CUANDO el pasado 6 de enero el presidente Nicolás Maduro designó al ingeniero mecánico y licenciado en Ciencias y Artes Militares, Pedro Tellechea, al mando de la estatal petrolera venezolana, Pdvsa, no imaginaba que la gestión de este hombre con experiencia en esa industria fuera a dar tan rápido y contundente resultado. Pero la misma no se enfocó en aumentar la producción o las exportaciones del crudo, sino en destapar otro escándalo de corrupción, que se vislumbra como el más grave del siglo.

No es secreto que Pdvsa, que fue por más de dos décadas no solo modelo de empresa pública sino la joya de la economía venezolana por su nivel de producción y altos precios del llamado oro negro, se convirtió con la llegada del chavismo al poder en un fortín burocrático y un pozo donde la corrupción fue entrando, cada vez con mayor fuerza, hasta caer en una profundidad insospechada.

Y aunque los comprobados desfalcos desde el 2002 han sido tan constantes como de montos abultados, el más reciente divulgado hace una semana tiene ribetes de inédito por su cuantía (USD 3000 millones solo el año pasado), implicados (hasta ahora 19, la mayoría de ellos altos funcionarios) y la forma de apropiación (desvíos con la criptomoneda Petro).

Cuando Tellechea llegó a dirigir Pdvsa, proveniente de la dirección de Monómeros -la filial de ésta en Colombia- tomo dos decisiones importantes e inmediatas: suspender las exportaciones del petróleo venezolano y realizar una auditoría interna con lupa a las finanzas de la compañía, desde sus movimientos diarios hasta las cuentas por cobrar. Todo ello, seguramente por requerimientos de la Fiscalía que investigaba denuncias de otro millonario asalto a las arcas de la empresa insignia de Venezuela.

Un primer hallazgo de Tellechea, hoy también ministro de Petróleos tras la forzada renuncia de Tareck El Aissami, un peso pesado del chavismo, fue el desvío de USD3.000 -el 12% de los ingresos nacionales- de pagos por crudo en criptoactivos solo el año pasado.

Y si de por si ese monto es escandaloso, la segunda revelación hecha por el directivo y sus auditores lo es aún más:  serían en total USD 21.200 millones en cuentas comerciales por cobrar en los últimos tres años de los que se desconoce su paradero, según reportó la agencia Reuters.

Esa cifra, que representa tres veces el presupuesto fiscal de Venezuela este año, sería la más alta desfalcada a la estatal petrolera en tan corto tiempo.

Vale recordar que Venezuela desde hace cinco años realiza sus exportaciones de petróleo bajo un sistema de intermediarios para evadir las sanciones económicas que le impuso Estados Unidos por la ilegítima reelección de Maduro y la persecución a los opositores. Bajo este esquema se creó el Petro, la criptomoneda respaldada en las reservas de crudo, cuyo ‘padre’ fue el exministro de Educación y hasta una semana diputado, Hugbel Roa.

Las investigaciones de la Fiscalía a cargo de Tarek William Saab, apuntan a que Roa fue el cerebro de la malversación de fondos de Pdvsa, en connivencia con otro poderoso del chavismo y del gobierno: el Superintendente Nacional de Criptoactivos, Joselit Ramírez.

Hoy detenidos, estos dos activos y fuertes militantes del chavismo habrían operado el entramado corrupto para desaparecer los USD 3.000 millones el año pasado y es altamente probable que lo sean también del desvió de los USD 18.000 millones más de los dos años inmediatamente anteriores y sobre los que no hay rastro.

Según esas investigaciones sobre el desorden contable en Pdvsa, en los últimos tres años no se registraron o no se pagaron el 84% de las ventas petroleras realizadas al exterior.

Para Leonardo Vera, economista y académico de la Universidad Central de Venezuela, este faltante en la estatal petrolera “es tres veces el presupuesto a la nación aprobado en diciembre por la Asamblea Nacional para la gestión fiscal de este año, que fue de 7.000 millones de dólares”.

Y agregó que no sólo se está confirmando el reinante desorden contable en Pdvsa, sino que esa millonaria malversación de fondos de una empresa estatal es “una vergüenza para el país ante las difíciles condiciones socioeconómicas en las que viven la mayoría de los venezolanos”.

