Álex Saab, presidente del Centro Internacional de Inversión de Venezuela | El Nuevo Siglo
Foto: AFP.
Lunes, 15 de Enero de 2024
Redacción internacional con AFP y Europa Press

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha designado este lunes a Alex Saab, considerado testaferro del mandatario y liberado recientemente por Estados Unidos, como nuevo presidente del Centro Internacional de Inversión Productiva (CIIP) con el fin de generar estrategias orientadas a la promoción de inversiones y el comercio exterior.

Durante la presentación del mensaje anual a la nación, desde la Asamblea Nacional, Maduro ha destacado que la "experiencia" de Saab ayudará al país "a traer las inversiones y fuerza económica del mundo. "Alex, confío en ti plenamente", ha manifestado el jefe de Gobierno, según ha recogido un comunicado del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Saab sustituye en el cargo a Félix Plasencia, que ha dado "todo" su apoyo al "hermano y querido embajador" en su "nueva misión en beneficio" del país. "Agradecido con el presidente, Nicolás Maduro, por su respaldo en nuestra búsqueda de fortalecer el comercio y las inversiones productivas en el mercado global", ha declarado.

Esta designación tiene lugar después de que Maduro trazara siete objetivos para acelerar el proceso de transformación que "requiere" Venezuela con miras a convertirse en un país potencia, focalizándose en la diversificación económica a través de las exportaciones con la "modernización de métodos y técnicas de producción".

Maduro ha citado la "independencia plena", la paz, seguridad e integridad territorial; la recuperación del Estado de Bienestar y la consolidación de la democracia, así como la contra el cambio climático y la inserción de Caracas en "la nueva configuración mundial".

Saab fue detenido en junio de 2020 durante una escala en Cabo Verde y posteriormente extraditado a Estados Unidos. Caracas ha defendido en todo momento que su arresto es ilegal, ya que contaba con inmunidad como "enviado especial" del Gobierno de Maduro

Crecimiento de economía

Por otro lado, el mandatario tamboén anunció que la economía de Venezuela creció 5% en 2023, por encima de estimaciones privadas que hablan de estancamiento o de un crecimiento limitado.

El Banco Central de Venezuela (BCV), que informa con poca regularidad los indicadores económicos, no publica el dato del PIB desde 2018. De hecho, fue Maduro quien informó el año pasado que la economía creció 15% en 2022.

"El crecimiento económico de Venezuela integral durante el año 2023 superó al 5%", dijo Maduro en su mensaje anual ante el Parlamento.

"Para este año 2024 estamos proyectando un crecimiento del Producto Interno Bruto (...) del 8%", continuó.

La actividad económica de Venezuela comenzó a caer en 2014, en medio de un desplome de la principal fuente de ingresos del país, el petróleo, y una acuciante crisis que empeoró tras la imposición de una batería de sanciones internacionales en 2019 como parte de una cruzada liderada por Estados Unidos para buscar la caída del mandatario chavista, tras desconocer su reelección en 2018.

Después de ochos años de recesión, que significó una contracción del PIB de 80%, la economía comenzó a registrar cifras de crecimiento a mediados de 2021. El rebote fue impulsado por el relajamiento de férreos controles cambiarios y de precios, que llevaron a una dolarización de facto de la economía.

"Irrelevante"

La firma Albus Data estimó un crecimiento en 2023 de 2%, según su director Henkel García. Otra firma, Ecoanalítica, ubicó la evolución del PIB en -0,7% sobre 2022.

"Más allá de que sea 2 o 5 (%), en términos de lo que necesita Venezuela, es irrelevante", señaló García a la AFP. "Igual es una desaceleración importante de lo que venías trayendo de 2022", resumió.

"Lo que necesita Venezuela (...) para recuperar todo lo que hemos perdido desde 2013 son tasas de crecimiento mucho mayores", añadió el experto, que espera un crecimiento del PIB en 2024 de entre 4% y 8%, que dependerá de los precios del petróleo, sostén de la economía venezolana.

Maduro informó que los ingresos por venta de crudo estuvieron en el orden de los 6.320 millones de dólares, "superior al año pasado", cuando totalizaron de 3.000 millones dólares, siempre según datos del gobierno.

El monto, sin embargo, es muy inferior a los 54.0000 millones de dólares que llegó a recibir el país durante la bonanza petrolera de la primera década del siglo XXI.

Los ingresos petroleros se redujeron en medio de la corrupción y la mala gestión dentro de la estatal PDVSA. La situación empeoró, según Maduro, por las sanciones económicas de Estados Unidos al crudo venezolano que en octubre fueron flexibilizadas en medio de un proceso de negociación política entre gobierno y oposición, en el que Washington es protagonista.