REALISTA, conveniente y hasta estratégica fue la decisión Ron DeSantis, de retirarse de la carrera por la nominación presidencial republicana y cerrar filas tras su mentor, Donald Trump, a quien por ahora solo le desafía su exembajadora en Naciones Unidas, Nikki Haley.
Las razones que motivaron a DeSantis a dar un paso al costado fueron: la primera, ser consciente que el expresidente tiene un inamovible apoyo electoral de las bases partidarias; la segunda, porque no vale la pena gastar millones de dólares en una contienda de antemano perdida y, la tercera -tal vez la más importante- que tanto de su gestión en Florida como de su relación con el líder conservador dependerá su candidatura en el 2028.
Desplazado a un tercer lugar en la intención de voto para la primaria de este martes en New Hampshire, el gobernador de Florida, quien se ubicó en segundo lugar en los caucus de Iowa aunque 30 puntos por debajo del expresidente, anunció la tarde del domingo en la red social X que “para mí está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle otra oportunidad a Donald Trump…Él tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño o a una forma reenvasada de corporativismo recalentado que representa Nikki Haley".
De inmediato la campaña Trump dijo que el expresidente estaba “honrado” por ese respaldo, aseguró que DeSantis era un hombre muy capaz, resaltó sus puntos de encuentro político y oficialmente le retiró el apoyo de 'DeSanctimonious' (un juego de palabras con el término 'mojigato', en inglés).
"Me gustaría agradecer a Ron DeSantis, es una persona fantástica (...) han hecho una campaña realmente buena. No es fácil, creen que es fácil hacer estas cosas, pero no es fácil. Como ya saben ha dejado la campaña y me va a apoyar. Estoy muy agradecido…Además tenemos políticas similares, con fronteras fuertes, buena educación, impuestos bajos, muy muy pocas regulaciones, tan pocas como sea posible, cosas de las que Haley realmente no habla, porque ella es una globalista", aseguró el expresidente conservador en un acto en Manchester.
A la cita electoral de este martes en New Hampshire llegan únicamente Trump y Haley, tras el retiro hace una semana de los otros cuatro competidores. Y tanto para la cita en ese estado del noroeste del país, como para Nevada y Carolina del Sur, las primarias que anteceden al supermartes (marzo 5), el expresidente es claramente el favorito, según coinciden todos los sondeos.
El promedio de los mismos, según RealClear Politics y FiveThirtyEight dan a Trump un 54.3% de apoyo electoral, 36.8% para Haley y 7.5% para el ya retirado De Santis. En Carolina del Sur, la diferencia es mayor a favor del expresidente (52% contra 21.8% y11%, respectivamente). En todas las encuestas realizadas hasta el domingo la ventaja para el líder de los republicanos oscila entre 14 y 26 puntos en New Hampshire, mientras que en Carolina del Sur supera los 30. (Ver tabla).
Si bien la primaria de este martes es un pequeño premio en una larga carrera, ya que asigna tan solo 22 de los 2.429 delegados en juego para hacerse con la candidatura presidencial en la convención republicana en Milwaukee en julio, tradicionalmente es de gran importancia porque es un indicador más confiable del éxito electoral a nivel nacional que los estados más conservadores, y se considera que marca la pauta para próximas primarias. A ello, en esta ocasión, se suma que es un termómetro en las intenciones de Haley de darle la pelea a Trump.
Vale aclarar, sin embargo, que dicho termómetro no es tan fiel como debería ya que al ser una primaria abierta, es decir que no se restringe a los republicanos inscritos, la exembajadora busca el apoyo de una alta proporción de independientes que, según la campaña de Trump, terminan siendo electores demócratas para restar fuerza al favorito, en este caso el expresidente, máximo cuando tiene gran chance de volver a la Casa Blanca, como también lo indican los sondeos a nivel nacional, donde en algunos supera a Joe Biden.
Haley apuesta todo a este estado con la esperanza de repetir la hazaña que 24 años atrás logró John McCain, quien se impuso sobre el entonces favorito George Bush por 18 puntos, reencausando el curso de las primarias durante algún tiempo. Sin embargo, analistas políticos como James Pindell, del Globo de Boston, señalan que la situación hoy es muy diferente.
