* Santos y Time
* Política exterior de Colombia
CASI desde el momento mismo en el cual Juan Manuel Santos salió electo como Presidente de la República tuvo la osadía de dar un vuelco a la política exterior de Colombia, como de efectuar una ambiciosa ofensiva para vender una nueva imagen del país en el exterior. Se recuerda su inmediato viaje a Europa y las reuniones que mantuvo, entre otros, con los gobernantes de Francia y del Reino Unido, Nicolás Sarkozy y David Cameron, lo mismo que en España con el rey Juan Carlos y el presidente Rodríguez Zapatero. Por su larga trayectoria en el periodismo y en la función pública, como el haber desempeñado varias carteras ministeriales en coyunturas difíciles para el país, la experiencia de salir avante por su firmeza y decisión como ministro de Defensa en duro combate contra la subversión, la familiaridad y la agudeza en el trato con los jefes de Estado de las potencias, le han permitido mantener un diálogo fluido con éstos, lo mismo que con sus colegas de la región, sin importar su filiación ideológica, como es el caso de Sebastián Piñera, Fidel Castro y Hugo Chávez. Consecuencia de los avances diplomáticos con esas y otras personalidades consiguió que Colombia entrara a jugar en los organismos internacionales de la región con peso propio.
Esa vocación de poner en alto el nombre de nuestro país, de defender con ardor nuestros intereses y de combinar su política exterior mostrando las grandes ventajas para invertir en Colombia, ha estado sintonizada con la fiebre de la llegada de capitales a buscar jugosas ganancias en la industria petrolera y el sector minero, lo que ha llevado a un incremento sustancial de inversionistas foráneos, lo mismo que su empeño en finiquitar las negociaciones del TLC con Estados Unidos y la UE. Sin descuidar la lucha contra la subversión, que le ha permitido a nuestras Fuerzas Armadas dar resonantes partes de victoria en la eliminación de famosos cabecillas de las Farc. La prensa internacional ha registrado sus grandes logros nacionales e internacionales; no es de sorprender que la revista Time lo tenga en su portada en ocasión de la VI Cumbre de las Américas, lo que no sucedía quizás desde los tiempos del protagonismo revolucionario de Fidel Castro. Se dice que los hechos más sobresalientes de lo que pasa en el mundo son registrados por Time, sobre lo que no cabe la menor duda.
Es para el presidente Santos no solamente un honor, sino un gran reto y responsabilidad, puesto que eso indica la gran credibilidad que le dan en el exterior y la importancia con la que se mide su gestión. Y para Colombia es un motivo de regocijo que se destaque su gestión por tan influyente y prestigioso medio de comunicación.
Los presidentes Barack Obama y Juan Manuel Santos han mostrado una gran empatía en temas cruciales de política exterior, esa sintonía fortalece la postura de Colombia que, desde los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, ha fortalecido cada vez más los lazos que nos unen en la lucha contra el terrorismo y por el desarrollo económico. En la actualidad se ha convertido China en nuestro primer comprador en el exterior y ya se considera a nuestro país como un potencial miembro de las grandes ligas de exportadores de petróleo, dado que se espera que al ritmo que va la producción y las exploraciones, muy pronto duplique la producción. El Gobierno se la juega por redistribuir las regalías de una manera inteligente y productiva, del éxito de esa política pende parte del futuro nacional. Es la hora de desnarcotizar definitivamente las relaciones exteriores. El mundo ha cambiado y hoy media Europa está en crisis, mientras que Estados Unidos sale del bache; se puede decir que con la aparición de Juan Manuel Santos en la portada de Time se reconoce el nuevo papel y el nuevo trato que se le deben dar a Colombia, como la segunda economía de la región después de Brasil.
El peso de Hispanoamérica en el mundo es cada vez mayor, la VI Cumbre de las Américas muestra una región que tiende a actuar mancomunadamente, en donde se respeta la política exterior de cada país y se pueden tener relaciones y acuerdos conjuntos para conseguir ventajas exponenciales para nuestros intereses. Sin duda, en tales circunstancias le corresponde a Colombia y al presidente Juan Manuel Santos un papel primordial, como puente con Estados Unidos y los países americanos, en tanto seguimos siendo los aliados más firmes de esa potencia, con pruebas inequívocas de lealtad que muestran una política exterior positiva, firme y coherente.