En 2024 debilitamos organizaciones criminales que estaban arraigadas: secretario de Seguridad | El Nuevo Siglo
César Restrepo, secretario de Seguridad. / EL NUEVO SIGLO
Viernes, 7 de Febrero de 2025
Redacción Bogotá

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo recibió la Administración de Carlos Fernando Galán la seguridad en Bogotá? 

CESAR ANDRÉS RESTREPO: El gobierno de Carlos Fernando Galán recibió una ciudad en la que se estaba desarrollando la estructuración de una criminalidad organizada que tenía por objetivo el control de algunos territorios y la estructuración de diferentes líneas de negocios criminales a través de los cuales, además de generarse violencia, sobre todo se estaban aumentando las rentas criminales.

También recibimos un sistema de seguridad desarticulado en el que no había dialogo, cooperación y confianza entre las instituciones. Y adicionalmente encontramos una ciudad con unas capacidades deterioradas, con las funciones de seguridad, convivencia y justicia desfinanciadas, y con un sistema institucional que se estancó en su desarrollo por atender los desafíos del día a día. Eso era Bogotá en enero de 2024. 

ENS: ¿Y qué es Bogotá hoy, comparativamente con ese enero del 2024 que describió? 

CAR: Bogotá hoy es una ciudad que logró recuperar la articulación en el sistema de seguridad y justicia. Todas las entidades, el Ejército, la Policía, la Fiscalía, Migración Colombia, Medicina Legal, nuestra secretaría y la de Gobierno, logramos trabajar de manera integrada para construir de nuevo un ambiente de seguridad sostenible. 

El alcalde planteó, en el Plan Distrital de Desarrollo y en las políticas de los diferentes sectores, el principio de que la seguridad sólo será el resultado de la integración de los esfuerzos de toda la Administración para cambiar los factores que les ofrecen ventajas y oportunidades a los criminales, a los violentos y a los ciudadanos incívicos. 

Desde ese punto de vista, este primer año de gobierno se trabajó no solamente en la integración de todos los actores del sistema de seguridad, sino en poner todos los demás servicios de la ciudad al servicio de la transformación de las condiciones que propician y dinamizan la inseguridad. Ya estamos trabajando unidos y con confianza. 

Capacidades y financiación 

ENS: ¿Cómo encontraron los recursos y las capacidades de seguridad? 

CAR: Muy deteriorados. El 2024 fue muy difícil, porque nos dejaron solamente $8.000 millones para inversión. Si uno divide esa cifra en el número de habitantes, se dará cuenta de cuánto proyectó el último año del gobierno anterior que debía asignarse en inversión a cada uno de los ciudadanos: $1.000 en seguridad. Esto pone en evidencia por qué algunos de los indicadores de seguridad se deterioraron. Eso es lo que pasa cuando no se invierte en seguridad ni en capacidades de seguridad: se les da ventaja a los criminales. Y en el 2023 se redujo la inversión en $52.000 millones. 

Lo que hizo Carlos Fernando Galán en cuanto a las capacidades fue, primero, darnos la instrucción de gestionar ese mínimo recurso para hacer sostenibles las capacidades en las mejores condiciones posibles y, segundo, ir al Concejo de la ciudad y pedir un aumento en los recursos para seguridad, que fuera superior al 60 %.

ENS: ¿En cuánto quedaron dichos recursos para seguridad? 

CAR: Llevamos los recursos del cuatrienio en seguridad a $3,5 billones. Eso significa que para el 2025 la inversión será de $152.000 millones, $144.000 millones más que en 2024. 

ENS: ¿Cuál es la meta macro para mejorar las capacidades de seguridad?

CAR: La Administración, en su primer año, aseguró los recursos para cambiar la tendencia de desinversión y deterioro de las capacidades, y gestionó su debilidad y deterioro. Ahora, una vez que recibió el recurso aprobado en el Plan de Desarrollo, este año comenzará con un proceso de fortalecimiento de las capacidades, en un principio fundamentado en recuperación, no en expansión. 

No podemos expandir capacidades si no solucionamos problemas como el siguiente, por darle un ejemplo: el 1.° de enero recibimos un parque automotor para seguridad que puede alcanzar el 60 % de obsolescencia durante este gobierno. Para expandir la movilidad de la seguridad (motos, patrullas, paneles, etc.), primero tenemos que reemplazar el 60 % del parque, ya envejecido y con exceso de uso. 

En síntesis, en 2024 gestionamos el deterioro, en 2025 lo recuperaremos y ya entre el 2026-2027 pensaremos en cómo vamos a aportar a la creación de nuevas capacidades, pero este año en particular, que tenemos el recurso disponible, vamos a poner las capacidades en punto. 

