Este viernes empieza la VIII Cumbre de las Américas, que se realizará en la ciudad de Lima, Perú, y que ha anunciado con bombos y platillos uno de los temas principales a tratar: “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”.
Justamente Perú, el anfitrión, enfrentó el pasado 21 de marzo una crisis política derivada de la destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski por presunta corrupción.
En medio de los casos que recientemente han salido a la luz en la región y de las condenas y decisiones judiciales que han florecido, es preciso cuestionarse si abordar este tema en el encuentro de alto nivel es una paradoja.
El investigador de la Universidad del Rosario y exasesor de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), Mauricio Jaramillo Jassir, descartó que los países asistentes a la Cumbre aborden a profundidad esta cuestión.
“El tema formal nunca es el tema verdadero (de discusión). Si se hablará de eso, ¿qué pueden hacer la OEA y las Américas?”, le dijo Jaramillo Jassir a la Agencia Anadolu.
Según el analista, la agenda verdadera será Venezuela y los mecanismos que puede tomar la región para seguir ejerciendo presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, o qué hacer con Estados Unidos, partiendo de la preocupación de varios países, entre ellos Cuba, por su relación económica.
Para Aldo Olano, sociólogo y doctor en Estudios Latinoamericanos, si realmente en la Cumbre se va a plantear el tema de corrupción y gobernabilidad democrática, deberían afrontarse medidas serias y de mayor envergadura para combatir este problema.
Olano propone que los Estados o el sistema regional de justicia pueda intervenir en contra de los llamados paraísos financieros que existen en el continente, tanto en el territorio insular como continental, en los que se alojan “dineros de dudosa procedencia, como de la corrupción”.
“¿Por qué no adoptarse medidas firmes en contra de aquellos territorios, algunos autónomos y otros sujetos al dominio de Estados europeos, que suponga un control a los dineros que circulan o sancionar a aquellos con administraciones que facilitan el lavado de dinero o el tránsito de dinero procedente?”, añadió.
El investigador y docente de la Universidad Externado de Colombia afirmó que el problema de la corrupción no solo responde a cuestiones de inestabilidad política.
Por último, resaltó las recientes destituciones de funcionarios de alto nivel en la región, como el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, o la condena contra Lula da Silva en Brasil, y señaló que de haber decisiones similares en otros países, marcaría un precedente importante.
“Quienes se involucren con la política de alto nivel, van a tener que mirar con cuidado sus acciones. Antes había una especie de impunidad absoluta y desfachatez, ahora la cosa puede estar cambiando”, concluyó.