“UNA nueva Europa está naciendo… la de los ‘chalecos amarillos’, la de los movimientos y la de la democracia directa. Es una dura batalla que podemos combatir juntos. Pero vosotros, ‘chalecos amarillos’, no os rindáis”, ha declarado Di Maio, vicepresidente del Consejo de Ministros de Italia.

Además del apoyo dentro de la República francesa, ambos vicepresidentes del Consejo de Ministros italiano han manifestado su apoyo hacia este movimiento. Tanto Luigi Di Maio, líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), como Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, están a favor de mejorar las cuestiones sociales y de cambiar la manera como se maneja la política en varios países de Europa.

Los ‘Chalecos Amarillos’ son un movimiento en contra de la política fiscal y social del presidente francés Emmanuel Macron. Las múltiples protestas por parte de este grupo de personas ha paralizado al país europeo. Lo que detonó la creación de este movimiento fue el alza de los precios de los combustibles. Con el paso de las semanas, los participantes se han manifestado respecto a otras inconformidades y cuestiones como los impuestos y el creciente sentimiento de injusticia fiscal. Lo anterior, debido a la pérdida de poder adquisitivo en Francia. Este movimiento ha generado la peor crisis a la que ha tenido que enfrentarse París desde que Macron asumió el gabinete en mayo de 2017. Según El País, las encuestas dictan que dos de cada tres franceses apoyan las protestas de los ‘chalecos amarillos’. Las cuales también evidencian que este movimiento tiene su mayor respaldo por parte de la población que vive en áreas rurales y en las provincias de Francia.

“Tanto en Francia como en Italia la política se ha vuelto sorda a las exigencias de los ciudadanos, excluidos de las decisiones más importantes que afectan al pueblo. El grito que se eleva fuerte de las calles francesas es en definitiva. “Dejadnos participar”, ha declarado Di Maio. Di Maio y Salvini han condenado los ataques violentos pero les ofrecen apoyo y ayuda a los miembros del movimiento de ‘chalecos amarillos’. El  líder del M5S también ha ofrecido acceso al sistema Rousseau, a través del cual se realiza la toma de decisiones del Movimiento Cinco Estrellas. Mediante este sistema, M5S ejerce la democracia directa. Rousseau es una plataforma de Internet que sirve para organizar eventos en territorio italiano, escoger candidatos y definir el programa electoral. Este sistema fue creado por Roberto Casaleggio, cofundador del Movimiento Cinco Estrellas y detractor de la democracia representativa. Razón por la cual su transparencia ha sido criticada.

La Libre Asociación de Ciudadanos apoya el ecologismo, es parcialmente euroescéptico y anti-euro. Sin embargo, aunque el presidente francés Emmanuel Macron ha expresado que el aumento a los precios de los combustibles fue implementado para proteger el ambiente, y que es necesario conciliar las exigencias sociales con la urgencia medioambiental, el M5S continúa apoyando al movimiento.

Di Maio y Salvini han arremetido contra el Presidente francés, acusándolo de gobernar contra su pueblo. “Yo apoyo a los ciudadanos honestos que protestan contra un Presidente que gobierna contra su pueblo”, afirmó el Salvini. Tanto Di Maio como Slavini consideran que el manejo que se les ha dado a países como Francia y en general a la política europea no representa al pueblo, y que no lo beneficia como debería.

El apoyo al movimiento de los ‘chalecos amarillos’ puede explicarse debido a que esta crisis disminuye la credibilidad del Presidente francés, quien se presenta, al igual que Di Maio, como candidato en las elecciones europeas en mayo. Proclamar el nacimiento de una “nueva Europa” unos meses antes de los comicios es una buena estrategia por parte de los políticos italianos.

Fomentar el apoyo a movimientos desestabilizadores para deslegitimar a otros candidatos y países cuyos mandatarios respaldan otras estrategias y políticas parece ser la opción a la que se ha recurrido en este caso particular. Europa se encuentra en un momento clave en el que algunos nacionalismos vuelven a surgir, y donde algunos países de la unión abogan por la implementación de otras estrategias frente a temáticas coyunturales como los refugiados, el euro, las políticas migratorias, la política exterior y de seguridad, etc. Esta necesidad de cambio ha venido aumentando. Aquellos que defienden este imperativo se enfrentan a aquellos que consideran que Europa debe seguir el camino ya trazado.

¿Será la creación de bloques inevitable?

Las elecciones europeas se llevarán a cabo entre el 23 y el 26 de mayo. En estas, los ciudadanos europeos decidirán quiénes los representarán en el Parlamento Europeo. Con sus votos los ciudadanos de los países miembros de la Unión Europea decidirán  qué políticos ocuparán los escaños de este órgano legislativo. Ejerciendo una toma de decisión también sobre los futuros pasos del bloque y las políticas que implementará en diversas cuestiones en el ámbito interno que podrían afectar o no, tanto a la ciudadanía como a migrantes y refugiados.

Si miembros del M5S y de la Liga Italiana logran entrar al Parlamento, no solo tendrán la posibilidad de ampliar su coalición europea, sino que además, podrán usar su influencia para cambiar por lo menos algunas políticas europeas y posiblemente aumentarán su incidencia en la política interna de Italia. Con las elecciones venideras, se sabrá qué tan radical será la orientación de la unión hacia una nueva Europa y si dentro de esta cabe la conformación de bloques de Estados que defienden ideas, estrategias y políticas distintas.