Gobierno sudafricano pide calma ante la ola de huelgas | El Nuevo Siglo
Lunes, 26 de Agosto de 2013

El gobierno sudafricano exhortó a los trabajadores del país a conservar la calma y evitar cualquier violencia, en momentos en que decenas de miles de personas están en huelga, en especial en los sectores de la construcción y automotor.

 

"El gobierno (...) llama a los trabajadores a ejercer su derecho a la huelga de forma no violenta", indicó el ejecutivo en un comunicado, en el que se exhorta asimismo al "diálogo constructivo para llegar rápidamente a un acuerdo".

 

El invierno austral, de junio a agosto, es tradicionalmente la época de las grandes huelgas en Sudáfrica porque es el momento en el que se desarrollan las negociaciones salariales por sector.

Estas huelgas pueden verse acompañadas por intimidaciones y actos de violencia entre sindicatos rivales o hacia los no huelguistas.

 

Este lunes, 90.000 empleados del sector de la construcción cesaron su actividad según el sindicato NUM. Piden un aumento salarial de 13%, pero la patronal solamente ofrece 6%.

Además 30.000 empleados del sector automotor están en huelga desde hace una semana, paralizando la producción nacional.

 

Con esta huelga, Sudáfrica, primer productor de automóviles del continente africano, deja de fabricar unos 3.000 vehículos diarios, equivalente a unos 600 millones de rands (45 millones de euros).

La industria automóvil sudafricana exporta a 148 países en el mundo, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de África. El sector supone en torno al 6% del PIB sudafricano y el 12% de sus exportaciones.

 

Sin embargo los trabajadores de este sector podrían poner fin al movimiento después de que los grupos constructores les ofrecieran un aumento del 10%. Ese anuncio podría producirse el miércoles.

También se hallan desde este lunes en huelga centenares de técnicos de la compañía aérea sudafricana South African Airways (SAA), que piden mejoras salariales.

 

En fin, están en curso negociaciones en el sector minero, un año después de las grandes huelgas que dejaron decenas de muertos y debilitaron considerablemente el sector, pulmón económico del país.