Grupos de indígenas comienzan una marcha de 600 km desde la Amazonia hasta La Paz para rechazar la construcción de una ruta a través de una reserva ecológica en el centro de Bolivia, una vía que el gobierno estima clave para generar desarrollo regional.
Trinidad, capital del departamento de Beni y de unos 100.000 habitantes, es el punto donde los nativos se han concentrado los últimos dos días para iniciar su caminata, con la principal demanda de que no se construya una vía de un total de 300 km por el territorio TIPNIS, en el centro del país.
"Están todos los hermanos en movimiento, hasta ahora no hay ningún desajuste en los planes de iniciar la marcha" la tarde del viernes, afirmó en una improvisada rueda de prensa el líder de los aborígenes Adolfo Chávez.
La polémica ruta comienza en la región cocalera del Chapare, el bastión político del presidente Evo Morales, y llega hasta el poblado amazónico de San Ignacio de Moxos en el Beni. Del total de 300 km de la vía, 172 km atravesarán el parque indígena TIPNIS, rico en flora y fauna.
Esta es la segunda marcha que realizan los indígenas en menos de siete meses. En la anterior caminata hacia La Paz lograron bajo presión que el presidente Morales vetara mediante ley la construcción de la carretera.
Sin embargo, el poder Ejecutivo armó semanas después otra marcha de colonos que pedían la construcción del camino, adjudicado a la firma brasileña OAS a un costo de 415 millones de dólares y que cuenta con un crédito de Brasil.
El oficialismo, con ese argumento, impulsa una consulta entre los indígenas para que los lugareños decidan si quieren la vía o no, y el propio presidente Morales ha visitado el lugar con regalos y promesas de obras.
A Trinidad siguen llegando los manifestantes desde distintos puntos de la Amazonia, principalmente desde TIPNIS, a bordo de barcazas por el río Mamoré.
Este viernes a media mañana llegó en bote un grupo de 30 indígenas, con mujeres y niños a bordo, hasta Puerto Varador, a unos 15 km de Trinidad, donde fueron recibidos por Chávez.
"¡Viva la marcha indígena, ¡¿Cuándo?! ¡Ahora!", gritó un indígena sobre la proa de una rústica barcaza, tras navegar por el Mamoré -según dijo- durante cuatro días.
"Venimos desde Oromomo", una pequeña comarca en el TIPNIS, dice otro nativo portando banderas bolivianas y un estandarte con la flor de Patujú, típica del lugar.
Aún se desconoce la cifra de nativos que comenzarán a marchar, aunque se estima que el número oscile entre los 500 y 600 pues -aseguran los organizadores- "siguen llegando más hermanos indígenas a Trinidad".
La marcha, en su ruta a La Paz, aún deberá sortear poblados adversos a su causa, donde hay apoyo a la construcción de la carretera o están controlados por el oficialismo, como San Ignacio de Moxos, Yucumo o Caranavi.
El poder Ejecutivo prometió que la marcha no sufrirá interferencias, aunque la calificó de política y de buscar establecer una plataforma electoral para enfrentar al presidente Morales en las próximas elecciones nacionales de 2014.
"Respetamos la marcha, consideramos que es legítima, pero de una demanda genuina de los pueblos indígenas del TIPNIS pasó a una demanda netamente política", afirmó en La Paz el senador oficialista Eugenio Rojas.
El legislador señaló que la nueva ruta traerá desarrollo a los propios aborígenes del TIPNIS, actualmente sin asistencia de salud, una pobre educación y sin posibilidades de llegar con sus productos de cultivo a los centros de consumo.