Economía peruana se resiste por un Gobierno que no despega | El Nuevo Siglo
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Sábado, 28 de Agosto de 2021
Redacción internacional con AFP

AMAINAR la turbulencia política, mitigar el impacto de una previsible nueva ola de covid, reactivar tanto la confianza inversionista como el aparato productivo que anda a media marcha son los frentes de acción inmediata que tiene el gobierno izquierdista de Pedro Castillo, en Perú.

Superado tanto el susto como la incertidumbre que generaba la moción de confianza que el gabinete, por ley, debía pedir al Congreso y que finalmente fue aprobada por 73 votos a favor (diez más que los requeridos), los peruanos esperan en que el mandatario de arranque a su gobierno.

Analistas políticos consideran que el espaldarazo de los legisladores al equipo de gobierno liderado por el cuestionado Guido Bellido, que como se sabe enfrenta una investigación por presunta “apología al delito”, más que un deseo de entendimiento con la administración izquierdista es un compás de espera para su gestión o la toma de pulso de lo que puede lograr. Ello sería clave para determinar el futuro político del maestro-Presidente.

Al final de la semana y tras un intenso debate, como reseñamos, el gabinete fue aprobado por 73 votos a favor y 50 en contra, sin abstenciones. Necesitaba 63 para sobrevivir (de 124 parlamentarios presentes en la sesión).

Al reaccionar a esta primera prueba de fuego en el Parlamento, Castillo trinó afirmando que "la búsqueda de consensos nos permitirá gobernar junto con el pueblo y por el desarrollo de políticas públicas con carácter social".

Sin embargo, ese no parece ser el ambiente que reina en la mayoría legislativa como se evidenció en la votación, donde los que rechazaron la confianza fueron las bancadas del partido ultraconservador Renovación Popular y de Fuerza Popular, la formación de derecha populista que lidera Keiko Fujimori, la candidata derrotada por Castillo en el balotaje del 6 de junio.

Si el voto hubiese sido rechazado, Castillo habría tenido que nombrar a otro primer ministro, en sustitución de Bellido, y reorganizar el gabinete. Esto afectaría la agenda gubernamental y prolongaría la incertidumbre que existe en Perú desde inicios de año, cuando arrancó la campaña electoral, y que impactó la economía.

La oposición sigue cuestionando a Bellido por su presentación en el Congreso, donde pese a las protestas la hizo en dos lenguas indígenas, el quechua y el aymara, sin haber traducción simultánea al español, argumentando que “estoy obligado a reivindicarlos a todos ellos (los pueblos originarios de Perú), no importa lo que pase en el camino”.

Como se sabe, el quechua es la lengua de los antiguos incas y el aimara son hablados cotidianamente por cinco millones de los 33 millones de peruanos.

Superado ese hecho, Bellido dijo que los "objetivos inmediatos son derrotar la pandemia producida por la covid-19 y reactivar nuestra economía", sin mencionar la principal promesa electoral de Castillo de convocar a una asamblea constituyente, conocedor de la resistencia que genera esa propuesta entre sus adversarios.

La incertidumbre sobre el futuro del gabinete hizo en los días previos a la votación subir el dólar y desplomar la bolsa, pese al positivo indicador que había registrado la economía en el segundo trimestre.


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Sin recesión, pero…

A comienzos de semana se conoció que la economía peruana salió formalmente de la recesión, tras un crecimiento récord de 41,9% en el segundo trimestre, pero también que enfrenta grandes retos por las turbulencias políticas y las secuelas de la pandemia.

"Hay mucha incertidumbre, lo que hace difícil hacer proyecciones en cuanto a crecimiento económico o recuperación del empleo", sostuvo el economista independiente Jorge González Izquierdo, aludiendo a las pugnas entre el gobierno izquierdista de Pedro Castillo, que asumió hace casi un mes, y la oposición de derecha, que controla el Congreso.

Estas disputas ya le costaron el puesto al canciller Héctor Béjar, un exguerrillero de 85 años por unas declaraciones mentirosas y se rumorea que el Presidente evalúa ajustes al gabinete.

Con las tensiones de la campaña electoral y los temores a las políticas de Castillo, el tipo de cambio se elevó hasta el récord de 4,1 soles, desde 3,62 soles en diciembre. 

La Bolsa de Lima también ha sentido la incertidumbre y los temores de un brusco giro al socialismo luego de tres décadas de modelo liberal: acumula pérdidas de 22,1% este año, aunque tuvo un "rebote" de 4,37% el lunes por los rumores de que saldrían otros ministros cuestionados por la oposición.

Con el 41,9% de crecimiento del PIB en el segundo trimestre, la economía de Perú acumuló dos trimestres consecutivos en positivo en 2021. En el primer cuarto del año se expandió 3,8%.

Pero esta expansión el segundo trimestre se compara con el mismo período de 2020, cuando la actividad estaba prácticamente paralizada por restricciones de movilidad por el covid-19. 

"Es un efecto rebote, hay que mirar otros indicadores: cómo estamos creciendo en relación a 2019 y con cifras desestacionalizadas", indica González Izquierdo, un exministro de Trabajo.

"En el primer semestre de este año, respecto al primer semestre de 2020, la economía peruana creció -0,1% (es decir), no creció. Y en términos desestacionalizados, en el mismo periodo el crecimiento fue cero", explica. 


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Además, "el proceso de recuperación del empleo es todavía más débil [...] y en materia de ingreso per cápita todavía estamos bastante lejos del nivel que se tenía en el 2019", antes de la pandemia, agrega. En 2020 el ingreso per cápita en Perú cayó 13%, según el Banco Mundial.

"En base a estos tres indicadores [crecimiento respecto a 2019, empleo e ingreso per cápita], yo digo que el proceso de recuperación de la economía peruana es débil, es endeble", afirma González Izquierdo.

"Una debilidad del gobierno" -

Este crudo diagnóstico es compartido por otros economistas.

"Es magnífico que el PIB repunte. ¿Pero las personas cómo se benefician con esa recuperación cuando las cifras de empleo y salario no son halagadoras? En esos dos indicadores no estamos cerca a los niveles de prepandemia", advirtió el economista y académico Hugo Ñopo. 

"Hoy las personas trabajan en empleos más precarios y (reciben) salarios más bajos. Se corre el riesgo de enorgullecerse por un éxito macroeconómico que no se traduce en bienestar en los hogares", dice, precisando que "las inversiones productivas se dan de manera ralentizada".

"Una limitante de esa inversión es la pugna entre Legislativo y Ejecutivo, pero también la falta de solidez técnica del Ejecutivo. Esa es una debilidad del gobierno y los inversionistas se fijan en eso en momentos que el presidente ha optado por poner figuras políticas en cargos de producción. Y ello no parece una buena idea", asegura Ñopo.

"Vienen épocas más duras"

"Hemos salido de la recesión, porque hemos rebotado de una situación atroz previa, que es la caída de 2020. Se vienen épocas más duras por varias razones: la inversión privada está totalmente parada, no hay nueva inversión", sostuvo por su parte el economista y académico Guido Pennano.

Además, "los precios de alimentos a nivel internacional van a subir por la sequía en Canadá, que afecta a Perú porque es nuestro principal abastecedor", agrega.

"A ello se agrega la incertidumbre de cómo manejará el gobierno la probable tercera ola de la pandemia, porque ya están hablando de medidas de control de actividades productivas", concluye Pennano, un exministro de Industria.