China, cada vez más sospechosa por negativa a investigar covid | El Nuevo Siglo
Foto archivo
Domingo, 22 de Agosto de 2021
Redacción internacional con AFP

EL portazo que ha dado China a los reiterados pedidos de la Organización Mundial de la Salud para que entregue la información de los primeros casos de covid que se registraron en Wuhan, a mediados de diciembre de 2019, acrecienta la posibilidad de que el virus haya escapado de un laboratorio de máxima seguridad.

Los científicos a cargo de la aprobada investigación internacional llevan meses luchando para rastrear y determinar el origen del virus, porque que más allá de encontrar responsabilidades lo que se necesita es tanto conocerlo para tratarlo con mayor eficacia como, controlar sus poderosas mutaciones y, sobre todo, prevenir futuras pandemias globales.

Desde el inicio de la pandemia, en los albores del año anterior, circulan muchas hipótesis sobre el origen del covid-19 y hoy es poco o nada lo que se conoce. El mundo quiere científicamente resolver esos interrogantes, pero Pekín lo ve como una pugna geopolítica.

Tras la escasa información que lograron in situ la misión científica de la Organización Mundial de la Salud que visitó bajo la estricta vigilancia china los lugares donde presuntamente se detectó el virus, así como el laboratorio de alta seguridad de Wuhan, han sido reiterados los llamados de la rectora sanitaria global a China para que coopere con la entrega de datos.

A comienzos de este mes, la OMS solicitó tanto a Pekín, como a "todos los gobiernos" que "despoliticen" la pandemia y "cooperen para acelerar los estudios sobre los orígenes" del SARS-CoV-2.

A través de un comunicado, informó que la siguiente serie de estudios sobre el origen del virus "incluiría un examen más profundo de los datos brutos de los primeros casos y de los sueros de los posibles primeros casos de 2019", argumentando por ello que "el acceso a los datos es de vital importancia para hacer evolucionar nuestra comprensión de la ciencia y no debe politizarse en modo alguno".

Así, afirmaron que están colaborando con varios países que han notificado la detección del SARS-CoV-2 en muestras de especímenes biológicos almacenados a partir de 2019. "Por ejemplo, en Italia, la OMS facilitó una evaluación independiente por parte de laboratorios internacionales de los hallazgos de uno de esos estudios, que incluyó el reanálisis ciego de muestras de sangre prepandémicas", señalan.

"Compartir los datos brutos y dar permiso para que se vuelvan a analizar las muestras en laboratorios de fuera de Italia refleja la solidaridad científica en su máxima expresión y no es otra cosa que lo que animamos a todos los países, incluida China, a apoyar para que podamos avanzar en los estudios de los orígenes de forma rápida y eficaz", argumentan nuevamente.

Por otra parte, en relación a la hipótesis de que el virus se escapara de un laboratorio en Wuhan, la OMS reconoce que China y varios otros países han sugerido que el estudio de los orígenes "se ha politizado o que la OMS ha actuado debido a la presión política".

"Al revisar el informe de la primera fase del estudio, la Organización determinó que no había pruebas científicas suficientes para descartar ninguna de las hipótesis. En concreto, para abordar la 'hipótesis del laboratorio', es importante tener acceso a todos los datos y considerar las mejores prácticas científicas y examinar los mecanismos que la OMS ya tiene en marcha. Solo se centra en la ciencia, en aportar soluciones y en fomentar la solidaridad", defienden.

Al respecto, también añaden, en cualquier caso, que "analizar y mejorar la seguridad de los laboratorios y los protocolos en todos los laboratorios del mundo, incluidos los de China, es importante para nuestra bioseguridad y seguridad colectivas".

El no chino

Tan solo un día después de ese llamado, China expresó su rotundo no a efectuar nuevas investigaciones tanto en su territorio como la inspección a sus laboratorios, alegando que apoya un enfoque "científico" y no "político" para establecer cómo se inició el virus. 

Los primeros pacientes con coronavirus fueron identificados a finales de 2019 en la ciudad china de Wuhan (centro). Desde entonces, el virus se ha extendido por todo el planeta y dejado a su paso más de cuatro millones de muertos hasta ahora y graves consecuencias en las economías mundiales. 



