El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, les advirtió a los gobiernos de Estados Unidos y Colombia que se “arrepentirán” si llevan a cabo alguna acción en contra de cualquier líder del chavismo.
"Dentro de nuestras fronteras (...) y fuera de nuestras fronteras, si le tocan un pelo nada más a un solo líder de nuestro país ustedes se arrepentirán para el resto de su vida", manifestó Maduro.
El pasado 27 de marzo, el mandatario venezolano manifestó que las acusaciones de narcoterrorismo hechas por Estados Unidos en su contra son falaces y vulgares.
En un discurso desde el Palacio de Miraflores en Caracas, el presidente chavista afirmó que "el gobierno de Donald Trump, en una acción extravagantemente extremista, vulgar, miserable, lanzó un conjunto de acusaciones espurias, falsas".
Maduro añadió: "Así se lo digo: '¡Eres un miserable, Donald Trump!'. Él actúa no solo como un cowboy, racista y supremacista, él maneja las relaciones internacionales como un extorsionador".
Según el fiscal general de EEUU, William Barr, Venezuela es un estado patrocinador del terrorismo.
En este contexto, Estados Unidos ofreció USD 15 millones por la captura del mandatario de Venezuela. Además, acusó por el delito de lavado de dinero al magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Venezuela, Maikel Moreno.
Otros de los funcionarios del Gobierno venezolano por los que se entregarían hasta USD 10 millones por su captura son: Diosdado Cabello, jefe de la Asamblea Nacional Constituyente (oficialista); Vladimir Padrino López, ministro de Defensa; Tareck El Aissami, exvicepresidente de Venezuela; Hugo Carvajal Barrios, antiguo mayor general del Ejército de Venezuela; y Cliver Alcalá Cordones, mayor general retirado del Ejército.
Este último se entregó el pasado viernes a la justicia de EEUU.
Ese dinero se ofrece en el marco del Programa de Recompensas del Departamento de Narcóticos del Estado. Cerca de 80 capos del narcotráfico en el mundo han sido llevados ante la justicia de EEUU bajo dicho programa desde que comenzó en 1986.
La noticia llegó en medio de la pandemia por el coronavirus, virus que en Venezuela deja hasta el momento a 119 personas contagiadas y dos muertos.