Lasso, a dar desde el lunes el giro a la derecha en Ecuador | El Nuevo Siglo
ESTE lunes asume el poder en Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, poniendo fin a años de hegemonía de izquierda
Foto archivo AFP
Sábado, 22 de Mayo de 2021
Redacción internacional

LA designación de ministras para el área social, el apoyo de su partido para que por primera vez una mujer indígena presida la Asamblea, el nombramiento de un reconocido diplomático en la Cancillería para regularizar a migrantes venezolanos y un equipo económico experto, Guillermo Lasso dio las primeras puntadas de lo que será el gobierno que iniciará mañana en Ecuador.

Desde el momento en que fue electo, este líder de la derecha y exbanquero de 65 años prometió un “verdadero cambio” en este vecino país, máxime tras poner fin a una era de la izquierda en el poder marcada por la figura del hoy asilado exmandatario Rafael Correa.

Y por ello, tanto en la composición de su gabinete como en las directrices a su bancada en la Asamblea, han sido claras señales de que su norte será buscar el entendimiento político y la unidad que necesita Ecuador no solo para enfrentar sus retos inmediatos (pandemia, polarización política y reactivación económica) sino para retomar la senda del crecimiento y el desarrollo.

De esta forma, el partido que fundó (Crea), en asocio con la Izquierda Democrática (ID, centro izquierda) y legisladores independientes logró una impensada coalición para elegir a la diputada Guadalupe Llori, del partido indígena de izquierda Pachakutik, como presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador por dos años. Ello le permitirá a Lasso con esta alianza partidista asegurar la gobernabilidad y facilitará la implementación de las reformas a que hubiere lugar para mejorar el país.

Llori, quien se considera una perseguida política del gobierno de Correa, en el que fue encarcelada por liderar una protesta en demanda de recursos como gobernadora de su natal provincia amazónica de Orellana (este), al asumir el cargo expresó el respaldo de su movimiento indígena Pachakutik a Lasso, al que hasta hace poco se oponía.

Y la diputada fue más allá al señalar que "el gobierno entrante debe tener la gobernabilidad para que prevalezca la democracia, que implica la diversidad de visiones, de opiniones, pero con un mismo objetivo, el desarrollo del país”.

Ante ese Congreso es que Lasso tomará posesión de la Presidencia de Ecuador, este lunes, para un período constitucional de cuatro años. Y será en esa tribuna en la que, sin duda, hará un llamado a poner fin a la polarización (correístas y anticorreístas) porque nunca como antes se necesita de la unidad nacional.

Y eso lo tiene claro desde el día del balotaje presidencial cuando pudo levantar los brazos para demostrar que la tercera fue la vencida (perdió en 2013 y 2017). "Trabajaremos juntos desde ya por el verdadero cambio. Tenemos la certeza de que vienen mejores días para todos. Seré el presidente de los 17 millones de ecuatorianos", expresó en ese momento.

Desde mañana, la derecha conservadora regresa al mando en Ecuador con un hombre serio, inteligente, experto y remozando más que por el triunfo por haber cumplido el sueño de alcanzar la presidencia para, como lo dijo “servir a los ecuatorianos para que el país progrese, para que todos podamos vivir mejor”.

Vale recordar que la derecha fue la opción preferente en las urnas hasta 1996, tras lo cual vino una década de inestabilidad con gobiernos de otras tendencias que no completaron su mandato. Luego el panorama cambió radicalmente con la llegada de Rafael Correa y su socialismo del siglo XXI, quien de paso se convirtió en la bestia negra del apacible exbanquero nacido en Guayaquil.

Es por ello que ahora, como presidente, Guillermo Lasso asume una gran responsabilidad política y enormes desafíos en todos los ámbitos para poder cumplir con su promesa de construir un nuevo país.

En Ecuador "hay una crisis de gobernanza que se profundizó en el gobierno de Moreno; hay una crisis económica y hay una crisis sanitaria y esto implica retos muy grandes", afirma Wendy Reyes, consultora política y catedrática de la Universidad de Washington.


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Y destaca que el líder conservador llega a gobernar a un país dividido y lastimado por la crisis sanitaria y económica que desencadenó la pandemia, que ha dejado más de 20.000 fallecidos en poco más de un año. 

Recibe además un país que registró en 2020 una caída del PIB del 7,8%, arrastra una deuda pública que representa el 63% del Producto Interno Bruto (PIB) y en vacunación contra el coronavirus está rezagado.

A hoy, Ecuador tiene una de las tasas de letalidad más altas de la región (4.83%) y su campaña de inmunización contra el virus ha alcanzado a un poco más de un millón 200 mil personas.

Al frente de esta lucha contra la pandemia, de la que espera ganar tanto en velocidad como eficacia, nombró a Ximena Garzón, una doctora especializada en salud pública y epidemiología. La meta inicial que entregó a la ministra de Salud es vacunar contra el covid a nueve millones de personas en los primeros 100 días de mandato.

"Ella tiene ante ella el reto más grande (...) salvar el futuro de un país entero", le expresó Lasso al comunicarle la designación.

Como ella, todas las carteras que tienen que ver con el aspecto social, a saber, cultura, derechos humanos, vivienda, deporte, inclusión social y educación superior, estarán al mando de mujeres con lineamientos específicos y medibles en corto tiempo.

Otro gran reto para el dirigente conservador es que deberá ocuparse de inmediato es del del desastre económico que deja el covid-19. Para ello, ha anticipado que buscará "desde el primer día un tratado de libre comercio con los Estados Unidos", así como ser parte de la Alianza del Pacífico. El libre comercio será su prioridad para generar rápidamente empleos.

Sus planes son ambiciosos, pero también difíciles de implementar. De allí que politólogos como Esteban Nichols, de la Universidad Andina Simón Bolívar sostenga que “aspirar a transformar a Ecuador en cuatro años no es posible" que deberá “darse por bien servido si logra un buen plan de vacunación y estabilizar la economía”.

Y aunque él como muchos otros analistas consideran que el nuevo presidente tendrá "un margen muy estrecho de acción", pues su partido tendrá una representación mínima en el legislativo, la situación se visualiza muy diferente tras el apoyo que Creo dio a la líder de Pachakutik (el partido indígena que quedó segundo en las legislativas celebradas en febrero por detrás de Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento correísta), tal cual lo reseñamos anteriormente.

Lasso concentra más esperanzas que resentimientos porque tras años de gobiernos de izquierda, con los conocidos escándalos de corrupción y nepotismo, se espera que Ecuador de un giro importante hacia la derecha en términos de apertura a los mercados y consolidar relaciones con los multilaterales,

Quienes conocen a este líder conservador, que a propósito no completó sus estudios de Economía, pero es un experimentado empresario y reputado hombre de finanzas, señalan que es una persona inteligente, sensible, gracioso, pero sobre todo muy ordenado y persistente.

Desde el lunes, esa máxima de vida que hizo suya “persiste y vencerás” la trasladará al gobierno para lograr la renovación y el cambio prometido. Pero, sobre todo, para demostrar, no sólo a su país sino a la región, que con los planteamientos de la derecha se pueden lograr grandes cosas.