Resultados de procesos educativos en Latinoamérica -en general- evidencian, en mayor o menor grado, rezagos en contenidos, cobertura y acceso en la formación del capital humano. De nuevo aquí se tiene que los países más funcionales de la región tienen mejores resultados, tal el caso de Uruguay, Costa Rica, Trinidad y Tobago, Panamá y Chile.
En el otro extremo, la tendencia es que los países menos funcionales tienen resultados bajos, siendo estos los casos de Haití, Venezuela, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Guyana y Bolivia. Una situación particular: solamente un 13% de los estudiantes de secundaria en Guatemala serían capaces de resolver problemas elementales de matemáticas.
Aun cuando existen riesgos y elementos desfavorables en determinados escenarios, las nuevas tecnologías -incluidos los componentes de inteligencia artificial (IA)- ofrecen factores favorables que permitirían detectar e implementar mejoras en los procesos y resultados secuenciales de la educación. Se podría innovar con las señaladas tecnologías aspectos como cobertura, calidad de contenidos, mejoras en acceso y evaluaciones formativas.
Es importante, como parte de esta situación, reconocer que el día miércoles 30 de noviembre de 2022, y el día miércoles 15 de mayo de 2024, ocurrieron cambios notables en el mundo. Se trata de las fechas de lanzamiento, consolidación y mayor apertura de medios de acceso a inteligencia artificial principalmente ChatGPT; y más recientemente Copilot y Gemini, para sólo mencionar accesos populares.
A partir de estas dinámicas y connotaciones se tienen factores muy favorables de las nuevas tecnologías, en cuanto a viabilidad de procesos y contenidos evaluativos.
Existen tres aspectos claves en cuanto al acceso referido.
Por una parte, se posibilita tener, en la actualidad, plataformas de aprendizaje en línea, potenciadas por IA. Estos mecanismos con los dispositivos respectivos, permiten a personas de cualquier lugar del mundo acceder a una educación de calidad. También en esta misma línea, influyen los cursos en línea masivos abiertos (MOOC) y las tutorías virtuales las que han “democratizado” el conocimiento.
Por otra parte, se tiene el carácter de la educación personalizada. Son procesos más específicos y generalmente caros, pero es de reconocer que la IA puede analizar el rendimiento de cada estudiante y adaptar el contenido y la velocidad del aprendizaje a necesidades individuales. Esto es especialmente beneficioso para estudiantes con necesidades educativas particulares. Ya se trate de quienes aprenden con mayor dificultad, o bien casos en los cuales la velocidad de adquirir competencias es acelerada.
Finalmente, en relación con el acceso, se tiene el factor de superación de barreras geográficas. En este sentido, la IA puede facilitar la traducción de materiales educativos y permitir la comunicación en tiempo real entre estudiantes y profesores de diferentes países, eliminando las barreras lingüísticas y geográficas. Este componente puede muy bien favorecer de manera significativa procesos de visibilidad, participación e internacionalización de centros educativos.
Obviamente, de manera no menos importante, la IA puede mejorar ostensiblemente la calidad de procesos y resultados de aprendizaje y enseñanza. Al respecto afectarían elementos tales como el ya citado caso del aprendizaje personalizado. Al adaptar el contenido a las necesidades de cada estudiante, la IA puede hacer que procesos educativos sean más efectivos y atractivos. Los sistemas de tutoría inteligente pueden proporcionar retroalimentación instantánea y complementariamente, los estudiantes identificarían temas de gran rendimiento y tópicos que es necesario reforzar.
También la IA puede automatizar tareas administrativas y de calificación, liberando a los profesores para que se centren en la enseñanza y la interacción con los estudiantes. Otro aspecto relaciona con esto de la calidad, es el análisis de datos.
Con el apoyo de la IA los datos de las plataformas educativas pueden ser analizados con mayor rapidez y sentido integral, a fin de identificar patrones y tendencias, lo que permite a los educadores mejorar sus métodos de enseñanza y tomar decisiones más informadas. Una situación similar es la que opera con procesos y contenidos de administración en general y de dirección y gerencia en particular.
Se hace evidente, por otra parte, que la IA puede ser un poderoso instrumento para mejorar, innovar, la preparación y actualización del conocimiento y habilidades de los maestros y profesores.
Al respecto estarían operando: (i) cursos adaptados a necesidades particulares; dado que la IA permite crear programas de formación docente altamente personalizados, ajustándose a las necesidades, y diferencias de ritmos de aprendizaje; (ii) retroalimentación más rápida y oportuna; las nuevas tecnologías pueden dar respuestas y resultados de análisis de manera más completa, identificando fortalezas y áreas de mejora; y (iii) contar con recomendaciones de contenido, lo que se lograr al analizar los datos de aprendizaje de los docentes, la IA puede recomendar recursos y materiales educativos relevantes a fin de promover un mayor y oportuno desarrollo profesional.
Otro dato que es conveniente tener presente es que, en determinadas condiciones de implementación y uso, las nuevas tecnologías pueden ser vitales para reducir las desigualdades existentes, en lugar de ampliarlas. Este elemento se relacionaría más directamente con la apertura de mayores oportunidades, capacidades y movilización social.
Con todo, las nuevas tecnologías ofrecen un enorme potencial para transformar la educación en particular para grupos sociales vulnerables y países emergentes. Sin embargo, es fundamental abordar los desafíos y garantizar que la implementación de estas tecnologías se realice de manera oportuna, integral y sostenible. Se trata de reformas educativas en función de sistemas de mayor cobertura, acceso y calidad.
*Ph.D. University of Pittsburgh/Harvard. Profesor Titular, Escuela de Administración de la Universidad del Rosario