¿Dará el G20 paso firme y vinculante por el planeta? | El Nuevo Siglo
LA ZONA de EUR, el barrio periférico romano que mandó construir el dictador Benito Mussolini en los años 30, albergará a los mandatarios del G20
Foto AFP
Viernes, 29 de Octubre de 2021
Redacción internacional con AFP

SIN presagio alguno de que las mayores economías del mundo alcancen ambiciosos compromisos para enfrentar los actuales retos globales, a saber, pandemia, calentamiento global y reactivación económica se verificará desde hoy y hasta el domingo la cumbre del G20 en Roma.

Voluntad política hay de sobra. Así se desprende de las declaraciones que todos a uno han expresado desde semanas atrás frente a la agenda de esta cita, que vuelve a ser presencial. Sin embargo, como reza el refrán popular, del dicho al hecho todavía hay mucho trecho, máxime por dos grandes ausencias, la del presidente chino, Xi Jinping, y el ruso Vladimir Putin, cuyos países se encuentran en el top 5 de los mayores contaminantes del planeta (28% y 5%, respectivamente).

Tanto Putin como Jinping han justificado su ausencia porque su mayor preocupación es el coronavirus. En el caso del presidente chino, no ha salido de su país desde enero de 2020, cuando estalló la pandemia y ahora enfrenta un rebrote en algunas regiones, lo que obligó a confinar de nuevo a tres ciudades. Por su parte, el mandatario ruso recientemente estuvo aislado por precaución.

La ausencia de estos dos mandatarios, quienes sin embargo se conectarán por video, reduce las expectativas de la cumbre, el tradicional foro entre aliados y rivales de diferente tamaño y poder, más aún cuando la agenda es crucial por los desafíos globales, al igual que es la antesala para la cita sobre cambio climático de Glasgow (COP26) que se verificará desde el lunes y hasta el 12 de noviembre.

En esta última se aspira a un compromiso concreto para reducir las emisiones de efecto invernadero antes de 2050, en un intento urgente para frenar el calentamiento planetario.

Pero no serán los únicos ya que tampoco acudirán a la cita en la zona de EUR, el barrio periférico romano que mandó construir el dictador Benito Mussolini en los años 30, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida.

Dicha zona es desde ayer una “zona roja de alerta máxima”, con más de 5 mil policías en patrullaje constante para garantizar la seguridad de los otros 16 mandatarios asistentes al evento y evitar manifestaciones violentas como las que se produjeron hace quince días contra la obligación del pasaporte sanitario, que derivaron en graves disturbios y en el asalto a la sede del principal sindicato italiano.

En EUR también hay perros rastreadores, sobrevuelan aviones caza, helicópteros militares y drones para controlar el espacio aéreo. El perímetro de seguridad se extiende por varias cuadras a la redonda, lo que no impedirá que se realicen las previstas protestas de activistas contra la emergencia climática aupados en 'Fridays For Future', al igual que de personas que han perdido su trabajo y de varias ONG, que expresarán su indignación por el difícil acceso que tienen los países con menos recursos económicos a las vacunas anticovid.

Desafíos complejos

El foco central de esta cita en Roma será sobre todo el cambio climático, y como reseñamos hay gran voluntad política para tomar decisiones ‘históricas’ que lleven a frenar el aumento de la temperatura del planeta. Pero como lo han señalado expertos y ambientalistas urge pasar de la retórica a los hechos, con acuerdos puntuales, aplicables ,verificables y ojalá vinculantes.

Para Antony Froggatt, investigador del instituto Chatham House, si el G20 no se compromete a limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados y a ser neutros en emisiones de carbono antes del 2050, "no queda alguna esperanza" de cumplir el Acuerdo de París de 2015 para la reducción del efecto invernadero.

Como se sabe esta veintena de países son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y varios de ellos se resisten a reducir las emisiones.

China entregó ayer su compromiso sobre la “Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC)" a alcanzar su pico de emisiones "antes de 2030", y lograr la neutralidad carbono "antes de 2060", pero en el otro extremo se encuentra India, que insiste en su condición de país en desarrollo, lo que le dificulta asumir un compromiso preciso.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, considera que esta cita de Roma "marca el regreso del multilateralismo, después de los años oscuros de aislacionismo y del confinamiento ligado a la crisis sanitaria", dijo.

