El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que "está claro" que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, "debe irse" del país, después de la crisis política originada tras las últimas elecciones y las denuncias de fraude electoral.
"Lo que está ocurriendo en Bielorrusia es una crisis de poder, un poder autoritario que no puede aceptar la lógica de la democracia. Está claro que Lukashenko se tiene que ir", afirmó Macron.
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El presidente francés hablo también acerca de los manifestantes que se han estado congregados en el país para protestar contra el mandatario. "Estoy impresionado por la valentía de los manifestantes", señaló.
"Saben el riesgo que corren al manifestarse todos los fines de semanas y aun así continúan con el movimiento para dar vida a la democracia en este país que ha sido privado de ella durante tanto tiempo", aseguró.
En cuanto al papel que puede ejercer el presidente ruso, Vladimir Putin, en esta crisis, Macron afirmó que habló con el mandatario y le transmitió que Rusia puede desempeñar un "papel positivo si empuja a Lukashenko a respetar la verdad de las urnas y a liberar a los presos políticos".
Bielorrusia vive inmersa en una grave crisis desde que comenzaron las masivas manifestaciones de protesta por el supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales del 9 de agosto. El régimen que presidente Lukashenko ha intensificado la persecución de manifestantes, opositores y periodistas en las últimas semanas.
Más de 100.000 manifestantes tomaron las calles de las principales ciudades de Bielorrusia ayer, para protestar contra el presidente y "toma de posesión del pueblo" simbólica de la líder de la oposición, Svetlana Tijanovskaya, exiliada fuera del país.
"¡'Sveta' es nuestra presidenta!", "¡Esta es nuestra ciudad!" o "¡Larga vida a Bielorrusia!", corearon los manifestantes concentrados en la capital, Minsk.
La manifestación de ayer es en respuesta a la ceremonia de toma de posesión protagonizada el miércoles por Lukashenko, que ha provocado la indignación de parte de la población y fomentó la participación en las protestas.
La oposición ha denunciado que las autoridades han vuelto a bloquear el acceso a Internet y han cerrado varias estaciones de metro para intentar restar apoyo a la protesta.
Los militares han tomado posiciones en torno al Palacio de la República, mientras que en las calles cercanas se han desplegado cientos de militares con furgones para detenidos. El palacio presidencial está fortificado por temor a un asalto a la residencia oficial de Lukashenko.
Por su parte, Tijanovskaya destacó la valentía de los manifestantes ante las amenazas. "Nos hemos reunido para parar a este régimen y lo haremos pacíficamente", afirmó en un vídeo. "Somos millones y por eso vamos a ganar", remachó.