El asesinato del dragoneante Jeisson Cardona, quien prestaba sus servicios en la Cárcel La Picota de Bogotá, ha generado un profundo dolor y rechazo en diversas instituciones y organizaciones.
El hecho se presentó en la noche del 15 de noviembre en el sur de Bogotá, al parecer, producto de un ataque sicarial.
La UTP expresó su pesar por esta tragedia y condenó enérgicamente la violencia contra los servidores penitenciarios, señalando que las medidas implementadas hasta ahora son insuficientes para garantizar su seguridad. En un contexto donde la violencia en los centros penitenciarios ha ido en aumento, este hecho resalta la vulnerabilidad de quienes trabajan en estas instituciones.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) también extendió sus condolencias a la familia, amigos y compañeros de Cardona, lamentando la pérdida de un servidor público comprometido con su labor. El Director General de la entidad, Daniel Fernando Gutiérrez Rojas, subrayó que este acto de violencia deja una herida profunda no solo en el entorno familiar del dragoneante, sino también dentro del propio Instituto.
Por su parte, la Personería de Bogotá se sumó al rechazo del asesinato, instando a las autoridades a esclarecer los hechos con prontitud y a identificar a los responsables.