la vía del repechaje. Esto quiere decir, que el subcontinente bien podría tener en el 2026 a siete equipos en la primera fase mundialista. En plata blanca, ello significa que solo tres selecciones quedarían por fuera.

Como se sabe, tras asistir a los mundiales de 2014 en Brasil y 2018 en Rusia, el conjunto de mayores colombiano no logró clasificar a Catar, en donde la representación estuvo en cabeza solo de Brasil, Argentina, Uruguay y Ecuador. Como se recuerda, Perú quedó quinta en las eliminatorias, pero perdió en el repechaje ante Australia.

Siendo claro que los cariocas y los gauchos no tendrían problema alguno para asegurar cupo, la pelea será por los restantes cuatro. Aunque el periodismo deportivo, tanto nacional como internacional, viene asegurando que dado el nivel de su fútbol y la calidad de sus jugadores la selección Colombia podría hacerse fácilmente a alguno de esos cuatro tiquetes, en este deporte las distancias se han recortado de manera significativa en la última década a nivel suramericano. De hecho, en la clasificatoria a Catar, el conjunto de nuestro país terminó en la sexta casilla. 

De cara a la próxima disputa, Uruguay es un candidato fuerte así no haya pasado de primera ronda en el mundial que acaba de terminar. Perú seguramente repetirá buena parte del plantel que fracasó en el último escalón para llegar a Doha. A su turno, Chile tiene en marcha un recambio generacional y siempre es un equipo aguerrido que pelea hasta el último minuto. Ecuador fue la sorpresa de las eliminatorias a Catar y tiene un equipo joven y bien aceitado que tendrá continuidad en esta nueva competencia. Paraguay también alista una nueva camada de jugadores ansiosos de volver a un mundial. Venezuela, por su parte, ve en la ampliación de cupos una oportunidad de oro para ir a su primera cita orbital, bajo las órdenes del experimentado José Pékerman. Bolivia, la tradicional cenicienta del balompié suramericano, no se le queda atrás.

Como se ve, nada más peligroso para Colombia que confiarse en que puede asegurar sin mayor problema un cupo al mundial de 2026. Por el contrario, la apuesta no debe ser otra que empezar a sumar desde el primer partido, que será antes de tres meses. Se puede decir que frente a algunas selecciones que aún no escogen entrenador, la tricolor tiene ya un técnico que, como el argentino Néstor Lorenzo, conoce muy bien el fútbol criollo, pues fue mano derecha de Pékerman, timonel de las clasificaciones a Brasil y Rusia. El nuevo estratega se mantiene invicto en los amistosos disputados hasta el momento y ha logrado combinar en sus nóminas jugadores de trayectoria con sangre joven, pero con muchas ansias de triunfo.

Lo importante es que Federación, cuerpo técnico y jugadores se concentren en este nuevo reto futbolístico. Es claro que hay calidad, talento y afición suficientes para ir al próximo mundial. Sin embargo, es urgente corregir muchos y graves errores deportivos y dirigenciales cometidos en la anterior eliminatoria. Las diez fechas de 2023 en esta larga clasificatoria son claves para irse posicionando en la tabla y no terminar, dentro de dos años largos, en medio de urgencias y dependiendo de terceros, como pasó con el angustioso y fallido camino a Catar.