Cataluña: un año después del referendo | El Nuevo Siglo
Foto AFP.
Domingo, 7 de Octubre de 2018
Natalia Mariño*

ESTA semana se cumplió un año del referendo independentista en Cataluña. En conmemoración, miles de personas salieron el 1 de octubre a las calles a reclamar el derecho de autodeterminación del pueblo Catalán. Aunque sigue en “veremos”, el proyecto de secesión que inició en su momento Carles Puigdemont, continúa vigente, ahora liderado por su sucesor, Joaquim Torra. Esta parálisis institucional que ha vivido la región en el último año, sigue sin tener una solución a la vista.

Así el sentimiento independentista persista, la situación en España no es la misma que hace un año. En este tiempo, Puigdemont partió a Bélgica y actualmente se encuentra en Alemania. El expresidente del gobierno español, Mariano Rajoy fue retirado de su cargo luego de una moción de censura. Varios líderes del movimiento independentista y miembros del parlamento por los partidos Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), se han retirado de la política o se encuentran en prisión.

La independencia no se ha hecho efectiva, en parte, porque los defensores de la misma están divididos y porque sus propuestas no son aceptables por parte del gobierno español. Un año después, la situación sigue sin tener una solución y ha pasado a tomar más un tinte judicial, que a retomar el asunto principal de qué sucederá con la independencia de Cataluña.

Todos divididos

Hace un año parecía inconcebible que los independentistas estuvieran divididos. Hoy esto es una realidad. Uno de los temas que más inconvenientes generó entre JxCat y ERC era determinar la situación de los parlamentarios suspendidos por el juez Pablo Llanera. El tema en discusión era si debían ser relevados de su cargo o podían ser suspendidos para así delegar su voto a otro diputado. Puigdemont, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez, cuatro diputados de JxCat sentenciados, aceptaron delegar su voto en el portavoz de JxCat, Albert Batet.

En cambio, “el ERC tragó con el ardid a pesar de que sus dos diputados afectados, Oriol Junqueras y Raül Romeva, sí que aceptaron ser sustituidos y cedieron sus derechos parlamentarios a Sergi Sabriá, su portavoz en el Legislativo”, afirmó Víctor Mondelo en El Mundo. Finalmente, después de meses de conversaciones, el jueves 4 de octubre se llegó a un acuerdo con respecto al voto delegado de los diputados suspendidos por el Tribunal Supremo.

De no haber llegado a un acuerdo por parte de estos dos partidos, se corría el riesgo de generar un bloqueo en el Parlament luego de que la sesión del jueves estaba prevista para septiembre y los independentistas aplazaron. Inés Arrimadas, líder del partido opositor Ciutadans, considera que esto es un “atropello a la democracia” el hecho de alargar los plazos para debatir un tema en el Parlament.

“Las consecuencias de una confrontación tan prolongada y continua son profundas divisiones, pero incluso la naturaleza de esas divisiones es objeto de mucho debate”, afirma Alasdair Fotheringham en The Independent.

Declaración sin avances

El nuevo presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha declarado que no dará brazo a torcer frente a la realización de un referendo de autodeterminación en Cataluña y que su posición y la del gobierno central frente a este asunto, no han cambiado. Por ser una crisis política, Sánchez dijo que se abordará “desde la política”.

Los independentistas, por su parte, mantienen su voluntad de adelantar un referendo de autodeterminación como la única solución a la crisis catalana. “Torra lo sitúa como irrenunciable y ha advertido que, si el Estado no cede a permitir una consulta vinculante para que los catalanes decidan el futuro político de Cataluña, los soberanistas seguirán adelante con el "camino" hacia la república catalana, con la intención de que termine con un referéndum para refrendar la Constitución catalana”, sostiene Estela López en el Economista.es.

Las encuestas han revelado que un año después del referendo independentista, el apoyo al separatismo sigue igual e incluso con un leve incremento con respecto al año pasado. De acuerdo con SocioMétrica, el 51,1% respalda la independencia, un punto más que hace un año. Y el 53% de los catalanes está convencido que la independencia se logrará en los próximos años.

Incertidumbre

La situación en Cataluña no parece haber avanzado en este último año para alcanzar el objetivo por el cual se generó una crisis política. Así las encuestas revelen que los catalanes mantienen su intención de ser un Estado separado de España, lo cierto es que esto parece un hecho lejano, especialmente porque las consecuencias de esta división no se tienen puestas sobre la mesa.

La Unión Europea ha dicho que no reconocería dicho Estado, así como otros países que respaldan al gobierno español. Sin embargo, queda la duda, pues los separatistas podrían acudir a la opción de refrendar la constitución catalana. Pero esto tendría que pasar por nuevos debates y aplazamientos, que como se dijo anteriormente, más que lograr el objetivo, fracturan más los objetivos comunes.