Las voces que reclaman la adopción de medidas que ayuden a erradicar la violencia del fútbol colombiano, luego de los desmanes del jueves en el Atanasio Girardot de Medellín, van en aumento.
La trifulca, que se originó tras el segundo gol de Nacional, según las autoridades por el robo de una bandera, dejó un saldo de un policía herido y 20 hinchas lesionados. Sorprendió la gran cantidad de armas blancas que fueron decomisadas. Más de 50.
El presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, urgió medidas más drásticas y reconoció que no es suficiente lo que se ha hecho.
“Lamentablemente, estos hechos nos perjudican a todos, no solo a los dos clubes. Esto es muy grave, nos da un campanazo importante para seguir trabajando en temas de seguridad; se han hecho cosas, pero no es suficiente porque hemos tenido una ola de violencia. Nos preocupa, pero lo de ayer fue un mensaje para todos y veo esto como un tema de corresponsabilidades y tenemos que trabajar entre todos”, dijo a Caracol Radio.
Por su parte, el Ministerio del Deporte, en un comunicado expresó “su absoluto rechazo a los actos violentos presentados en la noche de este jueves en las tribunas del estadio Atanasio Girardot de Medellín”.
“Las desafortunadas imágenes de violencia que ya el país conoce, y que se suman a otros episodios acontecidos en la ciudad de Cali, NO representan, bajo ningún concepto, la esencia de lo que es el fútbol, deporte que –sí o sí– debe ser sinónimo de unión, convivencia, paz, armonía, seguridad, respeto y hermandad”, señaló.
Agregó que se “continúa aunando esfuerzos y voluntades en pro de fortalecer la seguridad humana, la convivencia y la experiencia en los eventos futbolísticos en Colombia”.
A su vez, la Asociación de Futbolistas Profesionales indicó que “hacemos un llamado a los clubes y a las autoridades para que garanticen la seguridad y protección de los futbolistas profesionales y de todas las personas que asisten a los partidos en cualquier estadio del país, reforzando las medidas de control de ingreso de los aficionados para detectar e impedir el acceso de cualquier tipo de arma o elementos que puedan atentar contra la integridad física de cualquiera de los actores del espectáculo”.
Y agregó que “es urgente que se adopten medidas inmediatas para prohibir el ingreso de barras visitantes en los partidos que son considerados de alto riesgo”.
El presidente de la Asociación, Carlos González Puche, dijo que “nuevamente le insistimos al Ministerio del Deporte sobre la urgente necesidad de implementar el Sistema de Validación Nacional, establecido en el Decreto 1622 de 2022, para identificar a los aficionados que acceden a los estadios a través de la boleta digital y con apoyo del sistema de reconocimiento facial”.
Tras estos hechos, la Alcaldía de Medellín adoptó algunas medidas, entre ellas el cierre del estadio Atanasio Girardot por dos fechas, la tribuna en la que ocurrieron los desmanes por cuatro fechas y la prohibición de llevar banderas al escenario, más el cierre de fronteras para hinchas foráneos.
Aparte de lo sucedido en Medellín, la semana pasada se registraron otros hechos violentos que obligaron a suspender la transmisión por televisión del partido Cali-La Equidad, debido a que fueron agredidos los encargados de la misma.
De acuerdo con el relato de varios periodistas, los aficionados del Cali se molestaron por una decisión del VAR y confundieron la señal de este videoasistente con la televisiva, por lo que intentaron cortar un cable que supuestamente generaba la señal para el videoarbitraje.
En la B, en el juego Orsomarso-Unión Magdalena, fueron agredidos los jugadores del cuadro samario y los árbitros.