En esa ocasión, la victoria de McCain se basó en el respaldo de los votantes independientes, llamados no declarados, que fueron el 40 por ciento y para esta ocasión, aunque pueden tener una mayor participación, Haley no concita un respaldo mayor al 49 por ciento en ese sector y está muy, pero muy distante, entre los electores conservadores, que evidencian su férrea cohesión tras Trump. Ejemplo de ello la encuesta de Globe del domingo, donde el exmandatario tiene un 72% de respaldo de los autoidentificados conservadores, contra un 16% de Haley. Como se ve, una brecha muy difícil de superar no sólo en este estado, sino en el resto del país.
Así las cosas y a no ser por una derrota en dicho estado o de un reñido segundo puesto para Haley, el calendario para la nominación de Trump como rival del presidente Joe Biden, en noviembre, podría acelerarse. Además, se confirmaría la tradición de que quien gana en los dos primeros estados donde se realizan estas consultas ciudadanas es el ‘elegido’ para disputar la presidencia de Estados Unidos.
De lograr la exembajadora y exgobernadora Carolina del Sur un muy buen resultado este martes puede convertirse en una amenaza genuina para el expresidente, pero como reseñamos anteriormente la mayoría de los republicanos están con el proyecto político de Trump e, inclusive, jóvenes y afrodescendientes que hace cuatro años votaron por Biden, se han pasado a las filas republicanas.
Antes de los juicios
Independientemente del resultado de New Hamsphire, Nevada y Carolina del Sur, la apuesta fuerte de la campaña de Trump es para el 5 de marzo, el bautizado “Supermartes”, donde están en juego 874 delegados y que puede asegurar anticipadamente la nominación de un candidato si logra las tres cuartas partes del total requerido.
La estrategia electoral es conseguir la nominación en esa fecha o a más tardar en abril, antes de que comience cualquiera de los cuatro juicios penales que, promovidos por los demócratas, enfrenta el expresidente Trump.
Vale recordar que el candidato-presidente, Joe Biden, también está bajo la mira judicial por el manejo inconveniente a documentos clasificados cuando fungió como vicepresidente de Barack Obama.
¿Será New Hampshire la última resistencia de Haley o, por el contrario, se erigirá como alternativa a Trump? ¿Decidirá ahora o en el inmediato futuro acoger el llamado a la unidad de los republicanos que ha hecho Trump? ¿Con un Biden debilitado electoralmente por su criticada gestión, perderán los conservadores la oportunidad para redireccionar el país?
Las respuestas se conocerán en muy poco tiempo y, de seguro, se confirmará que la era posTrump se aplazará cuatro años porque el apoyo a diferencia de hace cuatro años, la lucha política es como señalan algunos analistas ‘existencial’, ante una inmigración desbordada, la participación norteamericana en varias guerras y un reposicionamiento de China y Rusia en la geopolítica mundial, entre otros temas de vital interés para los estadounidenses.
REALISTA, conveniente y hasta estratégica fue la decisión Ron DeSantis, de retirarse de la carrera por la nominación presidencial republicana y cerrar filas tras su mentor, Donald Trump, a quien por ahora solo le desafía su exembajadora en Naciones Unidas, Nikki Haley.
Las razones que motivaron a DeSantis a dar un paso al costado fueron: la primera, ser consciente que el expresidente tiene un inamovible apoyo electoral de las bases partidarias; la segunda, porque no vale la pena gastar millones de dólares en una contienda de antemano perdida y, la tercera -tal vez la más importante- que tanto de su gestión en Florida como de su relación con el líder conservador dependerá su candidatura en el 2028.
Desplazado a un tercer lugar en la intención de voto para la primaria de este martes en New Hampshire, el gobernador de Florida, quien se ubicó en segundo lugar en los caucus de Iowa aunque 30 puntos por debajo del expresidente, anunció la tarde del domingo en la red social X que “para mí está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle otra oportunidad a Donald Trump…Él tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño o a una forma reenvasada de corporativismo recalentado que representa Nikki Haley".
