Avance de China es irreversible: directriz del Partido Comunista | El Nuevo Siglo
Foto archivo Anadolu
Sábado, 3 de Julio de 2021
Redacción internacional con AFP

Una bandera surca el cielo de Pekín, ornada con la hoz y el martillo. Al iniciarse un desfile aéreo, el símbolo no puede ser más claro: el Partido Comunista, que conmemora su centenario, quiere seguir guiando los destinos de China.

"El pueblo chino se ha levantado" y su ascenso, después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones es "irreversible". Un fuerte patriotismo y reflexiones indirectas hacia Occidente marcaron el discurso del presidente Xi Jinping en la imponente ceremonia que tuvo lugar en la Puerta de Tiananmen, desde donde su lejano predecesor Mao Zedong proclamó la República Popular en 1949.

Tras hacer referencia a las guerras del Opio, el colonialismo occidental y a la invasión japonesa (1931-1945), Xi Jinping alabó al Partido Comunista de China (PCC) por mejorar el nivel de vida y restablecer el orgullo nacional.

"El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras le intimiden y le opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1.400 millones de chinos", dijo, frente a una multitud de jóvenes y de escogidos miembros del partido congregados en la emblemática plaza  ensalzando la salida de la pobreza de cientos de millones de chinos en tan solo unas décadas.

"El gran renacimiento de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible", se congratuló el mandatario.

"China se proclama cada vez más una superpotencia. Xi Jinping envía un mensaje fuerte a Occidente: cualquier iniciativa de cortar el paso a China está destinado al fracaso", dice Willy Lam, profesor en la universidad china de Hong Kong.

Fundado por un puñado de militantes en julio de 1921 en una Shanghái todavía dividida en concesiones extranjeras, el PCC dirige la segunda potencia mundial y tiene la firme intención de seguir imponiéndose a nivel internacional.

El jueves por la mañana resonaron en Pekín 100 disparos de cañón para conmemorar el centenario. La patrulla acrobática del ejército del aire sobrevoló la plaza de Tiananmen, dibujando en el cielo haces rojos, amarillos y azules. Algunos helicópteros formaron en el cielo el número "100" y otros llevaban la bandera del partido, con la hoz y el martillo amarillos sobre fondo rojo.

Este centenario motivó desde hace meses una intensa campaña de propaganda, que culminó con este gran espectáculo, con referencias a la revolución china o la gestión de la epidemia del covid-19.

Pocas voces cuestionan el balance del régimen, que ha aumentado la represión de la disidencia bajo el mandato de Xi Jinping, a la cabeza del partido, y por lo tanto del país, desde finales de 2012.

El PCC "busca vincular su supervivencia a la de China y del pueblo chino", afirma Wu Qiang, antiguo profesor de ciencias políticas de la prestigiosa universidad Tsinghua de Pekín, destituido en 2015 tras apoyar la protesta en Hong Kong.

 "Imagen deteriorada"

Como cabía esperar, las decenas de millones de muertes de las campañas económicas y políticas de Mao, desde el Gran Salto Adelante (1958) hasta la Revolución cultural (1966), no fueron abordados.

Con un crecimiento exponencial en los últimos 40 años, el PCC puede estar orgulloso de haber sacado al país del subdesarrollo. Pero los dirigentes chinos se enfrentan a la desaceleración económica mundial, los desafíos climáticos y al envejecimiento de su población. 

A nivel internacional, entre el covid-19, la represión de la minoría musulmana uigur en Xinjiang (noroeste) y las amenazas contra Taiwán, la imagen de China ha caído en los últimos dos años a su nivel más bajo entre la mayoría de los países occidentales, según un estudio publicado esta semana por el centro de investigación estadounidense Pew.

Las celebraciones del centenario llegan justo un año después de que Pekín impusiera una ley de seguridad nacional en Hong Kong que redujo considerablemente la oposición política en la antigua colonia británica.

La semana pasada, el periódico prodemocracia de este territorio, Apple Daily, se vio obligado a cerrar después de que le congelaran los activos.

La celebración del primer siglo del PCC coincide con los 24 años de la devolución del territorio a China, una fecha que suele ser motivo de manifestaciones contra Pekín. 

Lo que no se sabe del PCC

Reivindica más de 90 millones de miembros, su lista de integrantes no se conoce, pero dirige a la sombra a la segunda potencia mundial y se caracteriza por su opacidad.

Nacido en la clandestinidad, el Partido Comunista permanece fiel a sus raíces marxistas-leninistas y su funcionamiento interno huye de las miradas, aun cuando tiene el monopolio del poder y el debate público en China.

"La más grande sociedad secreta del mundo", como lo calificó el experto en asuntos de China, Jean-Pierre Cabestan, vive en simbiosis con el Estado chino. 

En esas condiciones resulta difícil evaluar su influencia sobre el país separadamente del de la administración, porque muchos edificios públicos albergan órganos del Estado y del partido, y muchos funcionarios son al mismo tiempo dirigentes del PCC.

Según la historia oficial, el PCC no fue fundado el 1 de julio de 1921, sino el 23 de julio, en un primer "congreso" de 13 participantes reunidos en secreto en la antigua concesión francesa de Shanghái. Sin certeza sobre la fecha exacta, será el futuro fundador de la República Popular, Mao Zedong, quien fijará arbitrariamente, 20 años más tarde, el 1 de julio como fecha del aniversario.

Otra cosa que no sabe es el monto de su presupuesto. El partido tiene recursos propios como las cuotas de sus miembros que aportan entre 0,5% y 2% de sus ingresos.

En 2016, un diario oficial citó la cifra de 7.080 millones de yuanes (920 millones de euros o 1.104 millones de dólares al cambio actual) como el total de ingresos por cuotas el año precedente.

Dividido por el número de afiliados, significa un aporte de 80 yuanes (10 euros, 12 dólares) por persona cada año.

Su patrimonio también es oscuro, pero el partido está al frente de un imperio financiero y administra empresas, como hoteles y fábricas, explicó Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad Bautista de Hong Kong.

En cuanto al salario de sus dirigentes, la opacidad es total, incluso cuando los dirigentes del partido están en principio alineados con la planilla de la función pública. Muchos de ellos tienen ventajas adicionales como vivienda, vehículo y servicio doméstico, que no aparecen en los salarios base.

La cuestión de la fortuna de los altos responsables chinos es un tema aún más sensible, y los medios extranjeros que en 2012 se arriesgaron a abordarlo fueron sancionados por el régimen.

También las reuniones del Comité Central, de 200 miembros, y el Buró Político, 25 miembros, donde se adoptan las decisiones de país se celebran a puerta cerrada.

Así las cosas, purgas, represión y hambre, entre otros, consideradas el peaje humano del fundador de la República Popular Mao Zedong, (1949 a 1976) se desvanece en la China de 2021, donde su lejano sucesor Xi Jinping intenta establecer la legitimidad histórica del régimen, luego cuatro década de reformas económicas. El gigante asiático de hoy tiene poco o nada que ver con la de Mao y además del peso geopolítico global ha expandido tanto su presencia como influencia en el mundo./