TLC con EU: ¿ahora sí? | El Nuevo Siglo
Lunes, 3 de Octubre de 2011

* Obama envió tratados a Congreso 

* Cinco años de muchas frustraciones 
 
 
 
Si se tuviera que hacer la cuenta de cuántas veces en los últimos cinco años se ha hablado de la inminencia de la ratificación en el Congreso de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre los gobiernos Uribe y Bush a finales de 2006, el resultado podría llegar, sin exagerar, al centenar. Es más, desde que el presidente Barack Obama llegó a la Casa Blanca en enero de 2009, en decenas de ocasiones se dijo que era la hora para que ese visto bueno legislativo se diera de una vez por todas. Pero fueron pasando los meses y nada. 
 
 
Cuando sobrevino el cambio de gobierno en Colombia, también se especuló que Estados Unidos honraría ahora sí la palabra empeñada con el país que siempre ha considerado como su principal socio geopolítico en todo en Latinoamérica. El presidente Santos ya superó un año en el poder y el acuerdo comercial sigue igual que hace un quinquenio: en el limbo.
 
No menos paradójica ha sido la evolución de las circunstancias de tiempo, modo y lugar que se han atravesado en el tortuoso y fallido proceso de ratificación en el Senado y la Cámara norteamericanos.
 
Al comienzo se habló de una fuerte oposición de los congresistas republicanos y demócratas por los altos índices de inseguridad sindical en nuestro país. Luego el tema fue evolucionando a las implicaciones de escándalos en Colombia como los de parapolítica, chuzadas y falsos positivos. La situación se encauzó después en que Obama había ‘heredado’ una economía en crisis y que su prioridad debía ser poner la casa en orden, sobre todo con el drástico efecto de la debacle financiera internacional. 
 
Ya en tiempos recientes fue la política doméstica la que impidió que los reiterados apoyos discursivos de la Casa Blanca a los TLC con Colombia, Panamá y Corea del Sur se concretaran en un aval definitivo. El arranque tempranero de la campaña presidencial y los pulsos entre demócratas y republicanos en el Congreso por temas como la prórroga de un programa de ayudas a trabajadores estadounidenses afectados por el libre comercio, conocido como TAA por sus siglas en inglés, volvieron a empantanar la discusión.
 
No obstante, desde mediados de este año la Casa Blanca y los líderes partidistas en el Legislativo estadounidense venían dando muestras de que el guiño a los TLC era inminente, no sólo porque parecía abrirse paso un pacto sobre el TAA sino por la presión interna del sector privado que ve con preocupación cómo muchos mercados naturales de intercambio comercial se están perdiendo por la forma en que Europa y Asia se abren paso en Latinoamérica.
 
En las últimas semanas, en medio de la incertidumbre financiera internacional y el temor a un nuevo pico recesivo global, Obama venía reiterando que estaba listo para enviar al Congreso los tres tratados pendientes de ratificación. Y ayer, por fin, tras una reunión con su gabinete, decidió dar ese paso definitivo.
 
¿Hay razones para ser optimistas? Dados los antecedentes generados desde el 2006, es claro que la cautela es la primera percepción en Colombia. Sin embargo, en los círculos políticos de Washington se afirma que no hay reversa pues republicanos y demócratas ya tienen listos los acuerdos para empujar simultáneamente los TLC y el TAA. Es más, se indica que Obama quiere que todo este proceso avance rápidamente debido a una visita a mediados de este mes del Presidente de Corea del Sur.
 
Habrá que esperar la evolución de los acontecimientos en los próximos días. Enviados los acuerdos al Congreso, viene un complicado proceso en la Cámara y luego el Senado. Por lapso límite el humo blanco tendría que darse antes de tres meses, aunque en Washington hablan de un trámite expedito que incluso permita un sí a mediados o finales de octubre. Por lo pronto lo más aconsejable es ser moderadamente optimistas.