FRANCIA Y ALEMANIA alabaron el proyecto de defensa europeo que suscita temor en Estados Unidos por su posible pérdida de influencia en Europa.
En una conferencia anual sobre la seguridad en Múnich, Alemania también criticó la prioridad que Estados Unidos acuerda a los gastos militares en detrimento de la diplomacia.
"Nuestra alianza con Estados Unidos y su expresión, que es la OTAN, son indispensables", comentó la ministra francesa de Defensa, Florence Parly.
Pero "si nos vemos amenazados por nuestros vecinos inmediatos, en el sur especialmente, tendremos que ser capaces de hacer frente a ello, incluso si Estados Unidos o la Alianza (Atlántica) quieren estar menos implicados", agregó.
"Por ello necesitaremos tener nuestra autonomía estratégica (...) sin obligar a Estados Unidos a venir en nuestra ayuda", explicó, al día siguiente de una reunión de la OTAN marcada por la desconfianza de Estados Unidos respecto al desarrollo militar europeo.
La UE lanzó en diciembre la llamada Cooperación Estructurada Permanente en los ámbitos de seguridad y defensa (CSP, o PESCO en inglés). El acuerdo, firmado por 25 miembros de la UE, tiene como objetivo el desarrollo conjunto de equipamiento militar y en la inversión en proyectos comunes de defensa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que se comprometió a llevar hasta el 2% del PIB el presupuesto de Defensa de aquí al 2025, propone crear una fuerza comúnde intervención europea, capaz de actuar fuera de las estructuras existentes de la OTAN o de la UE.
Pero Estados Unidos teme que algunas de estas iniciativas europeas priven a la OTAN de recursos o conlleven medidas proteccionistas que podrían afectar a su industria de defensa.
La representante de la diplomacia europea, Federica Mogherini, reiteró que los planes de defensa del bloque no representan una alternativa a la OTAN.
"El trabajo que hacemos sobre la defensa europea en la UE no busca remplazar la OTAN en materia de defensa colectiva", dijo Mogherini en Sofía tras una reunión informal de cancilleres europeos.
"Queremos seguir siendo transatlánticos y al mismo tiempo europeos", insistió por su parte desde Múnich la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen.
El proyecto de defensa europeo, que "dormía desde hacía más de 10 años", se vio de nuevo impulsado por el Brexit, la crisis migratoria y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, explicó.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró que relanzar el proyecto europeo de defensa no tenía que interferir en los avances de la Alianza.
"Saludamos estos esfuerzos desde el momento en que no compitan sino que complementen los esfuerzos de la OTAN", subrayó.
"Después del Brexit, 80% de los fondos de la OTAN procederán de aliados no europeos. La UE no puede proteger ella misma Europa, tiene que ser un esfuerzo transatlántico", zanjó.
Alemania, a menudo criticada por su nivel de gastos militares por debajo del límite de 2% del PIB reclamado a los miembros de la OTAN, acusó por su parte a Washington de dejar de lado la diplomacia para dar prioridad a las medidas militares.
"Constatamos con preocupación que ciertos socios cortan los medios destinados a su diplomacia, a la cooperación en materia de desarrollo o en Naciones Unidas", deploró Von der Leyen, estimando que "nuestros amigos estadounidenses tienen obligaciones muy importantes más allá de lo militar".
La administración Trump presentó el lunes su propuesta de presupuesto 2019, que confirma su voluntad de aumentar de 10% los gastos militares. /