La agencia de la ONU para los refugiados palestinos podría tener que cesar sus actividades este miércoles por falta de carburante en la Franja de Gaza, asediada y de nuevo bombardeada por Israel en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre.
La ayuda internacional llega a cuentagotas a Gaza. Es sólo "una gota en un océano de necesidades", advirtió el martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que pidió un "alto el fuego humanitario inmediato" y condenó las "claras violaciones del derecho humanitario" en Gaza.
Su llamado provocó la ira de Israel. "Señor secretario general, ¿en qué mundo vive usted?", le preguntó el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Eli Cohen. "Sin duda, no es el nuestro", añadió, mostrando fotografías de los ataques de Hamás contra civiles.
La incursión de Hamás dejó más de 1.400 muertos, la mayoría civiles, según las autoridades de Israel. Alrededor de 220 rehenes israelíes, extranjeros o binacionales fueron llevados a Gaza. Cuatro han sido liberados.
Según Hamás, dentro de la Franja de Gaza, más de 6.500 personas, en su mayoría civiles, han muerto en los incesantes bombardeos de represalia.
Operaciones sin anestesia
La ONU solicita de urgencia combustible para hacer funcionar los generadores de los hospitales. Seis establecimientos de la Franja de Gaza ya han tenido que cerrar por falta de combustible, según la Organización Mundial de la Salud.
Ahmad Abdul Hadi, cirujano ortopédico del hospital Nasser dijo a AFP que ha tenido que operar a varios heridos sin anestesia. "No hay suficientes productos anestésicos (...) los heridos están sufriendo mucho por lo que no podemos esperar para operarlos", explicó.
Según Mohammed Abu Selmeya, director del hospital Shifa, "diez hospitales están fuera de servicio" y "más del 90% de los medicamentos y productos se han agotado".
Pero para Estados Unidos, un alto el fuego "a estas alturas sólo beneficiaría a Hamás". En su lugar, la Casa Blanca sugirió "pausas" para facilitar la entrega de ayuda humanitaria.
La Franja de Gaza, un territorio donde viven hacinadas 2,4 millones de personas, está sometida a un bloqueo israelí por tierra, mar y aire desde que Hamás tomó el poder en 2007. Desde el 9 de octubre Israel cortó el suministro de agua, electricidad y comida.
El tiempo se acaba
El martes, un cuarto convoy de ocho camiones cargados de ayuda entró a Gaza desde Egipto a través del paso fronterizo de Rafah, pero según la ONU se necesitarían al menos 100 por día.
"El tiempo se acaba. Necesitamos combustible de manera urgente", declaró Juliette Touma, directora de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
Pero Israel se niega a permitir la entrada de combustible, alegando que ello beneficiaría a Hamás.
"No, por el momento, no tenemos ningún interés en que la maquinaria militar de Hamás reciba más combustible, y no hemos autorizado ningún combustible", declaró el asesor de Netanyahu, Mark Regev, a CNN.
Desde el 15 de octubre, el ejército israelí pide a la población del norte de la Franja de Gaza, donde los bombardeos son más intensos, que evacue hacia el sur. Según la ONU, al menos 1,4 millones de palestinos han huido de sus hogares.
"A medianoche, mientras dormíamos, sentimos piedras cayendo sobre nosotros", dijo el miércoles Amin Abu Jazar, refugiado en Rafah. "¿Dónde están las Naciones Unidas y el mundo entero?".
Ataques a gran escala
Además, Israel concentra decenas de miles de soldados en las afueras de Gaza con el objetivo de "aplastar" a Hamás.
Sin embargo, una ofensiva terrestre sería extremadamente peligrosa en este territorio densamente poblado, plagado de túneles y en presencia de rehenes.
"Hay muchos obstáculos", admitió un soldado israelí de una unidad de ingenieros que no dio su nombre. "El enemigo nos está rociando con cohetes y otras cosas que no puedo detallar, para impedir que avancemos".
Ataques contra Siria
El presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentra en El Cairo para entrevistarse con el presidente de Egipto, tras haber visitado Israel, los Territorios Palestinos y Jordania buscando relanzar un "proceso de paz" para la creación de un Estado palestino.
Mientras tanto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que abandona sus planes de viajar a Israel y condenó la incapacidad de Occidente para detener la guerra en Gaza.
Por otro lado el ejército israelí anunció el miércoles que atacó infraestructuras militares en Siria en respuesta a disparos contra su territorio el martes. Ocho soldados sirios murieron, según medios oficiales sirios.
Las tensiones son también muy fuertes en Cisjordania ocupada y en la frontera de Israel con Líbano, donde hay cruces diarios de disparos entre el ejército israelí y Hezbolá.
El líder del movimiento proiraní Hezbolá se reunió con dirigentes de Hamás y la Yihad Islámica para hablar de la forma de apoyar a esos movimientos palestinos en su guerra contra Israel, indicó la formación libanesa el miércoles.