Un hombre que hirió a dos personas y tomó como rehenes a 16 pasajeros de un autobús en la principal estación de Rio de Janeiro se entregó después de tres horas de secuestro, informó el martes la policía.
"El secuestrador se entregó a la policía militar, está detenido, todos los rehenes fueron liberados, están a salvo", dijo a periodistas el coronel de la Policía Militar Marco Andrade en el exterior de la terminal Novo Rio, en el centro de la ciudad.
Inicialmente, el número de personas retenidas se cifró en 17.
Sin embargo, luego "fue corregida la cantidad de rehenes liberados, de 17 para 16", señaló la policía en la red social X.
Haga clic aquí para seguirnos en WhatsApp
Uno de los dos heridos se encuentra en estado grave, dijeron las autoridades.
Minutos después del anuncio de la entrega del secuestrador, imágenes divulgadas por el canal Globo mostraron a agentes trasladando hasta una furgoneta a un individuo vestido con una colorida camiseta rosa, short verde y cabello corto.
Las mismas imágenes exhibieron a varios pasajeros bajando del autobús, incluida una joven con un bebé en brazos.
Los pasajeros liberados "fueron evaluados por nuestros médicos en las ambulancias para verificar si tenían algún tipo de lesión, pero todos se encuentran bien", dijo el portavoz del Cuerpo de Bomberos de Rio, Fabio Contreiras.
La terminal de Novo Rio había sido acordonada y agentes de la unidad de élite Batallón de Operaciones Especiales negociaron durante horas con el individuo, cuya identidad no ha sido revelada.
El incidente comenzó sobre las 15H00 locales (18H00 GMT), cuando "un hombre disparó a dos personas y tomó como rehenes a otros pasajeros en un autobús en la Estación de Buses de Rio, en el barrio Santo Cristo", dijo la policía.
"Empezó a disparar"
Según las primeras indagaciones, el hombre intentaba "huir" de Rio por "problemas en su facción" criminal, detalló a Globo el secretario de la Policía Militar de Rio, Luiz Henrique Marinho.
"En algún momento se sintió amenazado por alguien, una persona o un grupo, en el autobús, y fue entonces cuando realizó los disparos", agregó.
El gobernador del estado de Rio, Claudio Castro, elogió en la red social X la actuación "ejemplar" de la policía para culminar con el secuestro.
En total, 16 personas fueron retenidas, entre ellas un niño y seis ancianos, explicó el coronel Andrade.
Uno de los heridos, de 34 años, "recibió dos perforaciones" en el tórax y el abdomen y se encuentra internado en "estado grave" en un hospital público, declaró el secretario de Salud de la Alcaldía de Rio, Daniel Soranz.
El otro herido se encuentra en estado más leve y fue llevado a otra unidad de salud, explicó.
Evacuada y cerrada
Periodistas de AFP constataron un fuerte despliegue policial en el exterior de la estación, que fue evacuada y cerrada.
Imágenes de televisión mostraron un autobús azul parado en medio de un estacionamiento vacío.
Centenares de pasajeros se agolparon afuera mientras las negociaciones estaban en curso.
Maely Reis, una joven de 25 años que esperaba para viajar a Bahía, lamentó la escasa información que recibieron en la terminal y calificó lo ocurrido de "bizarro".
"Todo el mundo pasa por cosas difíciles, ¿pero por eso vas a secuestrar el autobús, dispararle a personas que no tienen nada que ver con tu vida y perturbar la vida de miles de personas?", dijo a la AFP.
Desde la estación Novo Rio salen autobuses para otras regiones de Brasil, y por ella pasan 38.000 personas diariamente.
El secuestro de autobuses tiene precedentes en Rio.
En 2019, un individuo mantuvo durante casi cuatro horas como rehenes a los pasajeros de un ómnibus en el puente que une Rio de Janeiro con la vecina ciudad de Niterói, antes de ser finalmente abatido por francotiradores de la policía.
En agosto de 2011, otro secuestro dejó tres heridos en pleno centro de la ciudad.
El caso más grave fue en junio de 2000, cuando una rehén fue asesinada y el atacante falleció tras ser capturado por las autoridades. Ese hecho inspiró una película.