Maduro, a primer examen de UE sobre elecciones | El Nuevo Siglo
LA comunidad internacional está dispuesta a flexibilizar las sanciones económicas a Venezuela pero con un inamovible: condiciones para elecciones libres y democráticas
Foto archivo Xinhua
Lunes, 5 de Julio de 2021
Redacción internacional

Una última oportunidad o al menos la que mayor viabilidad tiene de lograr su objetivo de que la comunidad internacional levante las sanciones económicas a Venezuela tiene Nicolás Maduro con las elecciones regionales que se verificarán el 21 de noviembre.

Aunque gran parte tanto de sus gobernados, opositores y países no creen en sus recientes anuncios de estar dispuesto a un entendimiento por el bien de Venezuela, el escenario configurado en las últimas semanas el anuncio de que Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea de flexibilizar las sanciones, sí y solo sí, se da la posibilidad real de un diálogo político que desemboque en unos comicios libres y transparentes para superar tantos años de crisis.

Es por ello que la cita en las urnas para elegir a los representantes regionales (alcaldes y gobernadores) de Venezuela y en los que la oposición no ha definido su participación a la espera de que realmente se presenten las garantías que exige la comunidad internacional es mucho más que votos.

De allí que para comprobar in situ si los gestos de apertura anunciados días atrás por Maduro para ‘garantizar’ unos comicios bajo los cánones democráticos, hoy se espera en Caracas la llegada de una misión de expertos electorales de la Unión Europea.

"Es una misión exploratoria la que debe decidir si se pueden observar estas elecciones de manera creíble (...). No se quiere validar una elección que no lo merece", anticipó una fuente diplomática de ese colectivo comunitario.

“Desde hace unas semanas hay un sector de la comunidad internacional que empieza a ver con buenos ojos" normalizar sus relaciones con Maduro, según el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León.

Sin embargo, expertos europeos consideran que no se trata de normalizar sino de utilizar, tras dos años de sanciones políticas y financieras al régimen Maduro, las mismas como un mecanismo de presión para que se abra una negociación con la oposición.

Como reseñamos, tanto Estados Unidos y Canadá como la UE se han manifestado dispuestas a "revisar" las sanciones si avanzan negociaciones en pro de elecciones "creíbles". 

El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por Estados Unidos y varios países de Europa y Latinoamérica, atribuye ese pronunciamiento a una pequeña gira de enviados suyos por Washington y Bruselas. 

Para Michael Shifter, presidente de Inter-American Dialogue “luego de dos años de recrudecimiento de sanciones políticas y financieras, Washington y Bruselas apuestan a una negociación política que ponga fin a la pesadilla de Venezuela”.



Algunas fuentes diplomáticas norteamericanas van más allá e inclusive han señalado que México sería el país anfitrión de esa negociación en la que estarán todos los actores en la mesa.

Se trata, según León, del "embrión de un proceso de negociación política", aunque aclara que todavía se ve muy lejano “plantear puntos y objetivos concretos”.

Guaidó, cuya aceptación cayó a 15% según Datanálisis, considera "clave" el apoyo internacional a lo que él llama "un acuerdo de salvación nacional", aunque tras intentos fallidos de negociación reconoce que "va a tomar tiempo" un eventual cambio político. "Hay que hacerlo inteligentemente", estimó Guaidó, reconociendo que es "natural el escepticismo".

Y precisamente en desarrollo de su estrategia política interna es que el líder de la oposición venezolana y reconocido presidente interino por varios países impulsó y realizó ayer los llamados congresos regionales. Fueron 24 foros de participación ciudadana para respaldar el denominado Acuerdo de Salvación Nacional, la iniciativa que incluye la negociación política con el Maduro pero bajo unos lineamientos tan claros como exigentes.

