El autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, presentó esta semana el denominado “Pacto Unitario por la Libertad y Elecciones Libres” en el que participan 37 partidos y 105 organizaciones de la sociedad, con el que pretende recomponer la "unidad" de la oposición frente a Nicolás Maduro.
Guaidó asegura que la iniciativa "servirá para la movilización ciudadana".
El presidente interino resaltó que la consulta popular que ha convocado busca "reactivar un proceso de agitación y de calle".
"Es una ruta de acción", indicó Guaidó, quien aseguró además, que "la consulta será con la gente en la calle… presionaremos a la dictadura" al tiempo que manifestó que este plebiscito "es una ruta de acción", en una clara alusión a las críticas formuladas por el también opositor Henrique Capriles, quien lo acusa de no desarrollar estrategias y dejar el camino libre a Maduro.
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Guaidó sostiene que el plebiscito "servirá para la movilización ciudadana, la visualización de la crisis y la canalización de la demanda social. No es un fin en sí mismo, es parte de la presión en distintos terrenos", agregó que la iniciativa “no es un día, es un proceso que se irá construyendo y que se suma a otras acciones anteriores y propuestas a futuro".
Según ha explicado la consulta constará de "dos o tres preguntas" que serán anunciadas "en los próximos días" y destacó que puede haber un vacío de poder tras las próximas elecciones, después de afirmar que no reconocerá los resultados de diciembre.
Vale recordar que como parte de la estrategia Guaidó llamó a la Fuerza Armada a respaldar su propuesta y rechazar las cuestionadas elecciones y les dijo a los mandos castrenses que "dejen de esconderse tras las faldas del dictador y dejen de obviar la realidad en Venezuela".
Los militares son considerados un pilar fundamental para la permanencia de Maduro en el poder, junto al apoyo de países como Cuba, Rusia, Irán y Turquía.
"Reconocemos claramente el valor de cada sector de la sociedad e invitamos a este pacto unitario, a la Fuerza Armada. Estamos dispuestos a sentarnos una vez más con los que sean necesarios para lograr una transición", expresó Guaidó.
Posición de Capriles
Entre tanto el excandidato presidencial Capriles ha reiterado su llamamiento a participar en las elecciones parlamentarias para evitar que el Gobierno de Maduro haga una oposición "a su conveniencia" y sin perspectivas de futuro.
"Hemos decidido dar un paso al frente cuando al parecer nadie más está dispuesto a asumir el riesgo".
Capriles, inhabilitado desde 2017 para ocupar un cargo público, se ha desmarcado en estos últimos días de la línea de Guaidó. Aunque reconoce que deben darse las condiciones para la votación, entre otras razones por las dificultades que plantea la pandemia.
Asegura que es necesario "trazar una ruta política clara" construida a partir de "hechos políticos concretos, viables y convincentes".
A pesar de que el excandidato presidencial no ha aclarado si respaldará a alguna fuerza en particular, hay quienes aseguran que está vinculado con un nuevo grupo denominado La Fuerza del Cambio, que ya inscribió candidatos.
Por otra parte la líder de Vente Venezuela, María Corina Machado también reaccionó a la propuesta de Guaidó y aseguró que "no procede una consulta popular" y tampoco la ve factible. Apoya, eso sí, la iniciativa partidos como Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y el Partido Socialcristiano, que proponen una operación de “Paz y estabilización” y rechazan cualquier “maniobra de distracción disfrazada de unidad”.
Observadores internacionales
El Gobierno de Maduro reiteró la semana pasada su invitación a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Unión Europea (UE) para que envíen observadores, sin que ninguna de las dos se haya mostrado dispuesta a hacerlo por el momento y es bastante improbable que se concrete considerando que Bruselas necesita seis meses de preaviso para preparar una misión electoral.
A este respecto, Capriles señaló que, si la UE acepta y aplica su "riguroso protocolo político", habrá "un nuevo escenario político hacia el rescate de la confianza de los venezolanos en la ruta electoral". "Sabemos que el régimen jugará a su conveniencia, pero ahora tendrán que enfrentarse a los ojos de un organismo que no controlan y que no será cómplice de sus tropelías", afirmó.
Al tiempo el dictador Maduro reivindicó el proceso electoral y advirtió que "llueva, truene o relampaguee" habrá elecciones el 6 de diciembre y aseguró que “nadie nos venga a hablar de suspender elecciones, nadie en el mundo, así. O más claro: en Venezuela estamos obligados por la Constitución, llueva, truene o relampaguee, a hacer elecciones el 6 de diciembre", subrayó.
Maduro agregó que "hemos visto elecciones en medio de una pandemia terrible en Polonia y Serbia; en Rusia hicieron un referendo en el que votaron millones; en Bielorrusia, Corea del Sur, Surinam, Trinidad y Tobago, República Dominicana y esta semana en Jamaica".
Asimismo denunció las "maniobras de algunos sectores" para "sabotear e impedir las elecciones".
Condiciones mínimas
Capriles insiste en que hay que "pelear" por la celebración de las elecciones y reitera su respaldo a que la oposición participe en las mismas si se dan "unas condiciones mínimas", de lo contrario Maduro, se encontrará "solo".
El excandidato aseguró que "si vas al proceso, no legitimas a Maduro, es una falsedad... si la dictadura, deja una rendijita, tenemos que meter la mano para después meter el pie" y agregó que “nadie sabe lo que puede pasar, pero sí estoy seguro de que nada va a pasar convocando a no hacer nada o a seguir en la situación actual".
Como se recordará Capriles aseguró que "es un falso dilema participar o no participar. El dilema es luchar o no luchar, y yo he decidido luchar" y aprovechó para criticar a Guaidó, por "jugar a ser presidente por internet", mientras el país necesita “ser salvado”.
El dos veces excandidato presidencial ha insistido en que el control de la Asamblea Nacional por parte de la oposición, es lo que hasta ahora le ha dado "legitimidad y abierto puertas en la comunidad internacional" razón por la cual no debe entregarse al régimen.
Finalmente Capriles ha prevenido que "si no peleamos", entonces "el argumento del régimen va a ser sencillo: 'la oposición no quiso pelear', como ya ocurriera en 2005 cuando se 'regaló' la Asamblea Nacional al chavismo debido al boicot opositor". "Las cosas no se cambian de manera pasiva sino de manera activa", aseguró.
Pero ahora, conforme a la Constitución, hay que renovar la Asamblea puesto que su mandato expira el 5 de enero. Ante esta realidad, la oposición descarta que la solución a la crisis en Venezuela pase por una intervención militar y defiende la vía del acuerdo y la diplomacia.
Habrá que esperar para comprobar si la iniciativa de Guaidó consigue unir a la desarticulada oposición y a que la UE confirme su participación como observador para que determine si la elección es fraudulenta o no.