Uno de los mayores cuellos de botella en la movilidad de la capital del país y los municipios circundantes está ubicado al norte de la ciudad, más aún porque los proyectos de desarrollo vial planteados para ampliar la malla de carreteras han enfrentado múltiples problemas
Por ejemplo, el proyecto de ampliación de la avenida Boyacá hacia el norte, con doce carriles, está en pleito jurídico porque el Ministerio de Ambiente demandó la licencia por considerar que se afecta la Reserva Thomas Van Der Hammen, argumento replicado por la Administración distrital que asegura que todas las precauciones están contempladas, sobre todo en cuanto a las hectáreas que serán sustraídas y el modelo de compensación del triple del área. Por ahora, se espera una decisión de fondo del Consejo de Estado.
La otra gran apuesta es el proyecto de Accesos Norte a Bogotá Fase II, que busca ampliar la Autopista Norte desde la calle 193 hasta la calle 245 y desde la carrera Séptima entre calles 201 y la calle 245, así como la construcción de la Perimetral de Sopó.
El viernes pasado, luego del trabajo conjunto entre la Agencia Nacional de Infraestructura (cuyo presidente es Francisco Ospina Ramírez), el concesionario Ruta Bogotá Norte S.A.S y la interventoría AFA consultores y constructores S.A., se radicó ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), la solicitud de licencia ambiental del proyecto.
De acuerdo con la ANI, dentro de las nuevas características presentadas ante la ANLA para inicio de trámite de licenciamiento ambiental en las Unidades Funcionales 1 a 5 se contempló la conectividad hídrica y ecosistémica, la armonización con los cálculos hidráulicos para los caudales de las obras de drenaje que tiene la empresa de Acueducto y con el Plan de Manejo Ambiental de los humedales Torca y Guaymaral, Pasos de Fauna y, finalmente, la Compensación de 98 hectáreas por pérdida de biodiversidad.