Los científicos están luchando por rastrear su origen. ¿Transmisión de un animal? ¿Fuga de un laboratorio chino? Pekín se opone firmemente a esta última hipótesis, ya que no quiere parecer responsable de la pandemia.

El equipo de expertos que viajó a China en enero de este año para un estudio de "primera fase" sobre el origen del virus elaboró un informe conjunto en colaboración con especialistas chinos, en el que se concluyó que el virus probablemente había pasado de los murciélagos a los humanos a través de un animal intermediario. Luego, los expertos consideraron "extremadamente improbable" que el virus procediera de un laboratorio.

Pero Washington ha defendido esta segunda hipótesis, en lo que fue calificado inicialmente en un contexto de rivalidad política. Sin embargo, ahora con los nuevos llamados de la OMS y la negativa rotunda de China a ellos esa posibilidad ha retornado, y con fuerza.

 "Para poder examinar la hipótesis del laboratorio, es importante tener acceso a todos los datos brutos", enfatizó la OMS para quien "el acceso a los datos no debe ser de ninguna manera una cuestión política". 

"Vida privada" 

Pekín ha reiterado que el informe hecho por la OMS en Wuhan -que como se sabe tuvo el ojo avizor del régimen- era suficiente, pues ya había descartado la teoría de una fuga de laboratorio y añadió que las solicitudes de datos adicionales tienen motivos políticos ocultos.

"Nos oponemos a la politización en la búsqueda de los orígenes" del virus "y al abandono del informe" conjunto China-OMS, afirmó recientemente el viceministro de Exteriores Ma Zhaoxu, al tiempo que agregó que "las investigaciones futuras deben y solo pueden realizarse sobre la base de este informe. No se trata de volver a comenzar de cero".

En cuanto a los datos brutos solicitados por la OMS, en particular sobre los primeros pacientes en Wuhan, China se ha refugiado de nuevo en el secreto médico. "Sólo queremos proteger la privacidad de los pacientes", sostuvo Liang Wannian, jefe de la delegación de científicos chinos que colaboraron en el informe China-OMS.

"Sin su consentimiento, ningún experto extranjero tiene derecho fotografiar o copiar los datos originales", agregó. Pero obviamente ese aval, así quisieran darlo algunos de los pacientes no les será permitido por el gobierno.

La hipótesis de la fuga de un laboratorio se reactivó en los últimos meses, a causa de las nuevas e impactantes declaraciones de Peter Embarek, el jefe danés de la delegación de expertos internacionales que visitó Wuhan en enero de 2021.

"Pudimos hablar y hacer las preguntas que queríamos hacer, pero no tuvimos la oportunidad de consultar ninguna documentación", lamentó el científico, quien también informó que "un empleado (de un laboratorio) infectado mientras toma muestras forma parte de una de las hipótesis probables. Aquí es donde el virus pasa directamente de los murciélagos a los humanos", sostuvo.

Nada se sabe

La comunidad científica ha insistido en que es crucial determinar cómo el virus pasó al hombre si se quiere evitar otra pandemia. Y aunque rápidamente se señaló al murciélago como el que gesta el virus, se estima que el Sars-CoV-2 tuvo que pasar a través de otra especie antes de alcanzar al hombre, lo que se conoce como el vector intermedio.

Entre los sospechosos ha figurado desde el comienzo el pangolín, una de las especies de animales salvajes vendidas en el mercado de Wuhan donde se detectaron los primeros casos conocidos de covid-19. Sin embargo, a hoy no hay certeza al respecto.

Otros animales, como el visón o el tejón turón, están también en el punto de mira, pero igual no hay nada concluyente.

Sin determinar el huésped intermedio, tomaron fuerzas las teorías de que había sido creado en un laboratorio o que, simplemente, al estar investigando la familia de los Sars-Cov se hizo algún experimento que llevó a su mutación y contagio en el mismo.

Sin datos de los primeros casos ni determinar el eslabón perdido en la transmisión, el mundo lleva 17 meses conviviendo con el virus y ve con preocupación como la fuerte mutación que ha registrado la variante Delta está disparando los contagios.

El refrán popular “el que nada debe nada teme” y por ello es incomprensible la negativa China a que avancen las investigaciones.