COMO lo había anticipado, Israel respondió al asesinato de 12 jóvenes en la zona de Altos del Golán, anexada por el Estado hebreo hace una semana. Así realizó un bombardeo "selectivo" en un suburbio de Beirut contra un comandante de Hezbolá al que considera "responsable" del hecho antes mencionado.
"El ejército israelí realizó un ataque selectivo en Beirut contra el comandante responsable del asesinato de niños de Majdal Shams y numerosos otros civiles israelíes", indicó el ejército israelí en un comunicado.
Una fuente cercana al movimiento islamista Hezbolá, respaldado por Irán, indicó que dos personas murieron en ese bombardeo, pero que su blanco designado, el comandante Fuad Shukr, había sobrevivido.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, denunció una "flagrante agresión" un "acto criminal" y urgió a la comunidad internacional a "hacer presión para obligar a Israel a detener su agresión y sus amenazas y aplicar las resoluciones internacionales".
Irán, que respalda al Hezbolá, fustigó una "acción despiadada y criminal de la banda criminal sionista".
Rusia consideró por su parte que esa operación constituye "una grave violación del derecho internacional".
Israel y Estados Unidos acusaron a Hezbolá del bombardeo del sábado en la ciudad drusa de Majdal Shams, en la meseta siria de los Altos del Golán anexionada por Israel.
El grupo libanés, aliado del movimiento islamista palestino Hamás, desmintió estar detrás de ese ataque.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió el lunes una dura respuesta a la agresión, que atizó el temor de que la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza se extienda al Líbano ya la región.
"Estos niños son nuestros niños (...) El Estado de Israel no dejará ni puede dejar pasar esto. Nuestra respuesta llegará y será dura", advirtió Netanyahu.
Los dirigentes drusos de la ciudad señalaron sin embargo que rechazaban cualquier respuesta, por la doctrina que rige su comunidad, cuya religión viene del islam.
"La tragedia es inmensa", subrayaron. Pero, puesto que la doctrina drusa "prohíbe el asesinato y la venganza, en cualquier forma, rechazamos que se vierta una gota de sangre so pretexto de vengar a nuestros hijos", agregó.
Desde que comenzó la guerra en Gaza, desencadenada por el ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, los enfrentamientos entre el ejército israelí y Hezbolá en la frontera entre Israel y Líbano son casi diarios.
Un civil israelí murió el martes por la caída de un cohete en el norte del país, informó los servicios de rescate, y el ejército afirmó que respondió a una andanada de cohetes lanzados desde el Líbano.
Previamente, el ejército israelí había indicado que durante la noche alcanzó "una decena de objetivos terroristas de Hezbolá", incluyendo un depósito de armas y varias infraestructuras, en "siete zonas del sur de Líbano, y que había matado a un miembro del movimiento armado". .
En respuesta, Hezbolá anunció haber bombardeado un cuartel de Beit Hilel, en el norte de Israel, con cohetes katiusha y drones explosivos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se declaró el martes muy "preocupado por la creciente amenaza de un conflicto generalizado en toda la región" y "pidió vehementemente a todas las partes ya la comunidad internacional que trabajan urgentemente para rebajar tensiones".
Varias compañías aéreas, incluidas Air France y la alemana Lufthansa, suspendieron desde sus vuelos a Beirut.