Nave espacial privada de EE.UU. se posa con éxito en la Luna | El Nuevo Siglo
Esta imagen fija tomada de un video del 24 de febrero de 2025, publicado por Firefly Aerospace, muestra el módulo de aterrizaje Blue Ghost de Firefly en su tercera órbita lunar. / AFP
Sábado, 1 de Marzo de 2025
Redacción internacional

Una compañía privada de Estados Unidos logró posar con éxito su nave espacial en la Luna tras un largo viaje por el espacio, convirtiéndose en la segunda misión privada en lograr este hito y la primera en alunizar en forma vertical.

La Blue Ghost Mission 1 de Firefly Aerospace  alunizó poco después de las 03H34 horas de la costa este de Estados Unidos (08H34 GMT) cerca de Mons Latreille, una formación volcánica del Mare Crisium, en la cara noreste de la Luna.

"Alunizaje perfecto, llegamos a la Luna", exclamó un ingeniero desde el control de la misión en Austin, Texas, al tiempo que todo el equipo estalló de alegría.

El presidente ejecutivo de la empresa, Jason Kim, confirmó que la aeronave estaba "estable y en vertical", en comparación con la nave de la primera misión privada realizada en febrero, que se posó de lado.

"¡Estamos en la Luna!", presentó Nicky Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la agencia espacial estadounidense NASA.

Apodada "Ghost Riders in the Sky" ("Jinetes fantasma en el cielo"), como una vieja y popular canción country estadounidense, la misión forma parte de la colaboración entre la NASA y sus socios de la industria para reducir costos y apoyar a Artemis, el programa diseñado para volver a enviar astronautas a la Luna.

Este módulo de descenso dorado, del tamaño de un auto pequeño, fue lanzado en enero a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX, del multimillonario Elon Musk. Durante su viaje de 45 días, fue capturando imágenes impresionantes de la Tierra y su satélite.

 

Instrumentos

Blue Ghost lleva diez instrumentos científicos, incluido uno para analizar el suelo lunar, otro para probar la computación tolerante a la radiación y un sistema de navegación basado en GPS.

Diseñado para funcionar durante un día lunar completo (14 días terrestres), se espera que Blue Ghost capture imágenes de alta definición de un eclipse total el 14 de marzo, cuando la Tierra bloqueará el Sol del horizonte de la Luna.

El 16 de marzo, grabará una puesta de sol lunar, ofreciendo detalles sobre cómo el polvo levita sobre la superficie bajo la influencia solar, creando el misterioso resplandor del horizonte lunar documentado por primera vez por el astronauta de Eugene Cernan, de la misión Apolo.

 

Dron capaz de saltar

La llegada de Blue Ghost será seguida el 6 de marzo por la misión IM-2, de la compañía tejana Intuitive Machines, con su módulo de aterrizaje Athena.

El año pasado, Intuitive Machines hizo historia como la primera empresa privada en lograr un alunizaje suave, aunque el momento se vio empañado por un percance.

Al descender demasiado rápido, uno de los pies del módulo de aterrizaje se enganchó en la superficie lunar, volcándolo y haciendo que quedara de lado, lo que limitó su capacidad de generar energía solar y acortó la misión.

Pero esta vez, la empresa dice que ha realizado mejoras claves en el módulo de aterrizaje con forma hexagonal, el cual tiene perfil más alto y delgado que Blue Ghost y la altura aproximada de una jirafa adulta.

Athena partió el miércoles a bordo de un cohete de SpaceX, tomando una ruta más directa hacia Mons Mouton, el sitio de alunizaje más al sur al que jamás se haya apuntado.

Lleva un ambicioso conjunto de cargas útiles, incluido un dron único capaz de saltar y diseñado para explorar pasajes subterráneos de la Luna tallados por antiguos flujos de lava, un taladro que puede excavar casi un metro debajo de la superficie en busca de hielo y tres vehículos exploradores.

Grace, el dron saltarín bautizado así en honor a la pionera de la informática Grace Hopper, bien podría robarse el espectáculo si logra demostrar que puede navegar por el escarpado terreno lunar.

Flota lunar

Posarse sobre la Luna presenta retos únicos debido a la ausencia de atmósfera, lo que hace que los paracaídas sean ineficaces.

En su lugar, las naves espaciales deben recurrir a propulsores controlados con precisión para ralentizar el descenso.

Hasta el éxito de la primera misión de Intuitive Machines, solo cinco agencias espaciales nacionales habían logrado esta hazaña: la Unión Soviética, Estados Unidos, China, India y Japón, en ese orden.

Estados Unidos está trabajando para que las misiones lunares privadas se conviertan en rutinarias a través del programa público-privado de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) de la NASA, dotado con 2.600 millones de dólares.

Estas misiones llegan en un momento crucial para la agencia espacial, en medio de especulaciones de que podría reducir o incluso cancelar su programa lunar Artemis en favor de priorizar la exploración de Marte, un objetivo clave tanto del presidente Donald Trump como de su asesor cercano, el fundador de SpaceX Elon Musk.