La academia colombiana no se detiene. Por ejemplo, la utilización de consorcios microbianos (Microalgas-Bacterias) en los últimos años ha conseguido avances significativos en campos como los de la salud, cosmética e incluso en el tratamiento de aguas residuales, entre otros.

Varias instituciones de educación superior realizan investigaciones al respecto. Es el caso de la Universidad de Cundinamarca que adelanta un proyecto sobre “Desarrollo y aplicaciones de Consorcios Microbianos para la solución de problemas ambientales haciendo bioplásticos biodegradables”.

Según ese claustro, esta iniciativa optimiza las ventajas que ofrece el municipio de Girardot en materia de temperatura y humedad para la remoción de contaminantes y de nutrientes para la generación de biomasa. A partir de ese proceso de biorremediación, que usa microorganismos, hongos, plantas o las enzimas derivadas de ellos para recuperar un medio ambiente alterado por contaminantes y devolverlo a su condición natural, se hacen bioplásticos que no son perjudiciales para el medio ambiente. Esto mediante la generación de PH, utilizando la cédula entera como un biorrelleno.

De acuerdo a los investigadores, el uso desmedido de plásticos de un solo uso (que empezó esta semana a ser fuertemente restringido en Colombia) genera muchos problemas de contaminación, especialmente en las aguas residuales agroindustriales, las cuales tienen un alto contenido de nitrógeno y fósforo que afectan la calidad del vital líquido y llevan a fenómenos como la eutrofización, que disminuye los niveles de oxígeno y, por ende, se afecta el ecosistema.