Los países se empiezan a reinventar pese al coronavirus | El Nuevo Siglo
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Sábado, 4 de Abril de 2020
Redacción internacional

Con el paso del tiempo, las cifras de decesos y contagios en los territorios más afectados de Europa muestran una leve disminución y la población comienza a sentir esperanza

 

 

El coronavirus se transformó en un elemento que afectó notablemente la sociedad y no solamente en materia de salud.

Los sectores políticos, económicos, deportivos, culturales, entre otros, sufrieron los bruscos efectos de la pandemia que es el enemigo número uno de la humanidad.

En estos últimos meses, el mundo giró en torno a generar un frente común para hacerle una batalla a la enfermedad, que superó el millón de contagios en el transcurso de la semana.

Cuando la incertidumbre y la zozobra colmaban las calles en lugar de sus habitantes, que viven en medio del confinamiento, España e Italia comienzan a mostrar señales alentadoras que le permiten a la humanidad soñar con un lejano fin de la crisis. Es cierto que Europa sigue siendo el epicentro de la pandemia, no obstante, el tiempo corre en contra del virus y a favor de las autoridades sanitarias, que con el paso de los días encuentran acciones adecuadas que logran desacelerar la velocidad de propagación de la Covid-19.

Los efectos de la cuarentena comienzan a notarse en los dos países más afectados del Viejo Continente. Pese a la toma de medidas tardía por parte de los gobiernos, los ciudadanos aceptaron con la seriedad del caso quedarse en sus hogares, lo cual trajo una leve disminución de decesos y contagios en ambos territorios. “Estas tres semanas de aislamiento colectivo están rindiendo sus frutos”, defendió el presidente de España, Pedro Sánchez, asegurando que el aislamiento sirvió para “frenar la propagación del virus, contener la avalancha en los hospitales, curar enfermos y salvar vidas”.

Los balances diarios del ministerio de Sanidad español mostraron cómo el crecimiento de fallecidos e infectados se frenó paulatinamente, pasando de incrementos superiores al 20% a bajar del 10%. Sin embargo, esta semana se vivieron “las horas más oscuras”, reconoció Sánchez, alcanzando un máximo de 950 fallecidos diarios el jueves. La cifra se redujo y los 809 muertos anunciados  ayer suponen el mejor número en ocho días.

“Empezamos a ver la luz al final del túnel” pero “no nos podemos dar el lujo de dar un paso atrás”, dijo Sánchez, advirtiendo que el levantamiento de las restricciones a partir del 25 de abril será muy escalonado.

Volver al curso normal será un proceso que requerirá meses. Las aglomeraciones en los espacios públicos y en los lugares laborales no son una opción y menos ahora que finalmente se logró disminuir la tasa de contagios y muertes. Por el momento, la mayoría de territorios siguen pensando que el  teletrabajo y las clases virtuales son la mejor alternativa para intentar mantener las actividades.

Por otro lado, Italia registró  una disminución de la tasa de contagios de coronavirus, que se situó en el 4%, pese a que el número de muertes aumentó en 766, lo que eleva el total de fallecidos a 14.681.

Los datos divulgados por la Protección Civil reforzaron las esperanzas que Italia ha superado el pico después de haber sido el epicentro de la pandemia Covid-19 el mes pasado.

El número de pacientes que han sido declarados totalmente recuperados se disparó un 17,3%, con 19.758 casos registrados. La crisis en algunas de las regiones más afectadas de Italia también parece estar remitiendo gradualmente.

 

Wuhan empieza a despertar

 

Entretanto, en medio de polémica, China reabrió las ciudades de Wuhan y Hubei, territorios donde se originó hace 3 meses la pandemia. Tanto las autoridades sanitarias locales como las entidades internacionales mostraron su preocupación al ver de nuevo las aglomeraciones en los centros de servicio de transporte y en las calles. A pesar de la compleja situación, los habitantes de las dos ciudades del gigante asiático no ocultaron su felicidad al salir de la cuarentena luego de 10 semanas confinados.

Los vehículos circulan de nuevo y los adeptos a las compras vuelven a las tiendas en Wuhan. Pero la ciudad china donde irrumpió la enfermedad se mantiene vigilante frente al coronavirus.

En la urbe de 11 millones de personas, así como en otras ciudades de la provincia central de Hubei, se impuso una cuarentena a finales de enero. Una decisión drástica para frenar la propagación de la enfermedad. Es en Wuhan donde se han registrado la mayoría de los 3.322 muertos y 81.620 casos de contagio del letal virus que se han dado en China.

Las autoridades han empezado a levantar las restricciones de movimiento cuando el número de nuevas personas infectadas ha sido casi nulo. Las personas de fuera de la ciudad también están autorizadas a entrar.

 

Impulso anímico alemán

 

Por su parte, los últimos datos oficiales en Alemania muestran una desaceleración de la propagación del nuevo coronavirus y dan “un poco de esperanza”, declaró la canciller Ángela Merkel, pero todavía es prematuro suavizar las restricciones.

“Es cierto que los datos del Instituto Robert Koch, aunque sean altos, ofrecen una esperanza prudente”, declaró la canciller en su alocución semanal, aunque señaló que es “demasiado pronto” para suavizar las medidas restrictivas en la vía pública adoptadas para frenar la propagación del coronavirus.

“Vemos cómo la propagación del virus decrece (...) está funcionando”, declaró en rueda de prensa.

Desde hace algunos días, alguien con el virus ya solo contamina a una persona como promedio, una “tasa de reproducción” que parece estabilizarse. En las últimas semanas, de 5 a 7 personas eran infectadas por un solo individuo portador de la Covid-19.

Asimismo, el primer ministro británico, Boris Johnson, dio positivo por coronavirus y trabaja desde su casa de la mano con el parlamento del país. El mandatario de Reino Unido argumentó que a Inglaterra le tomaría al menos seis meses regresar a la normalidad, lo cual no significa que el territorio duraría todo ese tiempo confinado.