López, ¿la tercera será la vencida? | El Nuevo Siglo
Xinhua
Viernes, 29 de Junio de 2018
Agence France Presse

EN un país polarizado políticamente, plagado de una violencia endémica ligada al narcotráfico y una corrupción cada vez mayor, más de 89 millones mexicanos están convocados este domingo a las urnas para elegir Presidente de la República,  gobernadores, alcaldes, concejales, juntas municipales, senadores y diputados locales y federales, entre otros cargos.

Según el Instituto Nacional Electoral (INE) hay más de 18.000 puestos públicos en disputa, la primera vez que se eligen tantos en un solo proceso.

Lo más trascendental de esta jornada será la elección del sucesor de Enrique Peña Nieto y, según todas las encuestas, sería el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien en su tercer intento lograría llegar al poder.

Con promesas de una "transformación radical", López Obrador, de 64 años se ha encumbrado en las encuestas y de lejos frente a sus rivales políticos.

"El principal problema es la corrupción (...) esa es la causa principal de la desigualdad social y la violencia", ha insistido este candidato anti-sistema, también conocido como AMLO y quien ha logrado canalizar el descontento contra las élites políticas tradicionales.

Salvo sorpresas de último momento, le llegó la hora al candidato de izquierda, que durante su carrera política ha desatado tanto odio como pasiones. El sentimiento de desencanto es generalizado y la mayoría de los mexicanos piden un cambio. 

Todas las encuestas ubican en primer lugar a López Obrador y con amplia ventaja. Así, la del diario Reforma y Radio Centro difundida el miércoles último lo ubican con 51% de intención de voto, seguido de Ricardo Anaya, de una alianza encabezada por el conservador Partido Acción Nacional (PAN), con 27%.

José Antonio Meade, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), aparece con 19% y con 3% el independiente Jaime Rodríguez Calderón.

Por su parte El Financiero realizó un ejercicio similar, que no considera a 22% de indecisos y en el que López Obrador tiene 54%, Meade 22%, Anaya 21%, y Rodríguez 3%.

Esta campaña por las elecciones generales estuvo marcadas por una cifra récord de ataques y asesinatos dirigidos a políticos locales.

La violencia en México está regularmente vinculada a los carteles que se disputan el control de los territorios para el cultivo y el tráfico de droga, así como las zonas turísticas para la venta de narcóticos.

Como todo lo indica, si López Obrador gana, acaba con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó de manera ininterrumpida de 1929 a 2000. Sus detractores lo han denunciado como un partido autoritario marcado por el clientelismo y la corrupción.

En 2000, la elección del conservador Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN) interrumpió 71 años de hegemonía del PRI, que retomó el poder en 2012 con Enrique Peña Nieto, el presidente saliente que no puede presentarse a una reelección.

Estas elecciones son de gran importancia para la región ya que México es la segunda economía de América Latina, el país con mayor población hispanohablante con 127,5 millones de habitantes (Banco mundial 2017) y es principal puerto de entrada de los migrantes centroamericanos a Estados Unidos, con una frontera de más de 3.000 kilómetros, en donde Trump ha prometido construir un muro para detener a los migrantes indocumentados y el ingreso de drogas.

Esta amenaza ha desencadenado una grave crisis diplomática y fuertes tensiones que deberá resolver el presidente electo.