"Vamos a discutir de los desafíos más complejos de nuestros tiempos con el objetivo de hallar soluciones ambiciosas y compartidas", resumió.

Entre tanto, los líderes deberán firmar un acuerdo para imponer un impuesto mínimo del 15 por ciento a las multinacionales, al igual que discutir sobre la recuperación pospandemia y sus riesgos, incluido la repartición desigual de las vacunas contra el covid-19.


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Pese a que no se esperan nuevos compromisos sobre las vacunas contra el covid-19, Italia lucha por otorgar más ayuda a los países de bajos ingresos a través de la distribución de vacunas.

"La solidaridad global para enfrentar esta pandemia ha sido muy escasa", subrayó Emma Ross, investigadora del grupo de expertos de Chatham House. 

"El G7 no estuvo a la altura de las circunstancias, por lo que todos tienen la mirada hacia el G20", recalcó. 

Diplomacia papal

Aprovechando el viaje a esta cumbre, muchos líderes pidieron cita para una serie de encuentros bilaterales con varios de sus homólogos, pero sobre todo audiencia con el papa Francisco.

Joe Biden, el segundo presidente de Estados Unidos abiertamente católico, después del presidente John F, Kennedy será recibido hoy por el pontífice, entre las audiencias papales confirmadas junto con la del presidente de Corea de Sur, Moon Jae-in, mientras el sábado recibirá a Narendra Modi, en lo que será la primera visita al Vaticano del líder nacionalista hindú, que gobierna el país desde 2014.

El último precedente de un encuentro entre un Papa y un primer ministro indio se remonta al año 2000, cuando fue Atal Bihari Vajpayee - también miembro del BJP - quien acudió a una audiencia con Juan Pablo II. El Papa Francisco también recibió a una delegación oficial india en septiembre de 2016, con motivo de la canonización de la Madre Teresa de Calcuta: en aquella ocasión quien representó al gobierno de Modi fue la ministra de Asuntos Exteriores, Sushma Swaraj.

La gira europea de Biden, Moon y Modi incluye también su participación en la COP26 y, de allí, que será el tema central de las conversaciones que sostendrán con el papa Francisco, para quien la situación del planeta es una de las mayores preocupaciones de su pontificado.

Paralelamente se darán otros importantes encuentros bilaterales como el de Biden con su par francés Emmanuel Macron, el primer cara a cara tras la crisis diplomática desencadenada por el contrato para la venta de submarinos a Australia y por el nuevo pacto defensivo en el área indo pacífica para contener a China.

Otro de ellos será el del premier italiano Draghi con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan que servirá para para rebajar tensiones después de la crisis diplomática que desencadenó que Draghi tildase de 'dictador' a Erdogan en una conferencia de prensa.

Para Argentina la cita es particularmente importante de cara a la reestructuración de la deuda con el Fondo Monetario Internacional por lo que su presidente, Alberto Fernández, aprovechará para reunirse con la titular de ese organismo, Kristalina Georgieva.

Este G20 al igual que la COP26 serán también los escenarios para rendir una cálida despedida a la canciller alemana, Ángela Merkel, que dejará la política tras 16 años al mando de su país y con un reconocido liderazgo en el posicionamiento de Europa. Estará acompañada de su ministro Olaf Scholz, el socialdemócrata que negocia la conformación del gobierno y seguro sucesor.

Los 16 líderes de cuerpo presente y los restantes telemáticamente son conscientes no sólo de su peso a nivel global sino de la irrenunciable responsabilidad ambiental que tienen. Los países del G20 representan casi el 90% del PIB global, dos tercios de la población mundial y el 80% del comercio internacional. Pero a la vez son los que más emisiones contaminantes producen. De allí que este fin de semana deberían adoptar un serio compromiso que incentive al resto de naciones que estarán en Glasgow a poner en bajo la ‘calefacción planetaria’.