El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, se reunió este sábado en Creta (Grecia) con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, pocas horas después de haberlo hecho con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul.
Blinken se reunió con Mitsotakis en la residencia privada del jefe del gobierno griego en la isla de Creta, donde hablaron sobre la guerra de Gaza y "la modernización de las fuerzas armadas griegas", según el jefe de la diplomacia griega, Giorgos Gerapetritis.
Unas horas antes, Blinken había conversado en Turquía con Erdogan en un encuentro que duró más de 75 minutos, según fuentes diplomáticas estadounidenses, y que tuvo lugar tras una reunión con su homólogo turco, Hakan Fidan.
Una fuente diplomática afirmó que este último defendió "un alto el fuego inmediato" en el territorio palestino.
El Departamento de Estado estadounidense indicó en un comunicado que Blinken y Erdogan hablaron de la situación en Gaza y de la adhesión de Suecia a la OTAN.
El diplomático subrayó "la necesidad de evitar que el conflicto se extienda, de aumentar la ayuda humanitaria, reducir las víctimas civiles, trabajar por una paz regional duradera y de avanzar hacia la creación de un Estado palestino".
Blinken, que inició en Turquía y Grecia su nueva gira por Medio Oriente, también viajará a Jordania, Israel, Cisjordania ocupada y otros países de la región para evitar una escalada regional del conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás.
La guerra fue desencadenada por el sangriento ataque de los combatientes de Hamás del 7 de octubre, quienes mataron a 1.140 personas en Israel y secuestraron a otras 250, de las cuales 132 siguen aún cautivas en Gaza, según las autoridades.
En respuesta, Israel lanzó una devastadora ofensiva en Gaza que ha dejado 22.722 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Hamás.
Según el comunicado estadounidense, Antony Blinken también pidió "la finalización (del proceso) de adhesión de Suecia a la OTAN", que aún necesita el acuerdo de Turquía y Hungría.
En diciembre, la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento turco aprobó el protocolo de adhesión de este país a la alianza militar, pero este debe ser aprobado por la mayoría de los diputados para poner fin a una saga de casi 20 meses.
Turquía reprocha a Suecia su supuesta permisividad con los activistas kurdos refugiados en su territorio y utiliza su poder de veto para negociar además la obtención de 40 cazas estadounidenses F-16 y equipamiento de modernización para sus aviones.