De inmediato la campaña Trump dijo que el expresidente estaba “honrado” por ese respaldo, aseguró que DeSantis era un hombre muy capaz, resaltó sus puntos de encuentro político y oficialmente le retiró el apoyo de 'DeSanctimonious' (un juego de palabras con el término 'mojigato', en inglés).
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"Me gustaría agradecer a Ron DeSantis, es una persona fantástica (...) han hecho una campaña realmente buena. No es fácil, creen que es fácil hacer estas cosas, pero no es fácil. Como ya saben ha dejado la campaña y me va a apoyar. Estoy muy agradecido…Además tenemos políticas similares, con fronteras fuertes, buena educación, impuestos bajos, muy muy pocas regulaciones, tan pocas como sea posible, cosas de las que Haley realmente no habla, porque ella es una globalista", aseguró el expresidente conservador en un acto en Manchester.
A la cita electoral de este martes en New Hampshire llegan únicamente Trump y Haley, tras el retiro hace una semana de los otros cuatro competidores. Y tanto para la cita en ese estado del noroeste del país, como para Nevada y Carolina del Sur, las primarias que anteceden al supermartes (marzo 5), el expresidente es claramente el favorito, según coinciden todos los sondeos.
El promedio de los mismos, según RealClear Politics y FiveThirtyEight dan a Trump un 54.3% de apoyo electoral, 36.8% para Haley y 7.5% para el ya retirado De Santis. En Carolina del Sur, la diferencia es mayor a favor del expresidente (52% contra 21.8% y11%, respectivamente). En todas las encuestas realizadas hasta el domingo la ventaja para el líder de los republicanos oscila entre 14 y 26 puntos en New Hampshire, mientras que en Carolina del Sur supera los 30. (Ver tabla).
Si bien la primaria de este martes es un pequeño premio en una larga carrera, ya que asigna tan solo 22 de los 2.429 delegados en juego para hacerse con la candidatura presidencial en la convención republicana en Milwaukee en julio, tradicionalmente es de gran importancia porque es un indicador más confiable del éxito electoral a nivel nacional que los estados más conservadores, y se considera que marca la pauta para próximas primarias. A ello, en esta ocasión, se suma que es un termómetro en las intenciones de Haley de darle la pelea a Trump.
Vale aclarar, sin embargo, que dicho termómetro no es tan fiel como debería ya que al ser una primaria abierta, es decir que no se restringe a los republicanos inscritos, la exembajadora busca el apoyo de una alta proporción de independientes que, según la campaña de Trump, terminan siendo electores demócratas para restar fuerza al favorito, en este caso el expresidente, máximo cuando tiene gran chance de volver a la Casa Blanca, como también lo indican los sondeos a nivel nacional, donde en algunos supera a Joe Biden.
Haley apuesta todo a este estado con la esperanza de repetir la hazaña que 24 años atrás logró John McCain, quien se impuso sobre el entonces favorito George Bush por 18 puntos, reencausando el curso de las primarias durante algún tiempo. Sin embargo, analistas políticos como James Pindell, del Globo de Boston, señalan que la situación hoy es muy diferente.
En esa ocasión, la victoria de McCain se basó en el respaldo de los votantes independientes, llamados no declarados, que fueron el 40 por ciento y para esta ocasión, aunque pueden tener una mayor participación, Haley no concita un respaldo mayor al 49 por ciento en ese sector y está muy, pero muy distante, entre los electores conservadores, que evidencian su férrea cohesión tras Trump. Ejemplo de ello la encuesta de Globe del domingo, donde el exmandatario tiene un 72% de respaldo de los autoidentificados conservadores, contra un 16% de Haley. Como se ve, una brecha muy difícil de superar no sólo en este estado, sino en el resto del país.
