¿Cómo serán los últimos días de Trump en el poder? | El Nuevo Siglo
EL PRESIDENTE Donald Trump podría otorgar indultos a sus allegados y dimitir para recibir el beneficio por parte del vicepresidente Mike Pence. /AFP
AFP
Lunes, 14 de Diciembre de 2020
Redacción internacional

Los múltiples intentos del presidente de los Estados Unidos Donald Trump por controvertir el resultado de las elecciones del pasado noviembre no han progresado. Así las cosas, avanza cada vez a mayor velocidad el proceso de transición que culminará el próximo 20 de enero cuando el demócrata Joe Biden tome juramento y se convierta en el 46° titular de la Casa Blanca.

La inminente salida del poder del mandatario republicano se ha prestado para todo tipo de especulaciones sobre lo que serán los últimos 37 días de su gobierno y las decisiones que podría tomar para intentar garantizar su legado y blindarse jurídica y políticamente.

Algunos analistas creen que Trump otorgará indultos a su familia inmediata y a cualquier otra persona con la que pueda sentir lealtad. Sin embargo, el presidente no podría indultarse a sí mismo y es seguro que a los procesos que hoy tiene abiertos se le sumarán otros cuando deje el poder. No son pocos los cuestionamientos a algunas de sus decisiones de gobierno o personales.



Frente a ello, crece el rumor de que Trump podría dimitir antes del 20 de enero, forzando a que el vicepresidente Mike Pence asuma el poder y, entonces, indulte al hoy mandatario.

Es claro que un eventual indulto de Pence a Trump no ofrecería protección contra los casos que se originen en los estados, pero esos serían mucho más manejables. Lo complicado son las posibles acusaciones de orden federal.

“Autoperdón”

Pese a lo anterior y aunque ningún presidente se ha “autoperdonado”, algunos analistas consideran que Trump podría ser el primero en intentarlo. Incluso ya afirmó explícitamente que tiene el “derecho absoluto" a hacerlo.

Ahora, un autoperdón no sería fácil de lograr. Un análisis del Departamento de Justicia escrito días antes de la renuncia de Richard Nixon, en 1974, concluyó que un presidente no puede exonerarse a sí mismo, basándose en la teoría de que nadie puede ser juez y jurado en su propio caso. Algunos académicos que han estudiado el tema creen lo mismo.

“Una cosa que está clara es que (los redactores de la Constitución) no tenían la intención de crear un monarca”, dijo el profesor de derecho de la Universidad de Missouri, Frank Bowman, quien agregó que "si un presidente tiene el poder de perdonarse a sí mismo, es inmune a la responsabilidad penal y, por lo tanto, se convierte en un rey".

Sin embargo, debido a que ningún presidente ha probado jamás el perdón a sí mismo, nadie sabe con certeza si pasará el examen constitucional. “La ley simplemente no es clara”, dijo Alan Dershowitz, quien defendió a Trump en el juicio político que tuvo que enfrentar en septiembre del año pasado.



No obstante, muchos expertos consideran que Trump, quien no ha descartado lanzarse a la presidencia en 2024 o convertirse en presidente de una cadena mediática, podría optar por la renuncia y que Pence lo indulte.

El gran interrogante que surge es si el Vicepresidente estaría de acuerdo en otorgar el indulto o si podría resistirse asumiendo que una decisión en ese sentido arruinaría sus propias aspiraciones para 2024. Esta prevención considerando que el presidente Gerald Ford perdió la reelección en 1976, en parte debido al alboroto que se creó por el perdón que le dio a Nixon.

Indultos

Trump podría perdonar más fácilmente a sus aliados y familiares porque no hay nada que le impida hacerlo. Dos posibles destinatarios del indulto son Paul Manafort, su expresidente de campaña que fue condenado en 2018 por fraude fiscal y bancario. También estaría Roger Stone, un amigo de mucho tiempo que fue condenado por obstruir la investigación de la Cámara sobre la interferencia electoral rusa. Como se recordará, Trump ya conmutó la sentencia de Stone, manteniéndolo fuera de prisión.

Aunque algunos analistas consideran que otorgar perdones es una estrategia del partido Republicano para librarse de responsabilidades por sus decisiones y que ésta será la vía que seguirá el actual mandatario, vale recordar que el expresidente Barak Obama firmó 212 perdones presidenciales mientras que Trump sólo ha ofrecido 28.

Asegurando legado

Por otra parte, miembros de la oposición estadounidense aseguran que, durante los días que restan del mandato republicano, una amplia gama de departamentos y agencias harán todo lo posible para tratar de evitar que Biden haga retroceder el legado del presidente.

Se cree que, en cuestiones relacionadas con la estrategia militar y los conflictos armados, la economía, el comercio, la justicia penal y el medio ambiente, la administración Trump está haciendo todo lo posible para dificultar el cambio de dirección.

Analistas aseguran que altos funcionarios están en una carrera contrarreloj para retirar las tropas de Afganistán, asegurar los arrendamientos de perforación petrolera en Alaska, castigar a China y llevar a cabo acciones encaminadas a frustrar cualquier plan de Biden para restablecer el acuerdo nuclear con Irán.



Entre tanto, Biden y sus principales asesores, aunque no han criticado públicamente las acciones políticas del presidente saliente, respetando la tradición de que solo hay un mandatario, han prometido actuar rápidamente para deshacer muchas de las políticas internas y externas de Trump.

Eso probablemente comenzará con una serie de acciones ejecutivas en sus primeros días en el cargo, así como con una agenda legislativa agresiva durante su primer año.

Judd Deere, un portavoz de la Casa Blanca, defendió las acciones de la administración y dijo que el presidente fue elegido porque los votantes estaban "cansados de los mismos políticos de siempre que se comprometieron a cambiar Washington, pero nunca lo hicieron".

Por su parte Trump, dijo que había revocado las regulaciones y llevado la responsabilidad a las agencias y "sigue centrado en ese importante trabajo".

Algunas transiciones anteriores también han sido difíciles. Los funcionarios entrantes de la administración Bush acusaron a la salida de la Casa Blanca de Clinton de travesuras menores, indultos de última hora a amigos y retrasos debido a las disputadas elecciones de 2000.

Trump ha alegado durante mucho tiempo que después de su elección, enfrentó un esfuerzo sigiloso para socavar su transición debido a las investigaciones que estaban en curso sobre las posibles conexiones de su campaña con Rusia. Y hubo casos documentados de funcionarios de Obama que hicieron esfuerzos desesperados para poner obstáculos en el camino de lo que esperaban serían los cambios de política de Trump sobre inmigración y otros temas.

Sin embargo, por más esfuerzos de la administración entrante por borrar el legado de Trump, algunas de sus acciones son casi permanentes. Hablamos de la nominación de jueces con nombramientos vitalicios o la designación de sus partidarios en paneles gubernamentales con términos que se extienden más allá del tiempo probable de Biden en el cargo, por lo que es poco lo que el nuevo presidente puede hacer para revertirlos.



Igualmente, la actual administración está tratando de aprobar dos nominaciones a la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal que servirían hasta 2024 y 2030, respectivamente; un trío de posibles miembros de la Comisión Federal Electoral para servir por seis años; y otros a la Comisión Federal de Comunicaciones y de Regulación de Energía, quienes, si se confirman, evitarían que Biden instale mayorías en esos organismos hasta bien entrado el 2021.