Una vez surtidos estos encuentros, que en algunas zonas del país tuvieron masiva acogida, los participantes trasladan el texto del acuerdo a sus respectivas comunidades para debatirlo. Uno de los apartes del mismo establece el camino para lograr el ingreso expedito de vacunas anticovid y, otro, la hoja de ruta para que se realicen elecciones libres y justas, que debe iniciarse con un proceso de diálogo bajo supervisión internacional.

"Las fuerzas democráticas venezolanas están llamadas a lograr la recuperación de la democracia. Junto al apoyo de la comunidad internacional y la presión interna de todos los venezolanos en sus diferentes entidades", sostuvo Guaidó al dar apertura ayer a esos encuentros ciudadanos.

Reafirmó, igualmente, que está "listo" para reunirse con la oposición y hacerlo con el apoyo de la UE, Noruega y el Grupo de Contacto.

Entre tanto, y en un gesto que reafirma que está pendiente de la situación de Venezuela, el gobierno norteamericano de Joe Biden felicitó a sus ciudadanos con motivo del Día de su Independencia.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha suscrito un mensaje de felicitación con el que ha aplaudido los "incansables esfuerzos" de "la coalición de actores democráticos" venezolanos para "preservar su sueño de un futuro independiente y democrático".

Al mismo tiempo Blinken insistió en que Estados Unidos será "un socio comprometido" para apoyar a quienes quieran "construir un futuro pacífico, libre, próspero y democrático".

Vale recordar que Washington reconoce como presidente legítimo de Venezuela a Guaidó.



¿Gestos creíbles?

La semana pasada, el Consejo Nacional Electoral (CNE) rehabilitó la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), alianza opositora que ganó los comicios legislativos de 2015 y rompió 15 años de hegemonía chavista en el Parlamento. Estuvo tres años prohibida.

Previamente fue designado un nuevo CNE que abrió espacio a directivos vinculados con la oposición, sin comprometer la mayoría oficialista del ente.

Ante una "cuestionada reputación internacional", Maduro hace "gestos de apertura que disminuyan su falta de credibilidad", dice Ramón Guillermo Aveledo, quien encabezó la MUD desde 2009 hasta 2014.

Los cuestionamientos al gobierno socialista, entre otras cosas, le han cerrado a Venezuela acceso a financiamiento.

El chavismo, sin embargo, solo "va dando concesiones en la medida que calcula cuál le hace menos daño", considera Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello. 

Maduro también prometió respetar toda victoria de sus adversarios y eliminar la figura de los "protectores", funcionarios chavistas que asignaba en regiones donde triunfaba la oposición. 

Pero hay señales contradictorias: el sábado fueron imputados por "traición a la patria, terrorismo e incitación al odio" activistas críticos de Maduro que rechazan la respuesta del Estado ante grupos armados colombianos en la zona fronteriza.

Y el viernes, Maduro acusó a la CIA y al ejército estadounidense de planear su asesinato, preguntándose si el presidente demócrata Joe Biden lo había autorizado.

"El camino es todavía largo para una normalización", concluye la fuente europea.

Sin embargo, el régimen venezolano es consciente que las sanciones que incluyen el embargo del petróleo venezolano han ahogado su gestión y de allí que Maduro lleve días insistiendo no solo que es necesario un “levantamiento inmediato” de las mismas sino que está dispuesto a una negociación política.

Ese ha sido su primer paso para recuperar su reconocimiento en internacional, el que perdió hace más de tres años cuando logró su reelección en un resultado electoral cuestionado.

Ahora, Maduro tiene el chance de aprovechar el nuevo escenario generado por la comunidad internacional y por ello es clave que evidencie a los expertos europeos que llegarán a Caracas que sus anuncios son reales, viables y que dará las garantías reales para que sus contradictores, hoy en día divididos, puedan participar en las regionales que se avecinan.

El escepticismo es grande pero este primer examen de la Unión Europea al régimen es clave para determinar si hay posibilidad alguna de que el régimen venezolano dará el paso hacia el fin del caos.