Así las cosas y a no ser por una derrota en dicho estado o de un reñido segundo puesto para Haley, el calendario para la nominación de Trump como rival del presidente Joe Biden, en noviembre, podría acelerarse. Además, se confirmaría la tradición de que quien gana en los dos primeros estados donde se realizan estas consultas ciudadanas es el ‘elegido’ para disputar la presidencia de Estados Unidos.
De lograr la exembajadora y exgobernadora Carolina del Sur un muy buen resultado este martes puede convertirse en una amenaza genuina para el expresidente, pero como reseñamos anteriormente la mayoría de los republicanos están con el proyecto político de Trump e, inclusive, jóvenes y afrodescendientes que hace cuatro años votaron por Biden, se han pasado a las filas republicanas.
Antes de los juicios
Independientemente del resultado de New Hamsphire, Nevada y Carolina del Sur, la apuesta fuerte de la campaña de Trump es para el 5 de marzo, el bautizado “Supermartes”, donde están en juego 874 delegados y que puede asegurar anticipadamente la nominación de un candidato si logra las tres cuartas partes del total requerido.
La estrategia electoral es conseguir la nominación en esa fecha o a más tardar en abril, antes de que comience cualquiera de los cuatro juicios penales que, promovidos por los demócratas, enfrenta el expresidente Trump.
Vale recordar que el candidato-presidente, Joe Biden, también está bajo la mira judicial por el manejo inconveniente a documentos clasificados cuando fungió como vicepresidente de Barack Obama.
¿Será New Hampshire la última resistencia de Haley o, por el contrario, se erigirá como alternativa a Trump? ¿Decidirá ahora o en el inmediato futuro acoger el llamado a la unidad de los republicanos que ha hecho Trump? ¿Con un Biden debilitado electoralmente por su criticada gestión, perderán los conservadores la oportunidad para redireccionar el país?
Las respuestas se conocerán en muy poco tiempo y, de seguro, se confirmará que la era posTrump se aplazará cuatro años porque el apoyo a diferencia de hace cuatro años, la lucha política es como señalan algunos analistas ‘existencial’, ante una inmigración desbordada, la participación norteamericana en varias guerras y un reposicionamiento de China y Rusia en la geopolítica mundial, entre otros temas de vital interés para los estadounidenses.
Tabla 1
Sondeos recientes
New Hampshire
Encuestadora Trump Haley
Globo 57% 38%
Ventaja interna 62% 35%
Monmouth 52% 34%
Emerson 53% 37%
CNN 50% 39%
San Anselmo 52% 38%
Carolina del Sur
Emerson 54% 25%
Trafalgar 49% 23%
Winthrop 52% 17%
CNN 52% 22%
Fuente: RealClear Politis
Biden ‘salta’ primarias
Con todos los ojos puestos en el objetivo del republicano Donald Trump de volver a la Casa Blanca, el intento de reelección del presidente Joe Biden pasa casi desapercibido en un comienzo inusual de su campaña.
Después de una disputa con funcionarios de New Hampshire sobre la programación, su nombre no figurará en la boleta de votación para las primarias de ese estado, también este martes, en el comienzo del proceso de nominación del partido Demócrata.
Sus seguidores dicen que votarán por Biden en todo caso escribiendo su nombre en la boleta con la esperanza de que aún pueda vencer al congresista de Minnesota Dean Phillips y a la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson.
El resultado no afectará en todo caso el proceso de nominación pues el Comité Nacional Demócrata declaró ilegítimas las primarias de New Hampshire y se espera que el presidente sea nominado a media carrera.
En 2020 Biden había perdido estrepitosamente en New Hampshire en su búsqueda de la nominación demócrata. Lo salvó luego un fuerte apoyo de los electores negros en las primarias de Carolina del Sur.
Una vez elegido, destronó efectivamente a New Hampshire, junto con el estado de Iowa, otro de los primeros en la definición de la nominación, y ordenó entonces a los líderes del partido que colocaran a Carolina del Sur por delante de ambos.
Iowa cedió silenciosamente a la solicitud, pero la medida enfureció a los demócratas y despertó reclamos en New Hampshire, donde el estatus de primero en la carrera por la nominación es algo así como una vaca sagrada./AFP