Estados Unidos y Francia mantuvieron en la ONU la presión sobre Siria por el alegado uso de armas químicas, en medio de un agravamiento de tensiones que llevó al Secretario General del organismo internacional a alertar sobre una eventual "escalada militar total".
En un ambiente cargado de amenazas por una acción armada de países occidentales en Siria, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, formuló un dramático llamado a todas las partes involucradas a actuar "con responsabilidad" para evitar que se agrave un conflicto ya catastrófico.
Guterres dijo que era imperioso evitar una "escalada militar total" en Siria, situación que atribuyó en parte a la "incapacidad de encontrar un compromiso para establecer un mecanismo de investigación" sobre lo ocurrido el pasado sábado en la ciudad siria de Duma.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, reiteró que el gobierno de Donald Trump "aún no ha tomado una decisión" sobre eventuales ataques con misiles a Siria por el alegado uso de gas neurotóxico en Duma.
Sin embargo, Haley mantuvo al alcance de la mano el tambor de guerra al afirmar a periodistas que la comunidad internacional no permanecerá impasible ante la situación en Siria y que "en un momento dado algo hay que hacer".
"En caso que Estados Unidos y sus aliados decidan actuar en Siria, será en defensa de principios con los que todos hemos acordado", advirtió Haley ante el Consejo de Seguridad, en referencia al rechazo al uso de armas químicas.
De su lado, el representante de Francia, François Delattre, apuntó que era necesario "detener la escalada química" en Siria, y subrayó que las Naciones Unidas no podría "permitir que un país desafíe al Consejo de Seguridad y al derecho internacional".
"Es esa capacidad que se le dio a Damasco de transgredir todas las normas lo que constituye una amenaza a la seguridad internacional, y es necesario poner punto final a eso", señaló el diplomático.
Delattre añadió que Francia "asumirá la responsabilidad", y apuntó que el gobierno sirio había alcanzado un "punto de no retorno".
Reacción a "puesta en escena"
En respuesta a las amenazas, el embajador de Siria, Bashar Jaafari, adelantó en el Consejo de Seguridad que su país "no tendrá otra opción" que defenderse de una agresión militar. "Esto no es una amenaza. Esto es una promesa", dijo el diplomático sirio en medio de un grave silencio en la sala del Consejo de Seguridad.
En tanto, el embajador de Rusia, Vasili Nebenzia, acusó a los países occidentales de estar movidos por el deseo excluyente de tumbar al gobierno de Bashar al Asad.
Para Nebenzia, "todo lo que les interesa es derrocar al gobierno sirio y con eso contener a la Federación Rusa".
Poco antes del inicio de esta crítica reunión del Consejo de Seguridad, en Moscú el portavoz del ejército ruso, Igor Konashenkov, dijo que lo ocurrido en Duma fue una "puesta en escena".
De acuerdo con Konashenkov, el ejército dispone de "pruebas que muestran la participación directa del Reino Unido en la organización de esta provocación en Guta Oriental".
De su lado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió a su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre los riesgos de adoptar una acción "irreflexiva y peligrosa" en Siria.
En tanto, el presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, dijo a la prensa de su país que las tensiones entre Rusia y Estados Unidos parecían "calmarse".