La Alcaldía de Medellín, a través de la Comisión para la Seguridad, Comodidad y Convivencia del Fútbol, confirmó el cierre temporal del estadio Atanasio Girardot tras los disturbios violentos que tuvieron lugar durante el partido entre Atlético Nacional y Junior el pasado 27 de septiembre.
Las medidas incluyen la inhabilitación del escenario por dos fechas y cuatro más para la tribuna norte, además de la prohibición del uso de "trapos" por el mismo periodo.
El alcalde Federico Gutiérrez anunciará oficialmente estas sanciones, que responden a los enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos, y que buscan frenar este tipo de violencia en el fútbol. Adicionalmente, se aplicará un cierre de fronteras, lo que significa que los aficionados visitantes no podrán asistir a los partidos que Atlético Nacional juegue como local durante el resto de la liga y todo el año 2025.
La decisión fue tomada tras una revisión exhaustiva de más de ocho horas de grabaciones, con el fin de identificar a los responsables de los disturbios. En este proceso, se investigará especialmente a los miembros de la barra "Banda Pirata", quienes, si son identificados, podrían enfrentar una prohibición de ingresar a los estadios por un periodo de tres años.
Por su parte, Atlético Nacional emitió un comunicado oficial en sus redes sociales condenando los hechos violentos y llamando a la paz y el respeto en los escenarios deportivos. "Que las emociones no traspasen el respeto por la vida y la integridad de las personas", indicó el club, solidarizándose con los afectados por los desmanes y reafirmando su compromiso con la convivencia pacífica en el fútbol. El equipo reiteró su participación en espacios como la Mesa de Convivencia y Seguridad del Fútbol y destacó programas sociales, como "Mi Primer Partido del Verde", que buscan promover un ambiente familiar y respetuoso en los estadios.
Comunicado oficial - Atlético Nacional 📄🟢⚪️ pic.twitter.com/csN85AozJp
— Atlético Nacional (@nacionaloficial) September 27, 2024
Las medidas adoptadas tienen como objetivo no solo sancionar a los responsables, sino también fomentar un ambiente más seguro y armonioso en los estadios de Colombia, con miras a evitar que estos episodios se repitan en el futuro.