“Petro no hace, pero tampoco deja hacer”: Baena | El Nuevo Siglo
JUAN BAENA, presidente del Concejo de Bogotá. /Cortesía prensa Juan Baena
Viernes, 8 de Noviembre de 2024
Redacción Bogotá

EL NUEVO SIGLO: Faltando dos meses para que termine el primer año de este Concejo, ¿qué responde a quienes dicen que la productividad no ha sido la más alta?

JUAN BAENA: Se me hace muy extraño que digan eso porque sacamos el Plan de Desarrollo en tiempo récord, elegimos además al personero de Bogotá también en tiempo récord, sacamos un cupo de endeudamiento y el resto de tiempo hemos hecho debates de control político.

De hecho, hemos realizado hasta sesiones simultáneas, algo que el Concejo nunca en su historia había hecho. Estoy seguro que el Concejo de Bogotá ha adelantado más de 100 o 120 debates en lo que lleva del año, si se compara esa productividad con el Congreso, yo creo que nosotros en debates de control político muy fácilmente pasamos por encima de los debates de control político de Cámara y de Senado juntos.

ENS: ¿Cómo ve el debate en torno al cupo de endeudamiento que se le aprobó a la Administración?

JB: Nos fue muy bien, sacamos un cupo de endeudamiento de 13 billones de pesos, la ciudad los necesita. Todos los sectores políticos de esta ciudad piden ejecución en las políticas sociales, de seguridad, en las obras o en las acciones que tienen que ver con infraestructura.

Para poder tener ejecución necesitamos dinero, el compromiso de la Administración debe ser ejecutar esos recursos de manera eficiente y rápida. Por supuesto que no haya corrupción. Ese tiene que ser el compromiso de la Administración. El Concejo le está cumpliendo a la ciudad y le está cumpliendo al alcalde Galán habiéndole entregado un cupo de 13 billones de pesos.

Ahora la Administración tiene que cumplirles a los bogotanos con obras para la ciudadanía, para que nos podamos mover mejor, con inversión en seguridad, con mejores resultados en materia de seguridad, de educación. Estaremos en el Concejo pendientes de que esos recursos se ejecuten bien.

ENS: Desde los partidos de oposición se dice que este Concejo no ha hecho mayores debates de control político a la Administración, ¿qué responde?

JB: La oposición ha tenido más debates de control político que cualquier otro partido. La oposición es solo el Pacto Histórico, y ellos han tenido debates de oposición prácticamente todos los meses, como además nos lo pide la ley.

Además de los debates de oposición en plenaria, han tenido también debates en las distintas comisiones. Por otra parte, el régimen laboral del Concejo de Bogotá es bastante arduo.

Nosotros sesionamos 20 veces al mes durante los 12 meses del año y todo el tiempo estamos haciendo debates de control político. Cuando no estamos haciendo debates de control político es porque estamos tramitando el Plan de Desarrollo, porque estamos trabajando presupuesto o porque estamos tramitando el cupo de endeudamiento, pero de resto estamos concentrados en debates de control político.

ENS: ¿Cómo analiza la constante injerencia del presidente Petro y sus ministros en temas de la capital del país?

JB: Como lo interpretan todos los bogotanos y colombianos, es un presidente que no hace, pero que tampoco deja hacer. Fue alcalde de Bogotá, tuvo la oportunidad de solucionar, por ejemplo, el problema de la autopista Norte y no lo hizo, pero se opone en cambio a punta de demandas y de un ambientalismo populista a todas las obras de Bogotá.

Se le ha atravesado al metro, a la avenida Boyacá, a la autopista Norte, a la calle 13, se le atraviesa absolutamente a todas las obras de Bogotá y eso por supuesto hace que se frenen cosas.

El tema del presidente Petro es muy complicado, porque responde a ideologías políticas y no a decisiones urbanísticas tomadas de una manera técnica. Eso lo estamos sufriendo los bogotanos, Bogotá está embotellada precisamente porque absolutamente a todas las decisiones importantes y gerenciales de ciudad, pues se le opone.

Es muy difícil gobernar teniendo un presidente de Colombia que se cree alcalde de Colombia o de Bogotá.

ENS: Más allá de la emergencia, ¿qué se debe hacer con el cuello de botella en torno a la movilidad en la autonorte?

JB: Tenemos que hacer muchas cosas, por ejemplo, ejecutar los recursos, que la ANLA dé los permisos, al igual que el Ministerio de Ambiente. Hay un falso dilema entre existir como humanos y no poder convivir con la naturaleza o con el planeta. Yo creo que sí lo podemos hacer, pero para eso no hay que atravesarse en absolutamente todo.

Tenemos tecnología e ingeniería que logra respetar al ambiente para que coexistan con las ciudades. Entonces, por ejemplo, la autopista Norte lleva más de 60 años hecha, y ahora que tenemos lluvias constantes y fuertes precipitaciones, atacan al alcalde Galán porque en 7 meses no ha solucionado el problema.

Me parece un poco curioso, por no decir chistoso, porque es que está listo el concesionario, pero no ha podido arrancar precisamente por los permisos de la ANLA y del Ministerio de Ambiente.

Lo que se debe hacer por la movilidad es ejecutar la plata, que los contratistas entreguen rápidamente las obras para que podamos avanzar. Es que el rezago vial de Bogotá es gigantesco, hay trancones no porque haya demasiados carros, sino porque no hay infraestructura vial porque las administraciones se han demorado en hacer y entregar esa infraestructura.

ENS: ¿Cuál es la mayor limitante hoy para combatir el problema de inseguridad en la capital del país?

JB: La inseguridad hay que entenderla desde dos lugares. Lo primero es que la inseguridad es un problema estructural que tiene que ver con educación, con falta de oportunidades, con muchísimas situaciones. Cuando un problema es estructural, hay que atacar desde distintas dimensiones.

Eso no se soluciona de la noche a la mañana, hay que trabajar, trabajar y trabajar para comenzar a planear a largo plazo el cómo mejorar. La otra dimensión desde la que también hay que mirarla, es que hay que asumir y adoptar estrategias de choque.

Por ejemplo, que el delincuente sea cogido, sea apresado y reconocido rápidamente, que se lleve por la Fiscalía a donde un juez, sea judicializado y efectivamente cumpla una condena. Por otro lado, que en esas cárceles vivan realmente un proceso de resocialización con la sociedad.

Muchas veces los delincuentes van a las cárceles y terminan allá haciendo maestrías en el crimen. Todo eso hay que vigilarlo, hay que atacar los problemas estructurales y también tener estrategias de choque para que el criminal sepa que si la hace la paga.

ENS: ¿La extorsión le está ganando la partida a las autoridades y victimizando cada día a más personas?

JB: En Colombia hay un disparo gigantesco de inseguridad, hay bandas criminales tomándose nuevamente el territorio colombiano, tenemos disidencias tomándose el territorio colombiano y eso por supuesto tiene un efecto directo en la extorsión en las ciudades.

Estamos muy preocupados viendo cómo Colombia es un lugar con más hectáreas de coca cultivada, con más presencia de bandas criminales, en donde está perdiendo territorio, el Estado y en consecuencia por supuesto su institucionalidad.