En esas mismas declaraciones reseñadas por Reuters, Vera insistió en que “el manejo financiero y comercial de Pdvsa se ha hecho en absoluta oscuridad…Había muchísimos intermediarios a quienes les entregaba barcos tanqueados con petróleo para cambiarlos por bienes y nadie consolidaba esas cuentas”.

“Habrá más decisiones”

En el marco de la cruzada anticorrupción encabezada por el fiscal Saab han sido detenidas 19 altos funcionarios, jueces y alcaldes. En los próximos días se darían nuevas capturas porque en palabras del propio jefe del ente investigador “esta es solo la etapa previa”.

Tres de los arrestados, según informan los medios de comunicación, son muy cercanos al El Aissami, a saber: el vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de Petróleos de Venezuela, coronel Antonio Pérez Suárez;  Joselit Ramírez, superintendente de Criptoactivos de Venezuela (Sunacrip), que maneja los fondos de la industria petrolera a través de criptomonedas y el diputado Hugbel Roa, ‘padre’ del Petro, la cripto respaldada en las vastas reservas de crudo y a quién se le asocia con Petrocedeño, filial de Pdvsa con participación accionarial de Francia y Noruega.

Entre los privados de la libertad también están el coronel del Ejército, Samuel Testamarck, gerente general de PDV Marina; el teniente coronel José Agustín Ramos, director de Seguridad de la Faja Petrolífera del Orinoco; Cristóbal Cornieles, presidente del circuito penal de Caracas, José Macsimino, juez de Delitos Asociados al Terrorismo -quien se hizo popular por sus sentencias contra políticos opositores como Freddy Guevara- y el alcalde del municipio Michelena, en el estado Aragua, Pedro Hernández.

Así mismo fueron puestos tras las rejas el presidente de Pdvsa-Gas Comunal, Jacob Grey, junto a tres gerentes de plantas de llenado, por cobros ilegales y extorsiones.

La policía nacional anticorrupción pidió al Ministerio Público iniciar el "encauzamiento judicial" de estos funcionarios que "podrían estar incursos en graves hechos de corrupción y malversación de fondos".

En respuesta, Saab designó a cinco fiscales "para investigar los graves hechos de corrupción que vinculan a funcionarios públicos en repudiables tramas delictivas", indicó vía twitter.

"Los ilícitos investigados corresponden a distintas ramas y niveles del poder público e implican a sectores estratégicos para el desarrollo nacional y la administración de justicia", indicó el Ministerio Público.

Proxenetas

Algunos de los altos funcionarios detenidos como parte de una nueva "cruzada" contra la corrupción en Venezuela están involucrados en una red de prostitución al servicio de políticos y empresarios, reveló bajo reserva a la AFP una fuente ligada a las investigaciones.

Desde la semana pasada, cuando la Policía Nacional contra la Corrupción (PNCC), anunció una "investigación profunda" a funcionarios incursos en "corrupción administrativa y malversación de fondos" han sido detenidos altos funcionarios y "testaferros" que actuaban bajo la fachada de empresarios.

Hugbel Roa tendría como "testaferro" al empresario Alejandro Arroyo, "dueño de una mansión en el Country Club (una exclusiva urbanización de Caracas), una inmensa flota de camionetas y equipos de fútbol", añadió la fuente.

"Y lo grave es que manejaba una red de prostitución al servicio de este grupo donde captaban a jovencitas para que les sirvieran de damas de compañía", subrayó el informante.

Este empresario tenía además una "sociedad con el exgobernador de Cumaná, Edwin Rojas", también detenido este lunes, según reportes de la prensa local.

Las investigaciones, que según el presidente Maduro comenzaron en octubre pasado, develaron "mafias que se incrustaron" en Pdvsa, así como el poder judicial y alcaldías.

El mandatario, que ya ha anunciado antes otras cruzadas contra la corrupción, cuestionó que varios de sus colaboradores más cercanos, hoy detenidos, llevaban una vida de "nuevos ricos" llena de "extravagancias".

Tenían "una forma de vida de multimillonarios, una forma de vida que no tiene nada que ver con un funcionario trabajador y honesto".

Maduro dijo que más adelante se sabrán "cosas repugnantes de la conducta moral" de los detenidos, sin nombrarlos.