La Dirección General de Aeronáutica de Bolivia (DGAC) ajustará sus mecanismos de control y seguridad operacional, a causa del accidente del avión de Lamia en Colombia, en el que viajaba el club brasileño Chapecoense, dijo este miércoles una autoridad local.
El "proceso de reestructuración" se efectuará por recomendación de un informe final sobre el accidente emitido por autoridades aeronáuticas colombianas la semana pasada, dijo en conferencia de prensa el director de la DGAC, Celier Arispe.
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Ese informe señala que el siniestro aéreo ocurrido en 2016 se produjo por falta de combustible de la aeronave, poco antes de llegar al aeropuerto Rionegro que sirve a Medellín y que dejó 71 muertos y seis sobrevivientes.
La aeronave se abasteció de 9.073 kilogramos de combustible para cubrir la ruta entre la boliviana Santa Cruz (este) y el aeropuerto colombiano, pero la cantidad mínima debió ser mayor a los 11.603 kg.
Arispe explicó que el informe colombiano estableció siete recomendaciones para la DGAC y para la administradora de aeropuertos AASANA, ambas de Bolivia. Las sugerencias serán respondidas "un plazo de 60 días", acotó.
Sobre las responsabilidades personales a establecerse en Bolivia, Arispe insistió que se hará una reestructuración de la DGAC y se pedirán informes a la oficina de AASANA de su país.
Lamia operaba como resultado de una concesión del jet Avro del empresario venezolano Ricardo Albacete Vidal a los pilotos bolivianos Alejandro Quiroga y Marco Antonio Rocha. El primero murió en el accidente y el segundo está prófugo.