Atención social, salud y manejo integral del consumo de sustancias psicoactivas, seguridad humana, generación de ingresos y formación para el trabajo son algunas de las apuestas que contempla la política pública distrital para el fenómeno de la habitabilidad de calle.
Un documento en ese sentido fue presentado por la Secretaría Distrital de Integración Social durante un encuentro internacional sobre la erradicación de la pobreza y derecho a la ciudad.
De esta manera, la administración evidenció la necesidad de consolidar una política pública distrital dirigida exclusivamente a esta población que tuviera como punto de partida el reconocimiento de su diversidad y la garantía de sus derechos. Lo anterior, partiendo de la premisa de que la habitabilidad en calle se presenta en todas las edades, desde la infancia hasta la vejez, en todos los grupos poblacionales y estratos sociales de la ciudad.
La política busca la transformación tanto de las desigualdades que viven las personas habitantes de la calle, como de aquellas desigualdades que conllevan a que poblaciones en riesgo inicien una habitabilidad en calle, para generar soluciones, resignificar otras formas de vida y garantizar sus derechos. Todo ello, junto con la obligatoriedad de las acciones del Estado, la corresponsabilidad ciudadana y la responsabilidad del sector privado.
Entre los datos sobre la caracterización de la población habitante de calle 2014, como insumo importante para la Política, la Secretaría de Integración Social realizó, entre agosto y noviembre de 2014, un estudio de análisis de la distribución y caracterización de la población de ciudadanos y ciudadanas habitantes de calle localizada en parches y cambuches.
Entre los datos arrojados por el estudio está que Puente Aranda es la localidad con mayor número de parches y cambuches con 334 y la de menor es Usme con 28.
Otro dato es que el 45 por ciento de las localizaciones se ubica en los sectores centrales de la ciudad, específicamente en las localidades de Santa Fe, Los Mártires, Teusaquillo, Chapinero, Antonio Nariño, Puente Aranda y La Candelaria.
Mediante las encuestas de caracterización, se identificó la presencia en parches y cambuches, de un total de 5.062 personas habitando las calles de la Ciudad. De estas, el 73 por ciento lleva más de un año habitando la calle, mientras que el 6,2, ya pasó más de un mes en la calle y el 1,6 por ciento, llevan menos de 30 días habitando la calle.
La mayoría de los ciudadanos habitantes de calle fueron encontrados en la Localidad de Los Mártires (798), representando el 15,8 por ciento de la población identificada. En segundo lugar está Santa Fe, con el 12,2 por ciento, seguida por Kennedy 11,6 por ciento y Puente Aranda con el 11 por ciento, respectivamente. Es decir, que la mitad de la población identificada en parches y cambuches, (50,5 por ciento) se encuentra en esas 4 localidades.
El 73,6 por ciento de la población se encuentra en la adultez, que va entre los 27 a 40 años, seguido por personas jóvenes entre los 18 y 26 años (17,2 por ciento) y personas mayores de 60 años (7,3 por ciento). De igual forma, se caracterizaron 33 personas en la etapa de infancia y adolescencia, representando el 0,9 por ciento de la población.
En cuanto a las razones que motivan a las ciudadanas y ciudadanos habitantes de calle a permanecer en ella, se tiene que la mayoría, el 44,9 por ciento (587) dice que es por el consumo de sustancias psicoactivas; el 27,6 por ciento (976) por gusto; el 19,7 por ciento (695) por razones económicas y el 16,3 por ciento (574) al deterioro de la red familiar.
Según la Fiscalía, más del 50 por ciento de las riñas, las lesiones y los delitos contra la vida, se presentan en entornos de consumo problemático, ocurren por el alto grado de ansiedad, excitación e irritabilidad asociados al consumo y la abstinencia de bazuco. Esto explica las variadas situaciones de violencia de las cuales han sido víctimas los habitantes de calle, las más representativas son las golpizas (75,85 por ciento), el hurto (62,90 por ciento) y las heridas (52,08 por ciento).