Lasso liderará la coalición anticorreísta | El Nuevo Siglo
GUILLERMO LASSO, el candidato presidencial de la derecha conservadora lidera la alianza de los anticorreístas en Ecuador
Foto Anadolu
Domingo, 14 de Febrero de 2021
Claudia Bermúdez

NO saben cuál de los dos será el rival de Andrés Arauz por la presidencia de Ecuador pero de antemano y aunque en corrientes ideológicas distintas han definido un punto en común: impedir el retorno del correísmo, que encarna el socialismo del siglo XXI, al poder.

Ellos son el derechista conservador Guillermo Lasso y el líder indigenista Yakú Pérez, quienes protagonizan inédito duelo, voto a voto, por el tiquete para el balotaje presidencial que tendrá lugar el 11 de abril frente “al que dijo Correa”, el joven economista Arauz.

Con el 99%, el conservador adelanta por algo más de 33 mil votos (19.74%) al ambientalista (19.38%). Este voto-finish despertó sospechas de fraude y, en aras de la transparencia, el primero de ellos candidatos avaló la petición del segundo: solicitar al Consejo Nacional Electoral el recuento de votos en las 24 provincias ecuatorianas.

Tan sorpresivo e impensable hecho fue respaldado por el propio presidente Lenín Moreno, quién se comprometió a entregar los recursos que se necesitan para l reconteo.



 

Lasso y Pérez han coincidido en señalar, desde los tiempos de campaña, su antagonismo hacia el condenado expresidente Rafael Correa, hoy en el exilio y quien eligió como su candidato a Arauz, que logró en la primera vuelta del pasado domingo el 32% de los sufragios. Y como ellos, el que se ubicó en el cuarto lugar, el outsider, Xavier Hervas, el joven empresario de la Izquierda Democrática (16%).

En el mismo sentido se han pronunciado la gran mayoría de los otros 12 binomios que participaron en la disputa presidencial de hace una semana y que lograron porcentajes de apoyo ciudadano muy bajos, pero no por ello, menos importantes para definir no sólo la tendencia política del país, sino que pueden tener peso en el desenlace de abril.

Siempre se ha dicho que los votos no son endosables, pero ante una polarización tal como la que se vive en Ecuador, con marcada división entre los correístas y sus ‘anti’, sin duda la decisión que tomen los candidatos influirá en sus seguidores.

En este escenario y con dicha meta común, Yakú Pérez planteó al conservador Lasso, “construir una relación” de cara a apoyar a un candidato con “legitimidad, respaldo, autoridad tanto moral como constitucional para derrotar al correísmo”

En tal sentido, Guillermo Lasso, pase o no al balotaje, se erige como quien encabezará la coalición de los ‘anti’ que estaría conformada por el movimiento indígena Pachakutik, con su líder Pérez; los seguidores de Hervas (Izquierda Democrática) y no menos de ocho formaciones políticas que participaron en la primera ronda presidencial como Alianza País, único partido que tenía como carta a una mujer.

Y aunque Hervas ya dijo que no apoyará al que logre el tiquete a la segunda vuelta y es un férreo opositor al correísmo al que califica de “extrema izquierda, populista y corrupto”, es previsible que ese 16% de seguidores que lo apoyaron opten por dar su voto al que se enfrente a Arauz. 

En simples matemáticas, el que pase a la segunda vuelta tiene un plante del 20%, que es lo que está dando el escrutinio oficial y sumaría, previa alianza programática, el casi 20% que logra el que quede de tercero. Así no más ya tendría el 40%, al que puede adicionarse otro porcentaje de los seguidores de Izquierda Democrática y las otras formaciones políticas, que no sería inferior al 10%. 

En el otro lado, el correísta Arauz arranca con el 32%, que podría decirse es su techo por concitar a los seguidores de su mentor y a los que convenció con su propuesta política. Tiene como reto buscar nuevos apoyos, lo que de suyo no es fácil por varias razones entre ellas, su anuncio de que buscará la forma legal de revertir la condena al expresidente Correa lo que le permitiría retornar al país (caso similar a lo hecho por el presidente boliviano Arce con el expresidente Evo Morales) y porque las alianzas con las otras corrientes de ‘izquierda’ parecerían imposibles por sus disímiles concepciones programáticas.

A ello se debe sumar que la influencia de Correa sobre la presidencial llegó a su tope. Es decir, se midió la fuerza de su partido, hoy rebautizado como  Unión por la Esperanza (Unes), evidenciando un notorio retroceso frente a pasadas elecciones y la polarización que genera. Sin embargo el propio exmandatario, desde su residencia en Bruselas, manifestó esta semana a la AFP que Araúz puede ser un gran presidente porque su consigna es ante todo “diálogo y consenso por el bien de Ecuador”. En la misma dijo que sentía la victoria de Araúz como suya, negó que éste sea su ‘títere’ o boleto de regreso tanto al poder como al país.

Sin embargo, sus opositores piensan todo lo contrario y de allí que les sea más fácil a Lasso o a Pérez sumar respaldo popular para impedir esa previsible situación.

Ahora, ¿por qué es más factible que Lasso encabece la coalición contra el candidato correísta?

El exbanquero conservador, representante de Creando Oportunidades (Creo), tiene a su favor varios factores, empezando por la edad. De 65 años y con dos candidaturas anteriores a cuestas es un gran conocedor de la política y la problemática de su país. Además, tras vivir las circunstancias del socialismo del siglo XXI con los mandatos de Correa, es un convencido de que el país no puede esperar más el regreso a una democracia plena y de libertad.

Además, con una escasa formación de tres semestres de economía se convirtió no solo en un importante banquero sino que fungió como presidente del Banco Guayaquil, uno de los más grandes del país y superministro de Economía.

Su experticia en estos dos temas que se complementa con la de su fórmula, el médico Alfredo Borrero serán determinantes para enfrentar los dos mayores problemas que tiene actualmente Ecuador: la parálisis económica, con elevada deuda y la pandemia del covid-19.

Y si el que gana el pase al balotaje no es él, será de todos modos carta clave en la gestante coalición nacional.  Y para ello trabajaría en llave con Pérez, carta del movimiento indígena que en 2019 se levantó contra el presidente Moreno forzándole a dar marcha atrás en el reajuste del precio a los combustibles.



Se define como "ecologista, de izquierda, comunitarista, profundamente respetuoso de los derechos humanos" y logró ocupar el espacio más centrista del espectro político, lo que le permitió lograr el mayor respaldo en las urnas que en su historia ha tenido el movimiento indigenista. Y ello no sólo se vio en los votos para presidente sino en la elección de varios de sus candidatos en la Asamblea Nacional.

Y aunque los 14 pueblos autóctonos de Ecuador sólo representan el 7,4% de la población del país, según el censo de 2010, tienen una influencia social que literalmente ‘ponen a tambalear presidentes’. A ella suman ahora su fuerza política.

Su proyecto político es ‘pluriétnico’ y su aspiración es lograr un país más constructivo, más honesto y con mejores oportunidades para todos.

Desde ese punto de vista tiene más puntos de encuentro con la derecha del conservador Lasso, de allí que el primer acuerdo que lograron el viernes para el recuento de votos puede considerarse como la puerta de entrada a una gran alianza con miras a la segunda vuelta la que, sin duda, congregará a otras declaradas abiertamente anticorreistas.

Así está hoy el escenario político en Ecuador y los alineamientos hacia uno u otro lado comenzarán a darse una vez se sepa quién será el que enfrente a Andrés Arauz.