Una acción bárbara, cobarde y delirante | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Septiembre de 2014

Nada más cobarde, repudiable y violatorio del Derecho Internacional Humanitario que lo hecho por presuntos guerrilleros del Eln que ayer asesinaron, utilizando francotiradores, a dos trabajadores que operaban una retroexcavadora en un sector de la vereda Villa Nueva, en Teorama, región del Catatumbo, en Norte de Santander. Las dos víctimas laboraban para una empresa contratista de Ecopetrol y fueron abatidos a sangre fría.  

Acciones como estas evidencian hasta qué punto el conflicto armado en Colombia continúa rozando los límites de la barbarie y la deshumanización ¿Qué podrá pasar por la mente de los cabecillas subversivos que dieron la fatal orden y la de los guerrilleros que dispararon para matar a dos personas que lo único que estaban haciendo era trabajando, sin armas, concentrados en su labores y con la tranquilidad propia de quien se está ganando la vida de forma legal y esforzada? ¿Acaso la guerrilla cree realmente que existe alguna forma de tratar de ‘justificar’ asesinatos como estos en total estado de indefensión de civiles inermes? ¿Es este el Eln que está buscando que se les abra la ventana para un proceso formal de paz? ¿Y si éste estuviera ya vigente, con qué cara y argumentos responderían sus eventuales negociadores ante la prensa internacional sobre por qué asesinaron a sangre fría a dos humildes trabajadores? ¿Acaso en el delirio discursivo que muchas veces distingue a la subversión, los cabecillas del Eln creen realmente que hay alguna forma de tratar de enmarcar este clase de asesinatos infames y bárbaros como una ‘acción legítima’ de una facción armada sublevada contra el Estado? ¿Existe alguna diferencia entre el ataque de un francotirador, agazapado en la cobarde distancia, contra dos trabajadores inocentes, y las dantescas escenas de degollamiento de periodistas y trabajadores humanos por parte de grupos radicales islámicos?