Dinámicas en el Golfo tras reconciliación Catar y cuarteto árabe | El Nuevo Siglo
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, pidió unir esfuerzos para contrarrestar la amenaza que representa Irán por sus programas de misiles nucleares y balísticos.
AFP
Domingo, 17 de Enero de 2021
Redacción internacional

En mayo de 2017, pocos meses después de juramentar su cargo como presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump realizó una visita a Arabia Saudita tras la cual se generó un cambio en la política exterior de su país sobre el Golfo, convirtiendo a Catar en el nuevo objetivo.

Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto, conocido como el cuarteto árabe, habían acusado a este país de fomentar el terrorismo y de entrometerse en sus asuntos internos, cortando sus lazos diplomáticos y dando comienzo a un boicot. Catar, con el apoyo de Turquía, negó sistemáticamente las acusaciones y expresó su disposición a entablar un diálogo para poner fin al estancamiento.



Antes de convertirse en presidente electo, Joe Biden criticó el apoyo de Trump a Arabia Saudita tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi y prometió revisar sus relaciones con Riad. Luego de perder el apoyo de su aliado más importante, Trump, Arabia Saudita se apresuró a reconciliarse con Catar y resolver su crisis con ese país.

Pero existen varios factores que han desencadenado el cambio en las relaciones diplomáticas en el Golfo Pérsico aparte de la victoria de Biden. Entre estos, resaltan el fracaso de las monarquías árabes en su lucha geoestratégica en África y Oriente Medio, el nulo resultado de su presión a Catar y su acercamiento con Irán a raíz del boicot de los países árabes.

Como consecuencia, en días pasados se celebró la cumbre 41 del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) que contó con la presencia del Emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, quien participó por primera vez desde el comienzo de la crisis.

La cumbre se llevó a cabo un día después de que Kuwait anunciara que Arabia Saudita y Catar llegaron a un acuerdo para reabrir el espacio aéreo y las fronteras terrestres y marítimas entre ambas naciones, además de abordar las repercusiones de la crisis del Golfo y culminó con la firma de los líderes de la región de un acuerdo de reconciliación.

No obstante, las experiencias pasadas demuestran que el equilibrio en la región puede volver a alterarse de manera rápida, especialmente después de una reconciliación tan rápida luego de más de tres años de boicot y de deterioro en las relaciones. Hay que tener en cuenta que, durante este periodo, Catar fortaleció sus relaciones con Turquía en diversos ámbitos, desde el económico al militar, y desarrollo sus relaciones con Irán.

El ministro de Exteriores de EAU, Anwar Gargash, se mostró optimista con respecto al acuerdo de reconciliación firmado. “Significa el restablecimiento por completo de la funcionalidad del CCEAG y su resurrección como un bloque político”, afirmó.

Así mismo, Gargash dijo que el acuerdo pone fin a todas las restricciones y medidas tomadas contra Catar y explicó que, contiene reglas sobre asuntos como la no intromisión en los temas que afectan a los miembros del Consejo, incluidos el extremismo y el terrorismo.

Con respecto a las 13 condiciones presentadas por el cuarteto, incluidas el cierre del canal de televisión Al Jazeera y una base militar turca en Catar, Gargash dijo que las condiciones siguen en pie, pero no dejó claro si estas fueron incluidas en el acuerdo o no.

EAU ha sido incapaz generar resultados con su política poco amistosa contra Turquía y Catar en los últimos años. Por el contrario, esta actitud no ha hecho sino acercar entre sí aún más a los dos. El intento de acercamiento de EAU a Catar se puede leer en el marco de la crisis en Libia. Turquía se ha desplegado estratégicamente en el Golfo a través de su base en Catar, mientras que éste apoya la política de Turquía en Libia. Todo esto ha molestado a EAU y Egipto, países que apoyan al general Jalifa Haftar en Libia.

Teniendo en cuenta los ejemplos del pasado cercano y la guerra activa en Yemen, el equilibrio en el Golfo puede cambiar en cualquier momento. La EAU que hoy expresa su optimismo por la reconciliación con Catar, mañana podría desarrollar otra estrategia. Las relaciones son frágiles, no solo con EAU, sino que con los demás países que forman el cuarteto.

Implicaciones para Irán

El final de una disputa entre Catar y sus vecinos del Golfo, en una medida que los analistas han considerado que tiene como objetivo crear un bloque regional para contrarrestar a Irán.

"El acuerdo de reconciliación puede describirse como un arreglo parcial de la crisis del Golfo. Los países del CCG están tratando de presionar más a Irán y mejorar la posición del Golfo con respecto a Teherán en caso de que EU decida reforzar su bloqueo económico contra Teherán", le explicó Mutahar Al-Sofari, analista político yemení.

Al inaugurar la cumbre del CCG en la histórica ciudad saudí de Al-Ula, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman pidió unir esfuerzos para contrarrestar la amenaza que representa Irán.



El gobernante dijo que los programas de misiles nucleares y balísticos de Irán y los "planes subversivos y destructivos" requerían una acción seria por parte de la comunidad internacional.

Bin Salman enfatizó que la cumbre del Golfo sería "inclusiva", llevando a los Estados hacia la "reunificación y solidaridad para enfrentar los desafíos de nuestra región".

“Existe una gran necesidad de que los Estados del CCG unan sus esfuerzos para hacer avanzar la región y enfrentar los desafíos que la rodean, particularmente las amenazas planteadas por el programa nuclear del régimen iraní”, manifestó el príncipe saudí.

Como se recordará en septiembre pasado, EAU y Bahréin firmaron acuerdos negociados por EU para normalizar sus relaciones con Israel. Sudán y Marruecos siguieron su ejemplo.

Por su parte, Jaber Al-Harami, un analista político de Catar dijo que los principales desafíos y riesgos que afligen a la región impulsaron los pasos prácticos hacia la reconciliación del Golfo.

"Los desafíos regionales y los desafíos de Arabia Saudita en Yemen, Irak y Siria, las relaciones con Irán y la situación económica del reino han creado una voluntad política seria para poner fin a la disputa y resolver la crisis", explicó Al-Harami.

Durante los últimos tres años, tanto Riad como Doha experimentaron pérdidas importantes debido a la caída de los precios de la energía y la pandemia del coronavirus.

“Después de tres años y medio, todas las partes han pagado un alto precio por esta crisis y llegaron a la convicción de que no tiene sentido continuar. Más bien, la continuación de la crisis provocará graves pérdidas para el CCG en su conjunto”, dijo Al-Harami.

Papel de Trump

Dado que Catar alberga la base militar estadounidense más grande en Oriente Medio, la administración de Trump ha estado preocupada de que la ruptura entre los aliados regionales de Washington haya debilitado sus esfuerzos para crear el mencionado bloque regional contra Irán.

Los analistas creen que la administración Trump ha ejercido presión sobre las naciones del Golfo para resolver la disputa mientras busca reclamar una victoria diplomática antes de que el presidente electo, Joe Biden, asuma el cargo el 20 de enero.