¿Un Legislativo ausente? | El Nuevo Siglo
Sábado, 14 de Marzo de 2015

La  próxima semana se reinicia la legislatura parlamentaria. Y lo hace en medio de un ambiente político y judicial muy caldeado. Como siempre ocurre por estas calendas, se pone sobre la mesa el viejo y desgastado debate en torno de si la pausa legislativa que va desde la tercera semana de diciembre hasta la mitad de marzo no sólo es muy larga, sino que le quita vocería y protagonismo al poder Legislativo.

Sin caer en la controversia subjetiva respecto de si estos tres meses se pueden considerar como ‘vacaciones’ para los senadores y representantes o, en realidad, son un tiempo que los parlamentarios aprovechan para conocer las necesidades de sus electores y preparar proyectos y debates al respecto, lo cierto es que este arranque de 2015 ha sido muy movido en temas relacionados con el proceso de paz, la crisis judicial, altibajos económicos, escándalos de corrupción y dilemas diarios de la ciudadanía que en no pocas ocasiones se plantea solucionar por la vía de proyectos de ley y reformas constitucionales que se ponen sobre la mesa como una clara reacción epidérmica. A ello se suma que por ser la primera legislatura del cuatrienio gubernamental, debe arrancar el debate al Plan Nacional de Desarrollo, que es nada menos que la hoja de ruta de la gestión oficial. Si bien se cita a sesiones extraordinarias para comenzar el análisis, la mayor carga del trabajo recae en las comisiones económicas conjuntas y no en todo el Congreso, como debería ser, dada la importancia de la norma en estudio.

Aunque los congresistas han opinado de todo cuanto ha ocurrido en este accidentado inicio de 2015, es claro que el escenario del Capitolio no sólo tiene un mayor peso institucional, sino que le da la sensación a la ciudadanía de que sus parlamentarios están actuando frente a las distintas coyunturas.

Un senador había planteado meses atrás un proyecto que buscaba acortar esta pausa legislativa de tres meses. La iniciativa no tuvo mayor eco ni voluntad política para sacarla adelante. Sería bueno que se repensara en esa idea, toda vez que está visto que con un poder judicial en crisis y un Ejecutivo preponderante, el Legislativo no puede seguir por un lapso tan largo en una especie de calma chicha…