ENS: Y si tuviera que escoger una sola, ¿cuál sería la principal meta que tiene la cartera de Seguridad para el 2025?

CAR: La delincuencia ordinaria. Esta delincuencia casi que hace parte de una cultura de la ciudad que ha tenido unos comportamientos históricos comunes, pero que se ha vuelto más violenta. Nosotros tenemos el grandísimo reto de debilitar la delincuencia ordinaria de forma significativa este año. Como se debilitó la delincuencia organizada en el 2024, así debe ser.  

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En promedio la ciudad tiene entre 16.000 y 16.500 policías en pie de fuerza / EL NUEVO SIGLO

Desarticulación de organizaciones criminales 

ENS: ¿Cuál diría que fue el gran avance en materia de seguridad para Bogotá en 2024?  

CAR: Al evidenciar un subregistro de denuncias, desde el día uno comenzamos con la promoción de la denuncia de los delitos y eso nos llevó a que las denuncias por extorsión tuvieran un crecimiento exponencial de un 150 %.

Ese aumento en las denuncias nos permitió caracterizar muy bien el fenómeno de la extorsión y dirigir los esfuerzos operacionales sobre los núcleos en los que esas organizaciones estaban arraigándose. 

Por eso la Policía Metropolitana y el Ejercito Nacional nos ayudaron en la intervención de la ciudad, pero en particular en áreas de Kennedy, Bosa y Ciudad Bolívar, en donde fueron golpeadas más de 400 estructuras criminales y se capturaron más de 300 líderes o coordinadores de delito.

Entonces, nosotros recibimos una ciudad con un proceso de fortalecimiento y arraigo de las organizaciones criminales, pero en 2024 fueron debilitadas. En este sentido, yo tengo que agradecerle y reconocerle al alcalde el valor por querer resolver el problema y no mostrar números buenos como un principio general de la conversación en seguridad. Es decir, él tomó decisiones que a corto plazo se pueden ver como un deterioro de las condiciones de seguridad, pero lo que realmente estamos haciendo como administración es conocer las verdaderas condiciones de seguridad, única forma de resolver los problemas de manera estructural. 

ENS: ¿Y en lo relativo a organizaciones criminales como el 'Tren de Aragua' y 'Satanás'? 

CAR: Como lo indiqué, los golpes a la delincuencia, liderados por la Policía y la Fiscalía, fueron contundentes. Al 31 de diciembre de 2024 fueron capturadas más de 30.000 personas por diferentes delitos y se impactó a 454 organizaciones criminales, especialmente contra el ‘Tren de Aragua’ y ‘Satanás’. De hecho, 32 de sus cabecillas y 24 de sus integrantes, respectivamente, fueron capturados y están en prisión.

También fueron desarticuladas varias bandas criminales, como ‘Los del Sendero’, dedicados al hurto en los cerros orientales; ‘Los Marcadores’, dedicados a hurtos a restaurantes; ‘Los Sombras’, dedicados al ‘paseo millonario’; ‘Los Telefonistas’, dedicados a la extorsión, entre otras organizaciones.

Indicadores

ENS: Los homicidios se dispararon. ¿Cómo explican este aumento? 

CAR: El homicidio aumentó un 11 %, pero tiene una explicación: no hay forma de que las instituciones combatan el crimen sin que haya una reacción violenta de los sistemas criminales. Eso fue lo que ocurrió en el 2024. Esos indicadores se pueden mantener estables o disminuir si no se molesta al crimen, pero eso no ofrece seguridad. Ir contra el crimen, como lo hicimos y lo estamos haciendo, genera un desorden del sistema criminal que genera, precisamente, una reacción criminal. 

El pico más alto de homicidios lo tuvimos en el mes de septiembre de 2024, con alrededor de 130 homicidios (el septiembre más malo en una década), y fue la respuesta a que golpeamos muy duro a las organizaciones. No obstante, desde ese mes hasta enero de 2025 venimos en una bajada sostenida de los homicidios, recuperando la ruta de descenso. Si logramos, a final de este año, una reducción de los homicidios, habremos logrado empezar a ponernos más adelante del crimen y ese es nuestro objetivo. 

ENS: Pero, entonces, ¿el crimen sigue más adelante que la institucionalidad? 

CAR: Lo que pasa es que Bogotá no es una isla, ni un planeta ni un país. Esta ciudad está inscrita en una nación en la que el crimen, hoy por hoy, va a la ofensiva. En ese sentido, una de las cosas más interesantes que está liderando el alcalde es ir contra el ciclo de deterioro de la seguridad, mientras que en la nación la seguridad se está deteriorando día a día. 

Acá hay una firme convicción de que la seguridad no se puede seguir deteriorando y todo nuestro trabajo es para ser anticíclicos a este respecto. No obstante, las presiones externas sobre Bogotá aumentan diariamente y por eso estamos enfocados en frenar, en transformar y en ponernos adelante. Ese no es trabajo de un día. Es el trabajo para estos cuatro años. 

ENS: ¿El hurto aumentó o disminuyó? 

CAR: Las denuncias por hurto, por todos los tipos de hurto, cayeron y eso no pasaba hace una década. Sin embargo, nunca se sabe, a ciencia exacta, el total de casos de los delitos ocurridos y por eso reitero: la Administración necesita que la ciudadanía denuncie. 

Eso es lo que nos ha ayudado a golpear las organizaciones delincuenciales, porque además de activar el proceso jurídico, a la Secretaría, a la Policía y a la Fiscalía les da un elemento adicional: nos permite saber qué está detrás de un hecho que en la estadística queda registrado como “hurto a celular” o lo que corresponda. Con la denuncia sabemos quién lo comete, cómo, en dónde, a qué hora, etc. En la suma de varias denuncias vemos con claridad la enfermedad y por consiguiente sabemos cómo atacarla. En la medida en que la gente no se acerque a denunciar, tendremos siempre un panorama incompleto de qué es lo que está pasando. 

Por eso, con el propósito de seguir fortaleciendo los mecanismos de denuncia, en el 2024 apoyamos a más de 1.110 personas en el acompañamiento de denunciar a través del programa que probamos el año pasado: Asistencia Integral a la Denuncia (AIDE), equipo que será fortalecido en el 2025.

ENS: ¿Cuál es la situación actual de la seguridad en Transmilenio? 

CAR: En Transmilenio hubo una disminución de por lo menos el 25 % de los hurtos. Recordarán ustedes que en años anteriores el Transmilenio era la columna vertebral del hurto. Ahora, ¿qué hicimos? La operatividad de la Policía del sistema de transporte público se transformó y comenzamos a recuperar espacios en el sistema, cosa que no pasaba hacía años, como la estación de Ricaurte. 

En este punto cayeron las denuncias de hurtos en 2024 en forma sustancial y seguiremos recuperando el sistema para los ciudadanos. La recuperación de estas estaciones no es solo un asunto de seguridad: es un asunto, en particular, de mejorar la gestión de los riesgos para las personas que usan el sistema y para quienes trabajan en lo mismo. 

ENS: ¿Qué estrategia tienen alrededor del hacinamiento en las URI y estaciones de Policía? 

CAR: Tenemos tres líneas de acción: desarrollo de infraestructura, descongestión de lo procesal y apoyando a la reforma del sistema penitenciario y carcelario que desarrolló Asocapitales.

Bogotá tiene la Cárcel Distrital, única sin hacinamiento en Bogotá, y no vamos a permitir hacinarla. A ese respecto, en el tercer trimestre de este año comenzaría la construcción de una segunda cárcel para llevar los cupos de la ciudad a esas instalaciones y esperamos tener, al final del gobierno, 4.000 cupos, que son las proyecciones de los que necesita la ciudad. Esos cupos esperamos cubrirlos con la nueva cárcel, con los centros especiales de reclusión, dos instalaciones de nivel intermedio con 217 cupos (esperamos meterle 250 cupos más). 

Eso, por una parte, porque la infraestructura no soluciona el problema. Tenemos una segunda línea: la Subsecretaría de Justicia está dedicada a desatar los nudos en los procesos para que sean mas rápidos y la rotación sea de menor tiempo. Hemos encontrado en las URI y estaciones a personas que llevan cuatro años allí porque se perdió en ese proceso. 

En 2024 trabajamos con el Consejo Superior de la Judicatura para desarrollar toda la información que nos permita desatar estos procesos y estamos trabajando con las cortes de manera muy estrecha. Le ofrecimos capacidades a la Rama Judicial y les propusimos la creación de unas unidades móviles para que los jueces hagan la descongestión al lado de las URI y estaciones. Estamos en negociaciones. 

ENS: ¿Cuál es la proporción del pie de fuerza con la población de Bogotá?

CAR: En promedio la ciudad tiene entre 16.000 y 16.500 policías en pie de fuerza, es oscilante, y seguimos insistiendo en que toda Colombia y sus líderes están retrasados en asumir con responsabilidad el debilitamiento de las capacidades militares y policiales, y hacer un pacto de nación para la recuperación, en el menor tiempo posible, de un déficit de más de 100.000 policías en pie de fuerza.

Fortalecer el pie de fuerza en Bogotá es una solución relativa: la mayoría de los problemas que revientan en Bogotá se incuban por fuera de la misma. Esta es una ciudad que, recordemos, tiene 8 millones de habitantes permanentes, a los cuales se le suman diariamente entre 2 y 3 millones más de la periferia.